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Crisis del Covid

El paro sube en 5.107 personas en el peor junio desde 2008 y 1,1 millones de trabajadores salen de ERTE

El último día del mes se produjeron 161.500 bajas de cotizantes

Paro junio
Belén Trincado / Cinco Días

La crisis del Covid mantiene sus efectos sobre el empleo en junio, un mes tradicionalmente bueno por la preparación de la temporada de verano, pero que este año es absolutamente atípico. La recuperación de la afiliación media se mantiene (aunque cae fuertemente el último día del mes), y el paro sigue al alza hasta superar las 3.862.000 personas (respecto a los 3.858.000 de mayo), una subida que no se veía en el sexto mes del año desde 2008, pese a que este mes coincidía ya con la recta final de la desescalada y el comienzo de la bautizada como nueva normalidad. La reactivación, eso sí, ha hecho que 1,1 millones de trabajadores sujetos a Expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) se reincorporen a su puesto de trabajo.

El paro registrado crece en 5.107 personas en junio respecto al mes anterior, hasta un total de 3.862.883 parados, según comunicó este jueves el Ministerio de Trabajo. Para ver un dato tan negativo en junio hay que remontarse a hace 12 años, cuando el paro aumentó en 36.849 personas, en gran medida (21.866 personas) procedentes de la construcción. En 2020, la mayor parte del alza, sin embargo, procede de la agricultura, con 25.342 nuevos demandantes, y los mayores descensos proceden de servicios (caída de 27.319), construcción (-15.927), e industria (-7.770 ).

Las cifras, explicó el secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez, “confirman la tendencia de ralentización del crecimiento del desempleo iniciada en el mes de marzo”. Sin embargo, pese a que entre abril, mayo y junio se han recuperado uno de cada cinco empleos destruidos, la proporción de junio en este alza es minoritaria.

Los números de junio, explican desde el Ejecutivo, están de alguna forma “alterados” por el grupo de los demandantes “sin empleo anterior” y por una circunstancia anómala vivida en la Comunidad Valenciana. Así, casi 14.800 personas, el 48% del total de las que se han registrado bajo este epígrafe en toda España, lo hicieron en la Generalitat Valenciana para optar a una oferta de empleo “vinculada a la vigilancia de las playas debido al Covid”, señaló Pérez. La oferta contenía hasta 1.000 plazas y para optar a ellas había que estar inscrito en las oficinas del SEPE. “Sin esta circunstancia atípica el paro registrado habría disminuido en cerca de 9.000 personas”.

El número medio de afiliados a la Seguridad Social se situó a cierre de junio en 18.624.337 personas, lo que representa un aumento de 68.208 cotizantes respecto a la media de mayo (un 0,37% más). Se trata del segundo mes consecutivo en el que aumenta el número de afiliados, coincidiendo con las medidas progresivas de desconfinamiento. Sin embargo, si se compara el último día de mes y el primero (en lugar del valor medio), la economía perdió 99.906 cotizantes.

Destaca la caída el último día del mes, con la pérdida de 161.500 afiliados. Tal y como señaló el secretario de Estado de Seguridad Social y Pensiones, Israel Arroyo, la cifra se debe a una peculiaridad “perversa” del mercado de trabajo español, fundamentalmente alimentada por los despidos en el sector de la educación, que suelen recuperarse de nuevo en septiembre, con el inicio del nuevo curso.

En creación de empleo (en media) el aumento de cotizantes es el peor desde 2015, cuando se sumaron 35.085 nuevos cotizantes. En junio de 2019, se crearon 75.584 nuevos empleos y en 2018, 91.322. En variación anual supone 893.360 cotizantes menos que en junio de hace un año.

Como resaltó Arroyo, la mayoría de la recuperación de la actividad proviene de los trabajadores que salen del ERTE, y no de la creación de empleo. “Tenemos la confianza de que las cifras mejoren debido a la prorrogación de los ERTE hasta septiembre y de la creación de empleo durante los meses de verano. Estamos en una fase de activación, y será clave la campaña turística de este verano”, reconoció.

Respecto a los ERTE, desde el inicio de mayo, han salido 1,56 millones de afiliados. En el último mes, de hecho, 1,17 millones de trabajadores han abandonado esta situación. La mayoría se trata de ERTE de fuerza mayor (el instrumento que se habilitó al comienzo de la crisis para aminorar la sangría de despidos), ya que 1,059 millones de trabajadores han abandonado en junio la situación de este tipo de prestación, según los datos del ministerio.

“Los datos demuestran la disminución de la destrucción de empleo gracias a las medidas de contención puestas en marcha para taponar la hemorragia de destrucción de empleo a través de la facilitación de los ERTE”, señaló Pérez. Así, a diferencia de lo que “ha ocurrido en crisis anteriores, hemos logrado contener el empleo”. Esto justifica, señaló Pérez, que la previsión de desempleo que maneja el Gobierno se sitúe en el 19% para finales de 2020.

Casi 6 millones de prestaciones

EL SEPE, según los datos del Ministerio, abonó en mayo 5.986.864 prestaciones, lo que supuso el desembolso de 5.526 millones de euros. Este “nivel máximo de protección” es el resultado de sumar las prestaciones de quienes estaban desempleados antes de la crisis sanitaria, de quienes han perdido su empleo como resultado del coronavirus y de las personas que se encuentran afectadas por ERTE y que, por ello, han mantenido su empleo. De hecho, del total del importe de prestaciones, 3.318 millones fueron a parar a las prestaciones por ERTE y 2.208 millones a las diferentes prestaciones por desempleo. En mayo del pasado año, por analizar las diferencias, el total de las prestaciones no llegó a los 1,5 millones de euros.

Trabajo ha señalado también que este mes de mayo recibió 2,8 millones de solicitudes de prestación, un 330,7% más que en el mismo mes del año anterior, y que se tramitaron 2,3 millones, un 270,2 % más. Al cierre de mayo, había 4,95 millones de beneficiarios, un 183,5% más, con una cobertura del sistema de protección por desempleo del 134,8%, una tasa que supera el 100 % debido a que quienes reciben prestaciones contributivas por ERTE no computan como parados.

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