Los supermercados venden más a cambio de una mayor presión de costes
Las ventas crecen pero son menos rentables al haber tenido que adaptar las tiendas
Supermercados y tiendas de alimentación son, desde hace más de un mes, un servicio esencial en España. Las principales cadenas de la distribución alimentaria han experimentado durante las últimas semanas una mayor afluencia a sus tiendas, sobre todo durante os primeros días de confinamiento, pero sobre todo, un cambio de hábitos: menos visitas, pero tickets más cuantiosos.
Esto ha provocado un incremento de las ventas que, en principio, les debería colocar como uno de los sectores beneficiados por esta crisis. Dia lo reflejó en las cifras de su primer trimestre. En España sus ventas crecieron de nuevo un 2%, y hasta un 8% en términos comparables. Mercadona confirmó que solo en marzo vendió un 14% más. Y las que prefieren no dar públicamente las cifras reconocen incrementos de dobles dígitos. “En un día se vendía lo que se hubiese vendido en 15 o 20”, describían fuentes del sector a este periódico a principios de abril.
Sin embargo, el sector no quiere que se le ponga la etiqueta de “beneficiado” por esta crisis. Y tiene elementos para defenderlo.
Esos incrementos en las ventas han ido de la mano de unos mayores gastos operativos, derivados de las medidas excepcionales que han tenido que tomar desde la segunda semana de marzo. La primera urgencia fue garantizar el abastecimiento, lo que provocó incurrir en unos elevados costes logísticos.
El segundo, adaptar las tiendas: introducir mamparas, marcas en el suelo, dotar de equipamientos de seguridad a los empleados... Y tercero, precisamente, reforzar plantillas y bonificarlas por su labor.
Como publicó CincoDías el 3 de abril, las cadenas estaban sufriendo costes adicionales de entorno al 20% por todas estas acciones. Mercadona confirmó esta semana que, en su caso, la cifra se elevaba al 25% solo en marzo.
En ese mes tuvo que destinar 100 millones de euros que no tenía previstos a abastecer las tiendas, a adaptarlas y a reforzar y gratificar al personal.
Otro campo de batalla ha sido el online, que no estaba preparado para una demanda como la que se ha disparado durante le confinamiento, y que ha precisado que las empresas movilicen recursos para prestar el servicio, aunque sea con retrasos.
“La cadena de suministro ha tenido que hacer un esfuerzo tremendo en las primeras semanas. Eso tiene unos costes tremendos. Para el sector era mejor estar en la situación de normalidad anterior”, valoraron fuentes de la patronal del gran consumo, Aecoc. Esta ha realizado una encuesta que deja entrever que, una vez superada la crisis, la distribución alimentaria deberá acostumbrarse a un retorno a los hábitos que los consumidores desarrollaron en la crisis de 2008.
Esto supone volver a priorizar el factor precio por encima de cualquier otro, y como derivada, un mayor incremento de la demanda de las marcas blancas, que durante la anterior crisis llegaron a crecer 10 puntos. Ahora estas suponen en torno al 40% de las compras. No se espera un alza como entonces, pero sí una nueva subida.
Y Deoleo volvió a dar beneficios
Una de las empresas que han visto mejorar de manera ostensible su negocio coincidiendo con la crisis pandémica ha sido la aceitera Deoleo. Esta volvió a dar beneficios en un periodo financiero por primera vez en seis años. Lo hizo entre enero y marzo, primer trimestre del año, en el que se anontó una ganancia de 4,5 millones. Sus ingresos mejoraron un 14%, y solo en marzo se dispararon un 48% superiores al mismo mes del año anterior. ”El acopio realizado por los consumidores en el mes de marzo como consecuencia de la crisis del Covid-19 ha tenido un fuerte impacto en nuestros resultados en este primer trimestre”, reconoció la empresa.