El transporte de carga por carretera prevé una caída de 5.000 millones en ingresos en España
La asociación Astic reclama precisión en las medidas de apoyo al sector
La asociación del transporte internacional por carretera Astic ha llamado esta mañana la atención sobre la estimación de una caída de ingresos de 5.000 millones (17%) para el sector a causa del coronavirus. Han jugado en contra las restricciones al transporte y el estallido de la crisis económica, según las conclusiones del informe “Impactos del COVID-19 en el sector del transporte por carretera” realizado por la Unión Internacional de Transporte por Carretera (IRU), de la que Astic es miembro.
La minoración de ingresos en todo el mundo se calcula en 550.000 millones de euros en el presente ejercicio fiscal, lo que implica un descenso del 18% sobre la cifra global de negocio de 2019. El director general de Astic, Ramón Valdivia, ha recordado que el transporte de carga por carretera supone el 5% del PIB español y que hay centenares de empresas en grave riesgo de quiebra: “Si la Administración no impulsa de modo inmediato la colaboración público-privada, la destrucción del tejido empresarial será devastadora en este sector del que España es uno de los principales líderes europeos”, asegura.
El informe de IRU incluye un plan con diez puntos para la recuperación
En el caso del transporte de pasajeros por carretera, la situación es aún más grave: sólo en Europa las pérdidas superarán los 80.000 millones, con una caída del 57% respecto a los ingresos de 2019. Las empresas afrontan en este país una caída del 70% en cifra de negocio, con los servicios turísticos e interurbanos como principales afectados.
El informe de IRU incluye un plan con diez puntos para la recuperación que pasan por la mejora de las condiciones para el acceso a financiación y sistemas de apoyo a empresas en dificultades. "Hemos visto a muchos gobiernos ajustar la normativa y anunciar paquetes de recuperación, pero los planes específicos para los operadores de transporte por carretera son imprecisos", se queja el secretario general de IRU, Umberto de Pretto.