_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Todos los caminos llevan a la inteligencia artificial

La nueva robótica puede mejorar enormemente la productividad del sector de los viajes y el turismo

CINCO DÍAS

En el hotel del futuro, la llave que desbloquea la cerradura inteligente de su habitación es la sonrisa. Su voz controla la luz y un robot del servicio de habitaciones le sirve sus pedidos a cualquier hora. Estos hoteles inteligentes ultraconectados ya existen en China, donde el gigante de comercio electrónico Alibaba, que quiere revolucionar la hostelería, abrió en 2019 un hotel totalmente automatizado y robotizado en Hangzhou. Otros también han abierto sus puertas en Shanghái, en colaboración con la aplicación WeChat, de Tencent. Desde su smartphone, con la que habrá reservado su habitación (inteligente), elegido su orientación y su decoración, hará el check in y el check out, dirigirá el ascensor y pedirá un pato laqueado en el restaurante.

La inteligencia artificial ofrece una gran variedad de prestaciones y servicios, que mejoran productividad para el sector de los viajes, al que se espera que la transformación digital aporte más de 300.000 millones de dólares entre 2016 y 2025, según un informe de la OCDE de 2018.

La ola digital está cambiando la imagen del turismo y reinventando la experiencia de los clientes. Mientras que la creciente penetración de la automatización y la robotización se acelera, el análisis de datos y el análisis predictivo están revolucionando el sector de los viajes, desde la aeronáutica a la hostelería. Las plataformas de reservas se han transformado gracias al aprendizaje automático y a las redes neuronales artificiales, que permiten a los chatbots informar a los clientes y posibles clientes las 24 horas del día, en todos los idiomas.

La personalización se ha optimizado gracias a los algoritmos de recomendación. Una revolución basada en la recopilación de datos, que ofrece un conocimiento profundo de los clientes, desde sus preferencias sobre el tipo de colchón o de transporte hasta sus gustos culinarios, entre otras cosas.

La plataforma en la nube de la empresa californiana Twilio permite a las empresas interactuar con sus clientes, integrando funcionalidades de comunicación en las aplicaciones móviles. Por ejemplo, las líneas aéreas o Airbnb han podido avisar a los usuarios de la anulación de su vuelo o estancia durante la pandemia de Covid-19, gracias a la mencionada plataforma de Twilio integrada en sus sistemas, así como utilizar miles de bots para responder en tiempo real y en todo momento a las preguntas de los usuarios.

Otro ejemplo es Amadeus, empresa española detrás del primer sistema informatizado mundial de reservas de viajes, que ofrece a las líneas aéreas soluciones de inteligencia artificial para limitar el impacto medioambiental de los vuelos, calcular el carburante necesario para un vuelo concreto utilizando algoritmos y datos históricos, así como ahorrar combustible, reducir el peso del avión y, por tanto, sus emisiones de dióxido de carbono. El grupo también está estudiando con Unicef el uso del análisis de sus datos de viajes para contribuir a controlar la propagación de las epidemias.

A esta gran variedad de prestaciones basadas en la inteligencia artificial que dan forma a la industria del turismo del mañana se suma la aparición de una nueva tendencia: la realidad virtual. Algunos operadores ofrecen gafas virtuales como catálogo para sumergirse en el paisaje o en la smart room y facilitar así la toma de decisiones... ¿o los viajes sin moverse?

Beneficios

De aquí a 2030, las mayores ganancias económicas relacionadas con la inteligencia artificial se producirán en China y en Norteamérica y, suponen un total de más de 15 billones de dólares. Un 70% de las empresas habrá adaptado al menos una forma de inteligencia artificial y la IA debería crear más empleo del que destruiría, a través de la transformación de las ofertas de empleo dentro de los sectores.

Creo que hay que centrar la atención en estas empresas que, gracias a su liderazgo y a su formidable capacidad de innovación, continuarán impulsando su crecimiento con el tiempo. Las ventajas competitivas que ofrece la época de la inteligencia artificial seguirán alentando a las industrias internacionales en la carrera hacia la digitalización.

Nos encontramos en los albores de la que consideramos la mayor revolución tecnológica y económica de nuestra historia, una oportunidad para buscar e invertir en las mejores empresas que desarrollan o se benefician del desarrollo de la inteligencia artificial.

Rolando Grandi es CFA, gestor de La Financière de l’Echiquier

Archivado En

_
_