Los concesionarios se niegan a una reapertura desordenada y piden protección
Faconauto y Ganvam prevén que las matriculaciones de automóviles no superen este año las 800.000 unidades por el impacto del Covid-19
Las ventas de automóviles se desplomarán este año un 35% en comparación con 2019 debido al impacto del Covid-19, situándose alrededor de los 800.000 coches, una cifra que no se registra desde los peores años de la crisis económica, según previsiones de las patronales de concesionarios y distribución Faconauto y Ganvam, respectivamente.
CincoDías ha hablado con los presidentes de Faconauto, Gerardo Pérez, y Ganvam, Raúl Palacios, y ambos coinciden en la necesidad de que los concesionarios reabran –cerrados desde el decreto del estado de alarma del 16 de marzo– de manera “ordenada” y que estos cuenten con todos los elementos de protección adecuados para empleados y clientes.
“Pensamos que esta semana comenzará a llegar material [sanitario] a las concesiones, pero no tiene sentido que haya 160.000 personas esperando a clientes que no pueden acudir a la concesión. Si hubiera una autorización especial o una apertura a la actividad de los ciudadanos, nosotros estaríamos en disposición de abrir”, asegura Pérez.
Por su parte, Palacios no está conforme con que Sanidad haga que recaigan sobre la empresa las obligaciones del cumplimiento de los protocolos, porque, en su opinión, la deja en una situación de “inseguridad jurídica”. “No hay posibilidad de hacer test masivos y existe una complicación manifiesta para conseguir equipos de protección individual”, subraya.
Ambos, conscientes de que en la actualidad no prima la compra de un coche, piden al Gobierno una mayor flexibilidad en los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). Faconauto cifra en 151.000 los trabajadores afectados en los concesionarios de toda España por ERTE de causa de fuerza mayor, mientras que Ganvam asegura que, a 25 de marzo, se habían producido 5.000 despidos –de contratos temporales y de servicio no renovados– en el sector de la distribución.
“Haría falta promover un pacto entre empresas y Administración, en virtud del cual el Estado subvencione durante cuatro meses la incorporación de la totalidad de las plantillas acogidas a los ERTE en la misma cantidad que los está subvencionando hasta ahora. Las empresas, por su parte, se comprometen a mantener esos mismos puestos de trabajo durante cuatro meses más”, apunta Palacios, subrayando que dicha medida costaría menos del 2% del PIB.
Los concesionarios dejarán de facturar 2.500 millones de euros debido a la crisis provocada por el coronavirus, según Faconauto, por lo que la continuidad de muchos negocios, sobre todo la de los más pequeños, está en peligro. En este sentido, Pérez aboga porque en España se pongan medidas de dinamización como ha hecho China. Faconauto, Ganvam, y las patronales de fabricantes y proveedores Anfac y Sernauto, respectivamente, han planteado al Ejecutivo un plan de choque con 300 millones de euros para impulsar la demanda de vehículos.
Presión en plena alarma
En este contexto de incertidumbre en que el coronavirus ha sumido a la industria de automoción, fuentes del sector denuncian que hay marcas que están presionando a las concesiones para matricular operaciones ya cerradas pese a que no se pueden entregar por el estado de alarma.
“Hay incluso algunas que han intentado poner objetivos a sus concesionarios con un país confinado. Es la sinrazón más grande que hemos podido vivir en los últimos tiempos”, aseveran.
Por otro lado, el presidente de Faconauto también resalta que es el momento de que se imponga una nueva fiscalidad al automóvil, como vienen reclamando todas las patronales, en la que se grave el uso y no la compra. “Así se hace más accesible la compra de un coche a todo el mundo”, defiende, mientras Palacios destaca que la digitalización va a ser “esencial” en la era pos-Covid-19 para impulsar las ventas.