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Crisis

Lufthansa dejará en tierra 700 de sus 763 aviones hasta el 19 de abril

El presidente Carsten Spohr asegura que el sector no sobrevivirá sin ayudas públicas

Área de facturación de equipaje de Lufthansa, completamente vacía, en el aeropuerto de Munich.
Área de facturación de equipaje de Lufthansa, completamente vacía, en el aeropuerto de Munich.Reuters
Javier Fernández Magariño

El mayor holding europeo de aerolíneas, Lufthansa, se ve incapacitado para establecer estimaciones operativas o económicas para este año ante la incertidumbre generada por el coronavirus. Como es regla común en todo el sector se actúa al minuto y a la defensiva ante el derrumbamiento de las reservas y las prohibiciones de vuelo. La compañía, que agrupa a Lufthansa, Eurowings, Swiss, Austrian Airlines, Brussels Airlines y Edelweiss, ha desvelado esta mañana, en el marco de la presentación de los resultados de 2019, que tiene parados 700 de sus 763 aviones.

El grupo solo mantiene un 5% de sus vuelos regulares, además de contadas operaciones para repatriar ciudadanos. "La propagación del coronavirus ha llevado a la economía mundial y a nuestra empresa a un estado de excepción hasta ahora desconocido", ha declarado el presidente del holding, Carsten Spohr, "tenemos que contrarrestar esta situación extraordinaria con medidas drásticas y, a veces, dolorosas".

Otros gigantes de la aviación europea también, como Ryanair o Easyjet, también se plantean dejar sus flotas en los aeropuertos a la espera de que remita la pandemia.

Salvavidas estatal

El primer ejecutivo de Lufthansa ha hecho suyo esta mañana un mensaje ya global en el sector aéreo, el de la petición de ayudas estatales para que las aerolíneas puedan soportar una crisis sin precedentes y con consecuencias aún por determinar.

Las grandes compañías europeas guardan un total de 26.000 millones en la caja para afrontar este tsunami que arrasa el negocio, pero aerolíneas independientes están expuestas a quiebras inminentes. Desde Iata se estima que tres cuartas partes del sector apenas aguantará tres meses con sus niveles de efectivo.

Lufthansa también ha activado vuelos específicos para atender el transporte de carga y evitar la inanición de las cadenas de suministro.

Respeto al plan de ajustes, tras el anuncio de la cancelación del dividendo el grupo asegura que está implantando medidas de ahorro y el citado tijeretazo a la producción.

Desplome del beneficio en 2019

Lufthansa cerró 2019 afectada por un enfriamiento de la demanda y un alza de 600 millones en el coste por combustible. Los ingresos del grupo aumentaron en un 2,5%, hasta los 36.400 millones, mientras que ajustado alcanzó 2.000 millones. El margen de ebit ajustado fue del 5,6% frente al 8% de 2018. El beneficio neto consolidado cayó un 44%, hasta los 1.200 millones de euros (2.200 millones de euros en 2018).

Los ingresos unitarios de las aerolíneas del grupo cayeron un 2,5%, ajustados por los efectos del tipo de cambio, "debido a la sobrecapacidad en los mercados de origen del Grupo Lufthansa", explica la empresa. Al mismo tiempo, los costes unitarios ajustados por los efectos del combustible y la moneda se redujeron en un 1,5% en 2019.

Las inversiones en 2019, de 3.600 millones de euros estuvieron 200 millones por debajo de las efectuadas en el ejercicio precedente. Gran parte del esfuerzo fue para aviones nuevos. El flujo de caja libre ajustado cayó a 203 millones de euros (288 millones de euros en 2018) debido a las menores ganancias y mayores pagos de impuestos.

El rendimiento del capital empleado (ROCE ajustado) después de impuestos disminuyó al 6,6% en comparación con el 10,8% de 2018.

El grupo Lufthansa presenta un pasico neto de 4.300 millones de euros, incluidos los pasivos por arrendamiento por 2.400 millones de euros. Su deuda neta prácticamente se duplicó en 2019, hasta los 6.700 millones de euros.

La compañía cuenta con 4.300 millones de liquidez después de recaudar 600 millones en las últimas semanas en fondos adicionales. Además, dice contar con líneas de crédito no dispuestas por 800 millones.

Sobre la firma

Javier Fernández Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.

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