Reino Unido prohíbe a las telecos usar equipos de Huawei en el despliegue de redes 5G
Los operadores deberán eliminar el equipamiento del fabricante chino antes de 2027 Impedirá la adquisición de equipos a partir de enero
El Gobierno británico prohibirá a las operadoras de telecomunicaciones el uso de equipos 5G de la china Huawei, según ha dicho hoy Oliver Dowden, secretario de departamento Digital del Gabinete de Boris Johnson, en la Cámara de los Comunes. Con la nueva normativa, las telecos deberán quitar el equipamiento de Huawei antes de 2027.
De igual forma, los operadores de telecomunicaciones no podrán comprar componentes de redes 5G de Huawei desde finales de este año.
El responsable ha señalado que no ha sido una decisión fácil, pero es la correcta para el desarrollo de las redes de telecomunicaciones en Reino Unido. “Es por nuestra seguridad nacional y nuestra economía, ahora y a largo plazo”, ha explicado. La decisión retrasará la implantación del 5G en el país un año, según Dowden.
La decisión se toma tras las sanciones impuestas por Washington a Huawei, a la que acusa de ser una amenaza para la seguridad nacional, algo que la compañía china ha negado reiteradamente.
La prohibiión afectará a operadoras como Vodafone, BT, Hutchison y la española Telefónica, que opera en el país bajo la marca O2. En el caso del grupo español, la decisión tomada hace unos meses fue reducir la dependencia de Huawei de forma progresiva. Entre otros movimientos, Telefónica adjudicó la construcción de su red core de 5G en Alemania a la sueca Ericsson.
Bajo este escenario, parece probable que en Reino Unido, mercado estratégico para Telefónica, haya decisiones en la misma dirección. De todas maneras, Telefónica aunció el pasado año que el despliegue de su infaestructura 5G estaría a cargo de Ericsson y Nokia, básicamente. Su filial O2 no tiene kit de Huawei en el core. En la actualidad, en el ámbito de la radio (RAN), solo el 0,3% de los emplazamientos tiene kit de Huawei y está siendo sustituido.
En principio, las restricciones afectarán a compras futuras de equipos, dentro del escenario actual de sanciones de EE UU a China, y no a la equipación de las redes actuales de 2G, 3G y 4G con tecnología de Huawei. Este era uno de los escenaros más temidos por las telecos, dado el impacto en los costes que supondría también la sustitución de equipos ya instalados.
Eso sí, las restricciones sí podrían afectar a los equipos de Huawei en banda ancha fija, segmento en el que Reino Unido prevé amplios despliegues en los próximos años. En este caso, no obstante, el Gobierno británico facilitará una transición con un plazo de dos años.
En cualquier caso, las restricciones a Huawei abre la vía a la adjudicación de nuevos contratos para el futuro 5G a los fabricantes europeos Nokia y la citada Ericsson.
Edward Brewster, portavoz de Huawei en Reino Unido, ha asegurado que "esta decepcionante decisión es una mala noticia para cualquier persona en el Reino Unido que tenga un teléfono móvil. Presenta una amenaza de ralentizar el desarrollo digital de Reino Unido, aumentar los costes y profundizar la brecha digital. En lugar de subir el nivel, el gobierno está bajándolo y le instamos a que reconsidere esta decisión. Seguimos confiando en que las nuevas restricciones de los Estados Unidos no habrían afectado a la seguridad de los productos que suministramos al Reino Unido".
La decisión adoptada hoy deja en papel mojado la decisión adoptada por el Reino Unido el pasado enero, cuando decidió dejar que Huawei siguiendo siendo un proveedor de tecnología 5G, aunque limitando su participación de mercado. El cambio, según han argumentado desde el Gobierno de este país, se debe a que en mayo EE UU elevó las saciones a Huawei para interrumpir la capacidad de la compañía para fabricar sus propios chips, lo que llevó a los funcionarios de seguridad del Reino Unido a concluir que ya no podían garantizar la seguridad de los productos de la compañía china.
Sin embargo, algunos analistas creen que tras la decisión anunciada hoy también hay consideraciones políticas. Por un lado, están las amenazas de EE UU a sus socios europeos el pasado febrero de no compartir inteligencia con ellos si se abren a Huawei. Y, por otro, están los deseos del Reino Unido de llegar a un acuerdo comercial con EE UU, según la BBC, y los enfrentamientos entre Reino Unido y China a consecuencia de los conflictos en Hong Kong, ex colonia británica.
El portavoz de Huawei ha señalado, en este sentido, que "lamentablemente nuestro futuro en el Reino Unido se ha politizado, ya que se trata de una cuestión de política comercial de EE UU y no de seguridad. En los últimos 20 años, Huawei se ha centrado en construir un Reino Unido mejor conectado. Como empresa responsable, continuaremos apoyando a nuestros clientes como siempre lo hemos hecho".
Ahora, habrá que ver las posibles reacciones de Huawei y del Gobierno chino ante esta decisión, que se teme pueda provocar que otros países sigan los pasos del Reino Unido. El gigante chino emplea a unas 1.600 personas en este país y cuenta allí con varios centros de investigación.
De momento, la compañía se ha limitado a asegurar que realizarán una revisión detallada de lo que significa el anuncio de hoy para su negocio y que trabajarán con el gobierno británico para explicarle "cómo podemos continuar contribuyendo a un Reino Unido mejor conectado”.