La banca dispara la deuda española que mantiene en balance a récord desde 2016
Las entidades atesoran 170.154 millones en bonos soberanos
La estrategia de financiación del Tesoro avanza a alta velocidad. Y ha contado con la ayuda de los bancos españoles, que tenían en balance 170.154 millones euros de deuda soberana española a cierre de mayo, según el último boletín estadístico del organismo de financiación del Estado. La cifra es récord desde diciembre de 2016 y supone que las entidades han comprado 34.331 millones desde finales de enero.
A falta de poco más de cuatro meses para el cierre del ejercicio, la institución que dirige Carlos San Basilio ya tiene el 63% de la financiación a corto plazo que necesita este año y el 81,6% de las emisiones a medio y largo plazo. A pesar de la ampliación del importe a emitir este año para financiar el déficit y las medidas aprobadas para hacer frente a la pandemia, el Tesoro tiene casi todos los deberes hechos.
Para lograr sus objetivos, el organismo ha contado con varios aliados. A la ayuda lanzada por el BCE, que en marzo y tras las reticencias iniciales anunció el programa de compras antipandemia (PEPP), se suma el papel jugado por la banca. Como ya ocurrió en los momentos de mayor tensión de la crisis de deuda de 2010 a 2012, las entidades españolas han salido en ayuda del Tesoro y han jugado un papel destacado en las emisiones celebradas en los últimos meses, especialmente, en las subastas realizadas tras el estallido de la pandemia. Este compromiso se ha traducido en un aumento de las compras de deuda soberana. Entre finales de enero, antes del estallido de la pandemia en Europa, y mayo, último mes del que se disponen datos, las entidades españolas han adquirido 34.331 millones, una cuantía que supera los 32.482 millones adquiridos por el BCE, según el Tesoro.
Así, la deuda soberana en manos de la banca española se dispara a los 170.154 millones de euros, niveles de 2016, cuando tenía 170.244 millones (véase gráfico). Su peso sobre el total de la deuda en circulación ha pasado del 13,8% que registraba en enero –porcentaje mínimo desde que existen datos junto al de febrero– al 16,2% de mayo. Aunque la contribución de las entidades residentes ha sido mayor que la efectuada por el BCE, a cierre de mayo el organismo que preside Christine Lagarde tenía en su poder deuda pública española por valor 243.489 millones, el 23,16% del total de la deuda en circulación, nuevo máximo histórico.
El aumento de la deuda en manos de la banca pone freno a la tendencia que imperaba en los últimos cuatro años. En ese periodo, las entidades redujeron su exposición a los bonos españoles por las bajas rentabilidades. Aunque el incremento de la cartera de deuda por parte de los bancos nacionales ha sido progresivo a lo largo de todo el ejercicio, fue a partir de marzo cuando se aceleró.
Estallido del Covid-19
En el tercer mes del año los bancos, cuando estalló la pandemia, compraron títulos por valor de 18.482 millones, frente a los 6.893 millones adquiridos en abril y los 8.068 millones de mayo. Las mayores compras de marzo no son algo fortuito sino que obedecen al incremento de las tensiones, que dispararon la rentabilidad del bono español a 10 años al 1,23%. Ese mes y coincidiendo con la relajación de los criterios por parte del BCE, la banca española elevó en cerca de un 10% sus peticiones de liquidez al BCE, hasta los 142.966 millones. A las subastas semanales, se sumaron las ligadas a la concesión de créditos de tercera generación (TLTRO III).
“El exceso de liquidez ha sido aprovechado por las entidades para elevar su exposición a la deuda soberana. Esto ha contenido el incremento del coste de financiación y las primas de riesgo en un momento en el que la inestabilidad llevó a muchos a deshacer sus posiciones en deuda española”, explica David Ardura, director de inversión de Gesconsult. El experto señala que ante la ausencia de demanda solvente y los costes de dejar el dinero en la hucha del BCE (-0,5%), la renta fija se convierte en la opción más atractiva para lograr algo de rentabilidad.
Cerca de medio billón en manos de inversores extranjeros
Foráneos. Las compras efectuadas por el BCE y la banca española entre finales de enero y mayo no eclipsan el papel de los inversores extranjeros. Aunque en los primeros cinco meses solo han incrementado sus tenencias en 4.572 millones, continúan siendo los principales valedores de la deuda española. Según las estadísticas del Tesoro, los inversores foráneos atesoraban a cierre de mayo 494.075 millones de euros en bonos españoles, el 47% del pasivo en circulación. Aunque el papel que juegan en la financiación española es clave y, al igual que el BCE y la banca española, han ayudado a rebajar el coste de financiación, el importe registrado a cierre de mayo se sitúa por debajo de los 501.084 millones. Esta es la cuantía que tenían en marzo, antes de que el mercado viviera los momentos de mayor inestabilidad que se tradujo en un repunte de la rentabilidad del bono español a diez años hasta el 1,23%, niveles récord desde febrero de 2019.