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Rescate

Duro Felguera denuncia un complot para hundir la acción y provocar su quiebra

El grupo envía una carta a sus empleados con los resultados del estudio 'forensic' de KPMG

Junta de accionistas celebrada por Duro Felguera en 2019, con su consejero delegado, José María Orihuela  (tercero por la izquierda).
Junta de accionistas celebrada por Duro Felguera en 2019, con su consejero delegado, José María Orihuela (tercero por la izquierda). EFE

Duro Felguera ya tiene los resultados del estudio forensic que encargó en julio para investigar a la alta dirección. Lo ha realizado KPMG, y la compañía ha enviado este viernes una carta a su plantilla, a la que ha tenido acceso CincoDías, con los resultados. El resumen: "El análisis realizado ha detectado actuaciones irregulares cometidas por empleados del grupo y otras personas ajenas al mismo", indica en el documento.

Duro Felguera señala que "estas acciones han provocado una grave pérdida en la credibilidad de la compañía, y hubieran podido, incluso, haber comprometido su viabilidad, ya que podrían estar detrás de las fluctuaciones que ha tenido nuestro valor en bolsa en los últimos meses". La compañía, que amplió capital por 125 millones de euros en el verano de 2018 y a la que la banca realizó una quita media del 70% sobre el importe que le debía, vale 39,4 millones de euros. Desde los máximos a 0,72 euros por título que marcó el pasado 11 de mayo se hunde un 43%. El viernes, cerró a 0,41 por acción.

La compañía, presidida por Rosa Isabel Aza y dirigida como consejero delegado por José María Orihuela, ha acordado ejercitar cuantas acciones para  garantizar tres cuestiones. Primera, el cese inmediato de las irregularidades identificadas; segunda, la desvinculación de la sociedad de aquellas personas que las han cometido; y, tercera, la defensa de la compañía, sus empleados, accionistas, clientes y potenciales inversores, así como su viabilidad.

Precisamente en julio, tras conocerse que se iniciaba el forensic, dos altos directivos fueron despedidos: Javier García Laza, adjunto al consejero delegado, y Alfonso Gordón, responsable de Recursos Humanos.

"Duro Felguera necesita de vuestra profesionalidad y compromiso para que, entre todos, podamos volver a reinventar esta compañía y siga siendo un referente de la industria asturiana en el mundo", concluye la carta, dirigida a sus empleados.

Duro Felguera ya ha solicitado ayuda al fondo de rescate de la SEPI por 100 millones y negocia con la familia Domínguez de Gor, dueña de Mayoral, para que entre en el capital junto con el organismo estatal o en una fase posterior, según publicó este periódico el 3 de septiembre. Esta familia, que controlaba el 8% de MásMóvil antes de la opa de KKR, Providence y Cinven, además del grupo textil, entró en la ampliación de la firma de ingeniería de julio de 2018, aunque de momento ha liquidado su participación.

Duro Felguera ha solicitado a la SEPI un importe total de 100 millones de euros. Lo pide a través de una ampliación de capital por 30 millones de euros y la concesión de un préstamo participativo por 70 millones. Con ese rescate, la empresa se propone reflotar su negocio.

El plan estratégico hasta 2025 incluye lograr unas ventas de 623 millones ese año con un ebitda de 48 millones. Antes, en 2023, se plantearía una ampliación de capital por al menos 60 millones para devolver parte del rescate.

Una de las condiciones para acceder al fondo de rescate de la SEPI, dotado con 10.000 millones de euros, es que la empresa que reciba la ayuda pública no estuviera en crisis antes de diciembre de 2019. Y, pese a lo que puede parecer, Duro Felguera no lo estaba según los criterios de la UE que rigen para determinar si una compañía es elegible para este tipo de rescates. Así lo determina el despacho de abogados estadounidense Cleary Gottlieb Steen & Hamilton en un dictamen, al que ha tenido acceso este periódico.

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