Uno de los hermanos Gullón compra una fábrica a Siro para crear su propia empresa galletera
Félix Gullón dejó la empresa palentina durante el verano
Félix Gullón, uno de los considerados hermanos "díscolos" de la familia propietaria del grupo galletero palentino, ha llegado a un acuerdo con Cerealto Siro Food para la adquisición de una fábrica situada en Jaén, con la que dará forma a su propio proyecto empresarial: Family Biscuits, con la que hará competencia a la compañía familiar de la que salió en verano.
“Tras analizar y barajar todas las alternativas del mercado, la capacidad productiva, especialización, su ubicación estratégica y la experiencia de la plantilla han sido determinantes en la decisión de adquirir esta planta en Jaén, que representa los cimientos de mi nuevo proyecto personal y empresarial y la ilusión de continuar con el legado de mi padre”, afirma Félix Gullón en una nota de prensa. La planta adquirida cuenta con siete líneas de producción y una capacidad de producción de 30.000 toneladas anuales. Según el comunicado, que no detalla el importe de la operación, el proyecto tiene la ambición de "crear una marca que recoja la milenaria cultura gastronómica y repostera de esta tierra para proyectarla a nivel nacional e internacional".
Félix Gullón acumuló 17 años de experiencia en Galletas Gullón, donde ejerció el cargo de director de expansión. Abandonó la compañía familiar durante el pasado verano, consecuencia del enfrentamiento con el actual consejo de administración, presidido desde junio de 2019 por su hermana Lourdes Gullón, que relevó en el cargo a María Teresa Rodríguez Sainz-Rozas, dueña del grupo. Dentro de esa reorganización también reforzó sus responsabilidades Juan Miguel Martínez Gabaldón, con una trayectoria de 30 años en la empresa, que pasó de director general a consejero delegado. En paralelo, salieron del consejo de la compañía los tres hijos varones, el propio Félix, Rubén y Hernán.
Los dos primeros, como accionistas de Gullón, provocaron la celebración de una junta general extraordinaria el 23 de diciembre pasado para "reorganizar el consejo de administración mediante incorporación equilibrada de consejeros dominicales e independientes" y debatir su propuesta de plan estratégico para la compañía, incluyendo "la política de transformación digital". En definitiva, los considerados hermanos "díscolos" de la familia Gullón reclamaban una profesionalización en la gestión de la compañía y volver al órgano de gobierno. Sus propuestas fueron rechazadas.
En verano, Félix Gullón anunció que dejaba la compañía con un sentimiento de "haber cerrado un ciclo" y por la necesidad de "emprender nuevos retos profesionales fuera de la empresa familiar", según dijo entonces en un comunicado, en el que decía estar "decidido a afrontar nuevos desafíos, ilusionantes y motivadores, que me permitan seguir creciendo y desarrollándome profesionalmente".