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Crisis del Covid

Abengoa logra salvarse pero los acreedores se quedarán con sus activos valiosos

Recibirá 230 millones de liquidez para la sociedad que retendrá el negocio, en la que KKR, Santander, Bankia y otros bancos tendrán el control absoluto

 Planta solar de Abengoa en Sanlúcar la Mayor, cerca de Sevilla, en una imagen de archivo.
Planta solar de Abengoa en Sanlúcar la Mayor, cerca de Sevilla, en una imagen de archivo. REUTERS

Abengoa vuelve a estar rescatada. En una nueva vuelta de tuerca y tras aplazar la firma en cuatro ocasiones después de dar un ultimátum el 30 de junio y amenazar con el concurso de acreedores, el último acuerdo de reestructuración del grupo de ingeniería está negro sobre blanco, según comunicó este jueves a la CNMV.

La mala noticia es que la empresa cotizada quedará como un cascarón vacío, con solo un 2,7% de la empresa que tiene el negocio, y en causa de disolución, puesto que será Abenewco 1 (Nueva Abengoa), la que recibirá el salvamento. La situación será muy similar a la de Pescanova, sociedad que se mantiene en Bolsa y que controla el 1,6% de Nueva Pescanova. Esta última es la que tiene el negocio.

El Estado, a través del ICO, Cesce y la Junta de Andalucía, participa en el plan de salvamento

El plan de rescate pasa por otra gran reestructuración. Nueva Abengoa será la que recibirá el oxígeno. Este consiste en un préstamo a cinco años por un importe máximo de 230 millones de euros garantizados por el ICO con sus avales anti-Covid y una línea de avales a cinco años por 126,4 millones de euros, ampliable hasta 300 millones, también respaldada por el Estado a través de la aseguradora Cesce, que blinda el 60%. La Junta de Andalucía, además, se ha comprometido a aportar 20 millones de euros adicionales.

Todos estos recursos “soportan” las necesidades de la compañía hasta finales del próximo año, afirmó la empresa al supervisor. El grupo espera que los primeros desembolsos de liquidez le lleguen en septiembre.

También se dará una vuelta absoluta a la deuda, tras un acuerdo con un grupo de inversores y acreedores financieros que participan en el pasivo y que proveerán la nueva liquidez. Entre los bancos que han participado están Santander, Bankia y Crédit Agricole, que se convertirán en accionistas de referencia, al igual que la gestora de capital riesgo KKR. También participarán en el capital CaixaBank, BBVA y Bankinter, entre otras entidades. La deuda sujeta al acuerdo es de 466 millones, por lo que desde este jueves y hasta el 11 de septiembre se abre un periodo para adherirse. Es necesario que se llegue al porcentaje necesario de quórum para que el salvamento llegue a cristalizar.

Umbrales

La compañía ya cuenta con el quórum necesario de sus acreedores para validar el plan

No existe un porcentaje uniforme, puesto que los umbrales requeridos varían en función del tramo de préstamo o del bono. De hecho, la empresa no lo comunicó a la CNMV. Una vez logrado este hito, previsto para diciembre, la deuda de Nueva Abengoa será de unos 530 millones.

Además, la operación implicará que se conviertan en acciones de Nueva Abengoa todos los instrumentos convertibles los nuevos que vayan a emitirse. Esto implicará la ruptura del grupo económico actual, encabezado por Abengoa SA, que está previsto que pase a ser un accionista minoritario de Nueva Abengoa con un 2,7%.

Los acreedores financieros capitalizarán una parte de su deuda y también sufrirán quitas de hasta el 50% de sus deudas actuales. Pero se quedarán con el control absoluto de la porción valiosa de la actual Abengoa.

Los proveedores también han acordado una solución, que implicará que puedan recuperar el 80% de los 392 millones que les debe la compañía. Se les ha ofrecido participar en un crédito sindicado que se devolverá en un plazo de 20 años. Recibirán, eso sí, el 6,25% del mencionado préstamo de manera inmediata, que suma 313 millones.

El nivel de adhesiones a esta solución se sitúa en el 79%, suficiente ya para que el rescate siga adelante. Obtener el quórum necesario era clave con este tipo de acreedores para que el plan cuajara, puesto que permitirá desconsolidar la deuda comercial heredada de Abengoa SA.

Capital y subida de sueldo

El capital de Nueva Abengoa se dividirá en acciones ordinarias (99,9%) y privilegiadas (0,1%), y estas últimas tendrán una serie de prebendas, como un dividendo mínimo. Los acreedores podrán elegir qué tipo de títulos reciben.

Mientras la empresa ultima su plan para sobrevivir, Gonzalo Urquijo, su presidente, percibió una remuneración total de 2,071 millones de euros en 2019, lo que supone un incremento del 39,4% con respecto a los 1,485 millones de un año antes.

La cotizada se mantiene en causa de disolución

Bolsa. La empresa cotizada, Abengoa SA, que está suspendida de negociación por la CNMV desde el pasado 14 de julio, queda en causa de disolución, al registrar un patrimonio neto negativo de 388 millones de euros. En una presentación, la empresa avisa de que, “para hacer frente a la situación, además de que se cierre la operación de financiación de Abenewco 1 y los acuerdos con sus proveedores comerciales, es necesario que la deuda de Abengoa SA de 153 millones se convierta en préstamos participativos con al menos el 96% de adhesiones”. La participación en la empresa que agrupará el negocio tendrá la participación en Nueva Abengoa, “siempre y cuando haya podido solucionar la situación de equilibrio patrimonial”.

Problemas. La compañía arrancó sus problemas en 2015, por las dudas sobre su deuda, con un preconcurso de acreedores que presentó en noviembre de ese año. Hasta el momento, sigue arrastrando todo tipo de penurias y se ha asomado varias veces al abismo, pero de momento ha conseguido salvarse otra vez. Este es el tercer plan de rescate, que, eso sí, tiene que recibir la luz verde del porcentaje necesario de sus acreedores financieros.

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