Apple pagará hasta 500 millones de dólares para resolver la demanda sobre los iPhones ralentizados
La firma de Cupertino deberá pagar a los consumidores 25 dólares por iPhone, cantidad pendiente de ajuste, con un pago mínimo total de 310 millones de dólares
Apple ha acordado pagar hasta 500 millones de dólares (unos 447 millones de euros) para poner fin a las acusaciones de que empeoró deliberadamente el rendimiento de las baterías de los iPhones más antiguos para inducir a los propietarios a reemplazar los teléfonos o la batería. El acuerdo preliminar fue revelado el viernes por la noche y debe ser aprobado por un juez de California (EE UU). Según lo acordado, Apple deberá pagar a los consumidores 25 dólares por iPhone, cantidad pendiente de ajuste dependiendo de cuántos teléfonos sean elegibles, con un pago mínimo total de 310 millones de dólares.
La compañía de Cupertino negó las malas conductas y resolvió el caso en EE UU para evitar las cargas y costes de los litigios, según documentos jurídicos citados por Reuters. La resolución cubre los modelos iPhone 6, 6 Plus, 6s, 6s Plus, 7, 7 Plus o que emplearan una versión del sistema operativo iOS superior a la 10.2.1.
Los demandantes aseguran que el rendimiento de sus teléfonos empeoró después de haber instalado las actualizaciones del sistema operativo iOS de Apple. Por ese motivo pensaban que sus móviles estaban próximos al final de su vida útil y que era necesario cambiar la bateria o, directamente, reemplazarlos.
El caso, que generó un problema de confianza en la compañía, saltó en diciembre de 2017 y Apple fue demandada en EE UU, Francia (donde por ley está penada la obsolescencia programada) y en Israel. La compañía de la manzana defendió que la ralentización de los iPhone más antiguos vía software, se hizo para alargar su vida y evitar que se colapsasen, pero múltiples organizaciones de consumidores vieron detrás una maniobra de la compañía para impulsar las ventas de sus nuevos modelos y la acusaron de recurrir a tácticas poco éticas de obsolescencia programada.
Apple publicó entonces una carta dirigida a sus clientes en la que les pedía perdón por el “malentendido” generado, ofreció un descuento de 50 dólares para el cambio de batería, y anunció que la siguiente actualización de iOS incluiría una herramienta que permitirá a los usuarios conocer la “salud” de la batería de su iPhone para que decidan si procede cambiarla o no.
La multinacional llegó a especificar en su carta que no se trataba de una desaceleración total, sino de un “manejo inteligente” de la carga de trabajo, que perseguía evitar que el dispositivo se apagara de forma inesperada y pudiera dañar algunos componentes. “Esta gestión de energía funciona al observar una combinación de la temperatura del dispositivo, el estado de carga de la batería y su vida útil. Solo si estas variables lo requieren, iOS administrará dinámicamente el rendimiento máximo de algunos componentes del sistema, como la CPU y la GPU, para evitar cierres inesperados”, señaló en ese momento el fabricante del iPhone.
Pese a ello, la crisis ya estaba generada y las demandas en marcha. Ahora, tras conocerse el pago acordado por Apple para poner fin a las demandas en EE UU, los abogados de los consumidores han descrito como “justo, razonable y adecuado” el acuerdo.