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El Ibex cae un 2,88% y pierde los 6.700 por el castigo a la banca

La rentabilidad de la deuda española a 10 años roza el 1% y la prima de riesgo sube a los 145 puntos básicos

Imagen de una firma de corretaje de divisas en Corea del Sur.
Imagen de una firma de corretaje de divisas en Corea del Sur.EFE

El inicio de la temporada de resultados en España pasa a un segundo plano. Las consecuencias económicas del coronavirus están dejando un escenario negativo y en algunas ocasiones no visto hasta el momento. Con el mercado de petróleo, y en especial el estadounidense, colapsado por el exceso de oferta y la contracción de la demanda, los inversores huyen de los activos de riesgo.

Después de la volatilidad vivida en el inicio de semana, hoy las ventas se impusieron con fuerza de las Bolsas. El Ibex 35 sumó su segunda jornada consecutiva a la baja tras registrar un descenso del 2.88%, pérdidas que le llevaron a cerrar por debajo de los 6.700 puntos. Con la de hoy, la Bolsa española acumula unas pérdidas en lo que va de 2020 del 30,5%.

Los principales bancos españoles en Bolsa

En una jornada en la que los inversores mantuvieron la atención en los precios del crudo, los bancos volvieron a ejercer de lastre. Si bien los mayores descensos del Ibex 35 los protagonizó Amadeus (-6,97%), fueron las caídas de las entidades financieras las que más restaron al selectivo español. BBVA se dejó un 6,73%%; Santander, un 4,13%, Bankinter, un 4,1%; CaixaBank, un 3,13% y Sabadell y Bankia, un 4,11% y un 3,73%, respectivamente.

Varias son las razones que justifican este mal desempeño. La primera de ellas es que en un entorno de contracción económica, los valores cíclicos son los más castigados y la banca es uno de los mejores representantes. A ello se suma el desmentido de Bruselas sobre la creación de un banco malo a nivel europeo en un momento en el que los activos tóxicos del conjunto del sistema bancario español ronda los 85.000 millones de euros. Pero las caídas de la banca no se limitan al mercado español. El sector en Europa fue uno de los más penalizados, un comportamiento que se está viendo acentuado por el temor de impago de las petroleras.

Junto a los bancos también fueron destacados los descensos de las empresas vinculadas a las materias primas. Repsol, en el ojo del huracán ante la caída de los precios del crudo, cedió un 5,9%. A ella se sumaron ArcelorMittal (-5,8%) y Acerinox (-5,39%). En el continuo Técnicas Reunidas y Tubos Reunidos cayeron un 2,32% y un 1%, respectivamente.

En el lado de las subidas destacaron Grifols (6,06%) y Enagás (3,58%), las dos cotizadas que publicaron sus cuentas del primer trimestres. La farmacéutica ha visto incrementado un 63% del beneficio y se ve favorcida por las informaciones que apuntan a que en julio dispondrá de un tratamiento contra el Covid 19 basado en el plasma. Por su parte, Enagás eleva un 14,7% su resultado y confirma que mantendrá el dividendos. Le siguen siguen Viscofan con un alza del 1,63% y Ence, que suma un 1,58%.

Más acusadas fueron las pérdidas del resto de Bolsas europeas. El Dax alemán cedió un 3,99%; el Cac francés, un 3,77%; el Ftse británico, un 2,96% y el Mib italiano, un 3,59%. Unos descensos que tuvieron su réplica en EE UU donde el Dow Jones y el S&P perdían un 2,68% y un 3% al cierre de los mercados europeos.

Aunque el mercado del crudo acapara todas las miradas, este martes se ha publicado una referencia macroeconómica que sirve de termómetro a los inversores: el índice ZEW de confianza alemana. La confianza de los inversores institucionales en la coyuntura económica actual ha empeorado en abril hasta mínimos de mayo de 2009. El índice sobre la situación actual ha caído a -91,5 puntos desde los -43,1 de febrero. A pesar de esta visión negativa, los inversores se muestran mucho más optimistas con el futuro de la economía que sudbe a 28,2 puntos, su nivel más alto desde julio. No obstante, aunque los expertos se muestren positivos con el futuro, no será hasta 2022 cuando la economía recupere niveles previos a la pandemia.

El colapso del petróleo ha puesto de manifiesto las intensas perturbaciones que supone el coronavirus para la economía mundial, y una mala señal de cara a la eventual recuperación. Por un lado, indica el grado de destrucción de la demanda provocado por la pandemia y, por el otro, anticipa problemas para un sector energético muy voluminoso y fuertemente endeudado, algo que puede impactar en los mercados de crédito y puede llevar a muchas de estas compañías al impago de préstamos, una idea que empiza a ser recogida en las cotizaciones de la banca.

En Asia los mercados han registrado caídas de entre el 1% y el 2%, castigados también por las noticias sobre la salud del líder norcoreano Kim Jong un. Según fuentes de inteligencia citadas por Bloomberg, la CNN y otros medios, el dictador estaría en estado crítico después de una intervención cardiovascular. La agencia surcoreana Yonhap ha desmentido la noticia, citando a fuentes de Seúl. Los expertos señalan que la muerte del líder de Pyongyang abriría una gran incertidumbre sobre el futuro del país y podría desembocar en una guerra civil.

En el mercado de deuda los inversores también se decantan por las ventas, un movimiento que se traduce en un repunte de las rentabilidades y consiguiente caída del precio. Una jornada más vuelven a ser los países periféricos los más afectados. El rendimiento del bono español recupera la barrea del 1% desde el 0,89% de ayer. Mientras el bono italiano a 10 años sube al 2,15% frente al 1,94% de comienzos de semana. Estos incrementos se trasladan en un nuevo repunte de las primas de riesgo. La italiana subea los 263 puntos básicos, 24 puntos básicos más que ayer mientras la española pasa de los 134 a los 148. Mientras la rentabilidad de la deuda alemana aunque sube al -0,48% su repunte es más moderado y continúa en terreno negativo.

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