La digitalización como motor de recuperación y apuesta de futuro
La estrategia presentada por el Gobierno encaja plenamente con las prioridades de la hoja de ruta de recuperación que ha diseñado la UE
El plan de digitalización que el Gobierno anunció ayer y con el que espera movilizar 140.000 millones de euros en los próximos cinco años constituye una apuesta potente y decidida por completar la transición tecnológica en España y convertirla en uno de los motores de la recuperación. Del total de la inversión, 70.000 millones se aportarán durante los tres primeros años, y de ellos, 20.000 serán recursos públicos, la mayor parte de los cuales, en torno a 15.000 millones, procederán del fondo de ayudas europeo. El sector privado, que tendrá una participación clave en la financiación y desarrollo del programa, aportará los 50.000 millones restantes. El programa incluye casi medio centenar de medidas agrupadas en torno a diez objetivos estratégicos, entre ellos, lograr una conectividad del 100% en la población española, impulsar la tecnología 5G, desarrollar la digitalización en las Administraciones públicas, acometer la revolución industrial 4.0, mejorar las habilidades digitales en el mercado laboral y potenciarlas por medio del sistema educativo.
La importancia de acometer una transformación digital como la que plantea el plan del Gobierno va más allá de la coyuntura actual, marcada por la virulencia de la crisis económica y por la necesidad de iniciar la recuperación, y apunta hacia una transformación del modelo productivo con la vista puesta en un futuro que a corto y medio plazo será ya mayoritariamente digital. La estrategia presentada ayer encaja plenamente con las prioridades de la hoja de ruta de recuperación que ha diseñado la UE y que sitúa la digitalización como unas de las áreas más beneficiadas por el fondo de ayudas que los Veintisiete han acordado impulsar.
El papel del sector privado en el desarrollo y el éxito de este plan no solo incluye un destacado paquete de inversiones, sino también el ingente montante de recursos aportados en los últimos años, principalmente por Telefónica y otras empresas del sector, para el desarrollo de unas infraestructuras y redes de telecomunicaciones que sitúan a España a la cabeza de Europa en este ámbito y que constituyen una de sus principales ventajas competitivas en la carrera por la transformación digital de la economía.
Tanto el presupuesto como las líneas generales del plan presentado ayer son ambiciosos y están bien planteados, pero deben completarse con una cuidadosa selección de los proyectos destinados a beneficiarse de los recursos. Como en toda estrategia, el éxito dependerá no solo del diseño, sino de una ejecución eficiente, responsable y competitiva.