El referéndum suizo refuerza la mano dura de la UE con Londres
Al rechazar frenar la migración, los helvéticos evitan un enfrentamiento con su mayor socio comercial
Los suizos han elegido priorizar la estabilidad económica. Al rechazar una propuesta para frenar la migración de la UE, evitan un enfrentamiento con su mayor socio comercial. Bruselas ha demostrado que la mano dura pueden influir incluso en los socios más reacios.
Cerca del 62% de los votantes rechazaron el domingo poner fin a la libre circulación de personas entre Suiza y la UE, revirtiendo una votación de 2014 que apoyaba introducir cuotas de trabajadores del bloque. Eso protege según la patronal Economiesuisse, 13.000 millones de euros al año. Y permite al Gobierno reanudar las conversaciones en torno a un acuerdo para simplificar su relación con el bloque y ampliar su acceso al mercado de la UE.
Berna había tratado de negociar algunas excepciones al principio de libre circulación para proteger los salarios locales, pero la Comisión Europea vincula firmemente cualquier acuerdo a la libre circulación de sus ciudadanos. En una demostración de fuerza, el Ejecutivo comunitario, despojó en julio de 2019 al mercado de valores de Zúrich de su reconocimiento, prohibiendo de hecho a los inversores de la UE comprar y vender en las Bolsas suizas.
El Covid ha incitado a los votantes a centrarse en prioridades económicas más generales. La aprobación de la propuesta antimigración habría obligado a Berna a abandonar seis acuerdos bilaterales con la UE ligados a la libre circulación. Entre ellos, un pacto sobre normas técnicas que permite a las empresas suizas vender muchos productos certificados en la UE sin necesidad de más trámites o pruebas. La falta de reciprocidad en esta y otras esferas podría haber afectado al comercio suizo con la UE, destino de más de la mitad de sus exportaciones.
El brote de pragmatismo suizo sin duda debe mucho a los intentos cada vez más enrevesados de Londres de ejecutar el Brexit. Más de cuatro años después del referéndum, Londres sigue luchando por sortear las contrapartidas económicas y jurídicas, y aún puede salir sin un acuerdo comercial. Los suizos han elegido una vía menos conflictiva. En Bruselas se tomará como una señal para mantenerse firmes.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías