Grifols no da muestras de efecto Covid: gana un 63% más
La cifra de negocio en el primer trimestre alcanza los 1.293 millones de euros, un 11,8% más
Grifols se puede convertir de momento en una rara avis en el Ibex 35. La multinacional de derivados plasmáticos no se ha visto afectada en el primer trimestre por la pandemia del coronavirus y el confinamiento mundial a partir de marzo en casi todo el mundo. La crisis sanitaria no se ha reflejado en el primer trimestre en consecuencias en la obtención de plasma ni en el suministro a hospitales.
La compañía catalana anunció este martes a la CNMV que su cifra de negocio alcanza 1.293 millones de euros hasta marzo, lo que representa un incremento del 11,8% respecto al mismo periodo del año anterior y, además, gana 186,4 millones, lo que supone un 63% más, "por la mejora operativa y la reducción del resultado financiero", según la empresa.
Los ingresos han sido ligeramente mejores de los esperados por el consenso de analistas, que los situaban en 1.280 millones. La división bioscience, la de venta de derivados plasmáticos, continúa siendo el principal motor de crecimiento de los ingresos, con una facturación que aumentar un 13,6%.
En el caso de los beneficios, el resultado neto ajustado llega a los 153,1 millones, un 8% más, tras excluir un impacto contable extraordinario de 56 millones del año pasado por el acuerdo con la china Shanghai RAAS.
Como explicación al incremento de facturación, la compañía detalla que la demanda de inmunoglobulina en EE UU, Canadá y en diversos países de la Unión Europea continúa siendo muy sólida con un crecimiento de doble dígito y, además, señala que alfa-1 antitripsina es otro de los motores de la división, con especial incremento en el mercado norteamericano.
Una prueba diagnóstica del coronavirus en mayo
Grifols también informa que ha acelerado el desarrollo de una prueba diagnóstica específica de alta sensibilidad que permite la detección del virus SARS-CoV-2 basada en su tecnología de Amplificación Mediada por Transcripción (TMA, por sus siglas en inglés).
El laboratorio indica que los primeros lotes están en proceso de fabricación y se prevé que estén listos a principios de mayo. "Grifols está realizando todos los esfuerzos necesarios para poder ponerlos al servicio de las autoridades sanitarias", indica la empresa.
La tecnología TMA es habitual en los centros de transfusión, bancos de sangre y centros de donación de plasma de todo el mundo porque, además de una elevada sensibilidad analítica, se adapta a grandes volúmenes de muestras de forma automatizada.
El banco Citi publicó hace un par de semanas algunos riesgos que veía en Grifols por la crisis sanitaria del coronavirus. “Nuestras previsiones revisadas reflejan los posibles impactos del Covid-19, que van desde la reducción de la obtención de plasma en el lado del suministro, hasta las reducciones en la administración de tratamientos basados en proteínas plasmáticas en los hospitales y la menor demanda de servicios de detección y screening”, apuntó la entidad financiera en el informe.
- Investigación frente al coronavirus
Dentro de su inversión industrial, como parte de la respuesta contra la pandemia, el laboratorio está ampliando sus instalaciones para la inactivación vírica de plasma (en una técnica gracias al azul de metileno como marcador) situadas en su complejo industrial de Clayton (Carolina del Norte), en el que también cuenta con una planta aislada en la que producirá su inmunoglobulina anti-SARS-CoV-2.
El laboratorio recuerda a los inversores en su documento a la CNMV que lidera un estudio clínico de eficacia para una inmunoglobulina hiperinmune anti-SARS-CoV-2 en colaboración con la agencia del medicamento estadounidense (FDA, en sus siglas en inglés) y otros organismos sanitarios. Igualmente, trabaja con las autoridades sanitarias de EE UU, España y Alemania para utilizar las trasfusiones directas, previamente inactivada a través del azul de metileno, de plasma de pacientes recuperados (plasma convaleciente) como tratamiento. También ha desarrollado una prueba diagnóstica de alta sensibilidad para detectar el SARS-CoV-2.
A finales de marzo anunció que espera empezar a producir inmunoglobulina frente a Covid-19 a partir de julio en Estados Unidos con el fin de ayudar a frenar la evolución del coronavirus. Se trata de un derivado plasmático con anticuerpos frente a esta infección.
- Otros acuerdos en el primer trimestre
También al final del primer trimestre, cerró el desembarco en el fabricante chino de derivados de plasma Shanghai RAAS (SR), del que se convierte en principal accionista y con el que da un salto en ese mercado asiático. La compañía española a la vez que cede una participación a su socio en su filial estadounidense Grifols Diagnostic Solutions. De esta forma, Grifols controla el 26,20% del capital de SR (derechos económicos y de voto) a cambio de una participación no mayoritaria en Grifols Diagnostic Solutions (45% de los derechos económicos y 40% de voto).
En febrero asimismo llegó a un acuerdo con a mano del fondo soberano saudí Public Investment Fund (PIF) para abrir una fábrica en Arabia Saudí para impulsar el autoabastecimiento de medicamentos plasmáticos en la región.
- Deuda neta de 5.800 millones
La deuda financiera neta de la empresa con sede en San Cugat (Barcelona) se sitúa en 5.803,6 millonesy la ratio de deuda financiera neta sobre ebitda mejora hasta 4,12 veces. "La gestión del endeudamiento sigue siendo una prioridad para la compañía, como refleja la reducción de la ratio en los últimos trimestres", según el comunicado de la compañía, que refinanció a finales del pasado año 5.800 millones de pasivo.
La empresa informa que su posición de liquidez se sitúa por encima de 1.200 millones. "Como resultado del Covid-19, Grifols se ha anticipado y está tomando todas las medidas necesarias para fortalecer aún más su sólida posición de liquidez", se destaca desde la empresa.