ACS defiende el dividendo y da tranquilidad a los analistas sobre la remuneración de Abertis
Un informe del Sabadell estima una caída del 13% en el beneficio por acción de 2020 por el efecto del coronavirus
El pago del dividendo de ACS, previsto bajo la modalidad de remuneración flexible, está inicialmente garantizado a la vista de la convocatoria de junta de accionistas, fijada para el 8 de mayo. La propuesta parte de un dividendo flexible por un máximo de 630 millones (625 millones en 2019) repartidos en dos entregas. El pay out de la entidad es del 65%.
Más allá de este intento por mantener la normalidad, la compañía ha compartido con analistas algunas estimaciones sobre el impacto del coronavirus en el negocio. Entre ellos se encuentra el equipo del Sabadell, que expresa en un informe que el dividendo estará sujeto a la “evolución el escenario macroeconómico y el impacto de la crisis del Covid-19 en ACS”.
El precio objetivo que la entidad otorga a la constructora está bajo revisión tras el road show virtual, pero su informe ya anticipa que el beneficio por acción podría caer este año un 13% respecto al obtenido en 2019.
La dirección de ACS ha trasladado tranquilidad respecto a la liquidez, con 8.000 millones en caja y 6.000 millones en líneas de crédito sin disponer, “que incluso estarían ampliando a nivel corporación”, explica el Sabadell.
El grupo tiene un ratio de deuda financiera frente al ebitda estimado para 2020 de 1,2 veces, incluido el factoring. Los vencimientos alcanzan este año los 5.064 millones (incluido el factoring) y la empresa dice carecer de datos sobre el deterioro del circulante.
La aportación de Abertis
ACS da por seguro el cobro del dividendo de Abertis en este 2020, con 875 millones a repartir con Atlantia. El abono en 2021, comprometido en otros 875 millones, “dependerá de cómo evolucionen los tráficos y las posibles inversiones de la compañía”. En el horizonte más cercano de Abertis está el intento de adquisición del 80% de la portuguesa Brisa y la consolidación de la mexicana RCO.
Tampoco se esperan sobresaltos en operaciones abiertas aún como es la de la venta de activos en renovables. El importe esperado por ACS es de 450 millones más una asunción por parte de GALP de 430 millones de euros en project finance.
Sabadell ve “excesivo” el castigo en Bolsa sufrido por el grupo. La cotización actual asume un valor cero para Hochtief y Abertis
El impacto del virus se traduce en la paralización de las obras en España, que no cancelaciones aún, y la previsión de una ejecución muy reducida en abril. ACS dice tener una estructura ligera en España a la hora de afrontar los costes fijos incurridos durante el periodo de parada de las obras. Para el resto del año no se descarta cierta pérdida de producción.
En Industrial, la compañía espera una recuperación más rápida que en construcción y no han parado los servicios de O&M al considerarse esenciales. Y las actividades de Servicios consideradas esenciales están por encima de lo previsto, aunque cae el resto del negocio y se espera una reducción de actividad del 10% al 15%, al margen del coste de los ERTEs.
Sobre el negocio en Australia y EE UU, aún hay escasa visibilidad sobre la crisis. La construcción no ha parado aún en Australia (18,7% de los ingresos de ACS), donde se prevé un impacto negativo en minería hasta dejar plano el resultado de ese negocio. Y también cautela en Estados Unidos (43,4% de las ventas de 2019), donde la actividad crecía hasta marzo pero se está produciendo una rápida expansión del virus. La normalidad es la nota dominante hasta ahora en el negocio que reside en Latinoamérica (5,6% de la facturación).
En su análisis, Sabadell ve “excesivo” el castigo en Bolsa sufrido por el grupo. La cotización actual asume un valor cero para Hochtief y Abertis.