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Ingeniería

Duro Felguera logra beneficios mientras negocia con la banca y busca un inversor

El grupo ganó 11 millones de euros: espera un acuerdo con las entidades para lograr 80 millones en avales

Una sede de Duro Felguera
Una sede de Duro Felguera

Duro Felguera, que está en situación complicada desde 2018, ganó 11 millones de euros el año pasado, frente a las pérdidas de 119,3 millones del ejercicio previo, aunque facturó 397,6 millones de euros, lo que supone una caída del 5,6%. La compañía destaca que su margen de ebitda se situó en el 5,1%, por encima del 0,9% previsto en su plan estratégico. El objetivo es llegar al 5,8% en 2023. Su ebitda fue de 21 millones frente a los números rojos en este epígrafe de 124,4 millones en 2018.

La buena noticia es que el grupo asturiano mantiene patrimonio neto positivo de 16,6 millones de euros y asegura además que está negociando en la actualidad la disposición de una línea de avales de 80 millones de euros, necesaria para cubrir las necesidades de negocio de los próximos ejercicios. Espera llegar a un acuerdo en las "próximas fechas", según consta en su informe anual.

El consejero delegado de Duro Felguera, José María Orihuela, ha declarado en una conferencia con periodistas el sábado 29 de febrero que confía en que el grupo de mayores acreedores, denominado G5 y formado por Santander, BBVA, Sabadell, CaixaBank y Bankia, conceda a la empresa los avales, al menos una parte de los solicitados.

En agosto, la aseguradora Cesce, participada en un 50,25% por el Estado, se comprometió a blindar el 60% de los 80 millones en avales que pide la compañía a la banca para seguir adelante. La petición se ha reducido desde los 100 millones solicitados inicialmente. La empresa, con ese balón de oxígeno, podría liberar entre 20 y 30 millones de euros de liquidez que ahora mismo tiene bloqueada.

El máximo ejecutivo del grupo ha remarcado que han reducido el riesgo con el G5 en más de 200 millones desde mayo de 2017 y que están trabajando ya con bancos y asesguradoras en los países en los que vaya a presentarse a concursos para no requerir necesariamente el apoyo de las entidades españolas. La situación de la empresa es inviable en su situación actual. No tiene gasolina para acudir a nuevos proyectos, debido a que no cuenta con los avales de la banca, de modo que acudir a entidades financieras locales es el plan que está actualmente en marcha.

Duro Felguera sigue renegociando con los clientes los términos de algunos proyectos en marcha con el objetivo de mitigar el riesgo de sobrecostes, retrasos o pérdidas adicionales. Así, mantiene negociaciones y reclamaciones presentadas abiertas con clientes por importe total de 244millones de euros, de los que espera recuperar una parte.

Orihuela ha destacado que la compañía se encuentra también en un intenso proceso de reducción de costes de estructura en general y en particular el de los costes de asesores externos. La plantilla media del año pasado bajó además a 1.546 personas, frente a las 1.757 de 2018. Y está en un proceso de desinversiones que incluye activos inmobiliarios como su sede. 

Duro Felguera asegura además que está en la "búsqueda de inversores industriales con vocación de permanencia para reforzar la posición patrimonial y de tesorería". "Hay españoles y extranjeros, pero de momento son meros contactos", ha matizado Orihuela.

La tesorería neta de Duro Felguera era de 16,9 millones, que resulta de restar a su caja, de 119,9 millones de euros, su pasivo de 102,9, si bien la empresa detalla que 30,6 miles de euros están bloqueados por ser depósitos en efectivo realizados en sustitución de avales de proyectos. Logró 47 millones de euros del laudo que ganó a Samsung por el proyecto Roy Hill: se anotó 38 millones en 2018 y otros nueve en el primer semestre de 2019.

Mientras, el denominado G5 discute todavía el futuro del grupo de ingeniería. Una parte de las entidades es comprensiva con la compañía e insta a las demás a que se le vayan concediendo una parte del importe solicitada en avales de manera progresiva, según fuentes financieras.

Los bancos, incluso, contemplan la refinanciación de los 85 millones de deuda que mantiene con ellos. Eso sí, al mismo tiempo, Duro Felguera debe ir dando pruebas fehacientes de que va cumpliendo con su plan de negocio. Los bancos más duros, CaixaBank y Sabadell, según fuentes conocedoras de la situación, abogan en cambio por transformar los 85 millones que se mantienen como deuda en obligaciones convertibles. Duro Felguera se sacudiría así ese pasivo, ya que pasaría a computar como capital, según fuentes financieras.

Los problemas acuciantes para Duro Felguera llegaron en marzo del año pasado, cuando evaluó todos los proyectos y detectó negocios fallidos por 110 millones adicionales que anotó como provisiones en las cuentas de 2018 y que sumó a los 40 millones ya identificados. Eso, después de la quita por 233 millones y de que la empresa ampliara capital por 125 millones en el verano de 2018.

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