Egipto y ENI pagan 547 millones a Naturgy y ponen fin al conflicto de Damietta
La energética española se queda también con los activos de UFG fuera de Egipto, según el acuerdo firmado a tres bandas
Naturgy, ENI y la República Árabe de Egipto firmaron ayer un acuerdo para resolver “amigablemente” el largo conflicto vivido por Unión Fenosa Gas (UFG), la sociedad participada al 50% por Naturgy y la petrolera italiana ENI, propietaria de un 80% de la planta de licuefacción egipcia de Damietta, parada desde 2012. El conflicto se remonta a la 2011 cuando, a raíz de la llamada Primavera Árabe, la empresa pública egipcia EGAS (dueña del otro 20%) dejó de suministrarle gas natural, amparándose en un supuesto estado de excepción. Las afectadas instaron, entre otros, un arbitraje ante el Ciadi, tribunal arbitral dependiente del Banco Mundial.
Según comunicó ayer la energética española, las partes han firmado “los acuerdos pertinentes” y “tienen la intención de completar en el primer semestre de este año las transacciones incluidas en el mismo”. UFG tenía a su favor un laudo del Ciadi que obligaba a Egipto a indemnizarle con 2.000 millones de dólares, aunque la paz ha sido posible a través de un acuerdo privado entre las tres partes.
Naturgy recibirá un pago en efectivo de 600 millones de dólares (unos 547 millones de euros), así como la mayoría de los activos fuera de Egipto, excluyendo las actividades comerciales de UFG en España. Dicho pago será desembolsado por ENI y EGAS, que se repartirán la propiedad de Damietta al 50%. Así, ambas se quedan con el 40% de Naturgy: la italiana sube su participación un 10% y la egipcia un 30%.
El pacto, firmado en El Cairo, implica valorar el 100% de UFG en unos 1.366 millones de euros, de los que 1.093 millones corresponden a los activos en Egipto y los 273 millones restantes, a los que tiene fuera de ese país.
La solución pone fin a la presencia de Naturgy en Egipto, a la alianza con ENI y a cualquier obligación de compra de gas natural licuado (GNL) al país árabe en el futuro. Naturgy califica el acuerdo como “un paso importante para reducir gradualmente la exposición de la compañía a los contratos de aprovisionamiento de gas, y resuelve una situación compleja que se remonta a 2012 y que requería importantes recursos”.
La compañía reduce de paso “su perfil de riesgo y simplificar su presencia geográfica y de negocio, con el objetivo de reasignar capital y recursos en áreas que maximicen el valor a largo plazo para todos sus accionistas, tal como se prevé en el plan estratégico 2018-2022”, añade en una nota.
El conflicto se inició cuando, con la caída del régimen de Hosni Mubarak, Naturgy se ve obligada a evacuar a la mitad del personal que trabajaba en la planta en un buque metanero. Con la posterior llegada al poder de los Hermanos Musulmanes, UFG llegó a un acuerdo de tres años para garantizar la supervivencia de la planta.
Damietta tuvo periodos de gracia, pero lo habitual fue la falta de suministro. Las propietarias han mantenido una larga batalla legal para recuperar su inversión en distintos tribunales. También un sindicato de 22 bancos internacionales instó un arbitraje por el incumplimiento por Egipto de los compromisos financieros del project finance.
Un valor en libros de 344 millones
La planta de Damietta, ubicada en la costa mediterránea de Egipto, se construyó para licuar gas extraído en territorio del país árabe para ser transportado en buques en forma de GNL. La falta de suministro de combustible por parte del Gobierno, a raíz de revueltas y atentados que afectaron a la zona durante la Primavera Árabe, impidió el funcionamiento regular de la instalación desde 2012.
Aunque lo que recibe Naturgy está por debajo de la indemnización que impuso el laudo del Ciadi (2.000 millones de dólares), hace muchos años que este activo está devaluado en las cuentas de la compañía. Concretamente, 344 millones de euros. Por tanto, Naturgy se anotará una recibirá una plusvalía por la diferencia, si bien, la destinará a la caja.