Aragonès urge al Estado a salir del nuevo banco para evitar interferencias
Esa salida ordenada del Estado debería producirse "en el tiempo más rápido posible", señala
El vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, considera que si CaixaBank y Bankia acaban fusionándose "debería haber un calendario claro de cómo el Estado sale del accionariado", que culminara con una salida lo más rápida posible, "para evitar cualquier sospecha de interferencias políticas".
En una entrevista concedida a Efe, Aragonès se ha mostrado crítico con el papel del Estado español en el banco resultante de la fusión, del que sería segundo accionista, por detrás de La Caixa, y ha opinado que la presencia del Estado "es una situación de anormalidad".
"No es normal ni usual que el Estado, en este caso el FROB, tenga una participación tan significativa -un 14 %, según Aragonès- en una entidad tan significativa", sostiene Aragonès, que concluye que "probablemente las autoridades de la competencia y los supervisores bancarios estarán encima y tendrán que resolver esta anomalía".
"El ritmo y los calendarios los va a marcar el regulador, pero para tener garantías de la máxima competencia y para evitar cualquier sospecha de interferencias políticas debería haber un calendario claro de cómo el Estado sale del accionariado de lo que podría ser el primer banco del Estado", ha considerado el vicepresidente de la Generalitat de Cataluña.
A su entender, esa salida ordenada del Estado debería producirse "en el tiempo más rápido posible".
Preguntado por si teme interferencias políticas, ha respondido que "no debería ser así", pero ha apuntado: "Por desgracia, hemos visto que en muchas empresas de sectores regulados acaba habiendo este tipo de interferencias con presencia de determinados expolíticos en los consejos de administración".
"El sector bancario está muy supervisado, y confío en que no haya estas interferencias políticas. No debería ser así, y las primeras interesadas en que no sea así son las mismas entidades que estudian el proceso de fusión", ha apuntado Aragonès, que, no obstante, ha insistido en la necesidad de esa salida rápida del Estado del accionariado.
Y es que, aunque la operación es de naturaleza privada, "el impacto público es bien evidente", ha concluido.
Por otra parte, Aragonès ha explicado que el viernes habló con los "máximos representantes" de CaixaBank y les trasladó tres demandas ya explicadas ese mismo día en público: la preocupación del Govern por los empleos, la necesidad de mantener la competencia pese a la concentración bancaria, y la continuidad de "la vinculación histórica" del nuevo banco con Cataluña, con la petición expresa de que la sede social vuelva a esta comunidad autónoma.
"Estaremos muy atentos en las próximas semanas sobre estos tres aspectos en particular", ha dicho, y ha añadido: "tenemos la oportunidad de que la sede de la nueva entidad esté en Cataluña. Sería una muy buena decisión que demostraría el compromiso de continuar este vínculo con el país".
A la pregunta de cuál fue la respuesta de los dirigentes de CaixaBank a esa petición de recuperar la sede social en Cataluña, ha comentado que sobre esta solicitud en particular "no se han pronunciado".
"Han entendido las preocupaciones del Govern y nos hemos comprometido a continuar con un intercambio de información y haciendo un seguimiento desde el punto del interés público", ha añadido.
No obstante, CaixaBank ha dejado claro en los últimos años que no se plantea mover la sede social de Valencia, adonde la trasladó en 2017, en un contexto marcado por la declaración unilateral de independencia de Cataluña.
Aragonès ha recordado que siempre consideró que aquella decisión "no fue una buena noticia", pero ha subrayado que tampoco se produjo el "éxodo económico" que algunos auguraban.
En cualquier caso, ha reivindicado que "ahora parece el momento de corregir aquella anomalía", porque "lo natural es que las empresas tengan sus sedes sociales donde está la mayor parte de su actividad, sus centros de decisión y sus sedes centrales", ha subrayado.
Asimismo, ha asegurado que esa reflexión que han trasladado a CaixaBank, en el sentido de que vuelva a situar su sede en Cataluña, "vale para otras empresas".
CaixaBank y Bankia anunciaron el jueves por la noche que están en conversaciones para fusionarse y conformar el primer banco en España.
Archivado En
- Pere Aragonès
- Fusiones bancarias
- Crisis económica coronavirus covid-19
- Coronavirus Covid-19
- Crisis económica
- Bankia
- CaixaBank
- Pandemia
- Coronavirus
- Bancos
- Generalitat Cataluña
- Coyuntura económica
- Virología
- Gobierno autonómico
- Empresas
- Comunidades autónomas
- Política autonómica
- Economía
- Banca
- Administración autonómica
- Finanzas
- Administración pública
- Política
- Biología
- Ciencia