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Las promotoras temen el golpe a las subcontratas por el cierre de las obras

Las inmobiliarias esperan un periodo breve de parón que no afecte a las entregas y a los compromisos con los clientes

Vista de unas obras en Valencia.
Vista de unas obras en Valencia. Efe
Alfonso Simón Ruiz

Las promotoras miran con preocupación la parálisis de las obras ante el temor de un alargamiento del parón decretado este domingo por el Gobierno. Algunas de los representantes empresariales consultados lamentan que el cese de la actividad pueda llevar a preconcurso al tejido de pequeñas subcontratas que edifican las viviendas y ven con incertidumbre cómo afectarán los retrasos a las entregas y a la relación con los clientes.

Uno de los miedos del sector es que las pequeñas subcontratas no puedan soportar el tiempo del parón asumiendo los sueldos de los trabajadores y, antes de seguir pagando nóminas o acogerse a vías como los ERTE, estas constructoras decidan judicializar la crisis. Ese camino por los tribunales podría llegar bien por la vía de presentar concurso de acreedores o bien por el camino de renegociar los contratos de ejecución de la edificación con las promotoras al amparo de las causas de fuerza mayor, según estas fuentes. Los contratos de construcción de vivienda llevan meses con tensiones por el aumento de los costes en las obras y la falta de mano de obra.

Igualmente, las promotoras recelan del cumplimiento del calendario de entregas de vivienda a los clientes, sobre todo si la parálisis en la edificación va más allá de dos semanas y el sector constructor se resiente. Las compañías apuntan, según las fuentes consultadas, a que haya compradores que esgriman los retrasos para intentar romper judicialmente las compras.

A eso se suma el problema comercial de un frenazo casi total en las ventas en marzo desde el decreto del estado de alarma, según fuentes del sector, que contrastan con un buen ritmo en enero y febrero.

Entre las grandes promotoras, Neinor ha tenido que paralizar 50 obras. En todo caso, un portavoz de la inmobiliaria vasca apunta que es pronto para evaluar el efecto de la pandemia “en las condiciones económicas y temporales de las obras, constructoras y tejido asociado a la actividad”. En el caso de Metrovacesa, la suspensión afecta a 44 obras. “El impacto de la pandemia en la economía en general y en la actividad continúa siendo incierto y, con difícil predicción a día de hoy debido a los cambios que se suceden diariamente”, indican desde esta compañía cotizada y controlada por Santander.

“Nuestra prioridad ahora mismo es parar en seco todas las obras, más de 70, y asegurarnos de que lo hacemos con total seguridad”, explica un portavoz de Aedas Homes. “Aún es muy pronto para valorar el impacto de estas dos semanas de retrasos”, añade.

“A partir de hoy es cuando empezaremos realmente a ver los efectos del nuevo decreto, aprobado por el Gobierno este fin de semana. La paralización de estos días, evidentemente, afectará a la actividad y a todo el sector, pero todo dependerá hasta cuando se extienda esta nueva medida”, opina José Carlos Saz, consejero delegado de Habitat, inmobiliaria del fondo Bain Capital, que ha detenido 20 obras. “Confiamos en poder volver a la normalidad y reanudar nuestros trabajos lo antes posible”, añade.

"Esperamos que tengan el menor impacto posible, puesto que hemos mantenido unos niveles de reservas y preventas muy positivos desde el comienzo del año", indican desde Vía Célere, promotora controlada por el fondo Värde Partners.

Algunas de las grandes empresas lamentan el parón porque las obras de edificación han seguido su curso estas últimas semanas sin apenas incidentes por el coronavirus, destacando que la edificación hubiese podido seguir activa en condiciones de seguridad y sin peligro de contagio para los trabajadores. Por eso ven un error del Gobierno paralizar aún más la economía. Aun así, las compañías unánimemente aceptan la decisión de la autoridad por motivos sanitarios, pero cruzando los dedos para que solo dure hasta después de Semana Santa.

La patronal del sector promotor, APCEspaña, indica que la repercusión económica dependerá de cuánto tiempo se prolongue el estado de alarma sanitaria y, por tanto, la paralización de la actividad constructora. “El sector promotor y constructor representa, en términos de oferta, un 6% del PIB español y emplea a más de 1.284.000 trabajadores a cierre de 2019”, recuerdan desde la organización.

“Desde APCEspaña consideramos que paralizar una actividad tan relevante para la economía española hubiera requerido de una mayor diálogo con los actores sectoriales y, sobre todo, un periodo de tiempo suficiente desde su aprobación hasta su entrada en vigor, de cara a realizar una paralización ordenada de las obras en curso para evitar cualquier riesgo a los trabajadores que tienen que desmontar las obras auxiliares, la retirada de materiales químicos o de posible combustión y programar la protección civil y la vigilancia”, indican.

Sobre la firma

Alfonso Simón Ruiz
Graduado en Economía y máster de Periodismo UAM / EL País. En Cinco Días desde 2007. Redactor especializado en información empresarial, especialmente sobre el mercado inmobiliario, operaciones urbanísticas y, también, sobre la industria farmacéutica y compañías sanitarias.

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