La economía de Japón se contrajo un 1,6% en el último trimestre tras la subida del IVA
El factor que más pesó fue la caída del gasto de los hogares, aún sin el efecto del coronavirus
El Producto Interior Bruto (PIB) de Japón se contrajo un 1,6% en el último trimestre de 2019 respecto al trimestre anterior, debido sobre todo a la caída del consumo tras la subida del IVA aprobada en octubre, según los datos publicados este lunes por el Ejecutivo. Es la mayor caída desde el segundo trimestre de 2014 y aún no recoge los efectos del brote de coronavirus que, previsiblemente, afectará también a la producción industrial, el turismo y al consumo. De mantenerse esa caída, la tasa anualizada de caída sería de un 6,3%, frente al 3,6% esperada por los analistas de Reuters.
El factor que más contribuyó a esta evolución negativa de la economía fue la caída del gasto de los hogares, del 2,9% respecto al tercer trimestre, descenso que se atribuye a la entrada en vigor en octubre del incremento del impuesto sobre el consumo (IVA). Es el primer descenso en los últimos cinco trimestres. El descenso, mucho peor de lo esperado, indica que las medidas que propuso el gobierno para amortiguar el efecto de la subida fiscal no ha funcionado.
Los analistas también apuntan a que pudo influir la inusual subida de temperaturas que registró Japón y que frenó la compra de ropa de invierno.
La contracción del PIB es mayor del 3,7% esperado por los analistas de Reuters y llega después de cuatro trimestres consecutivos de crecimiento. El descenso anualizado es el más agudo registrado en Japón desde el segundo trimestre de 2014.
El gasto de capital cayó un 3,7% en el cuarto trimestre respecto al tercero, mucho más del 1,6% esperado por los expertos. Se trata de la primera disminución de la inversión en tres trimestres. Las exportaciones, otro de los componentes que más habían contribuido a la racha expansiva de la economía nipona, experimentaron una caída del 0,1% frente al tercer trimestre. La inversión pública aumentó un 1,1% en comparación con el tercer trimestre, debido a los estímulos aplicados por el Ejecutivo de Abe para mitigar el impacto negativo del impuesto del IVA.
El dato de PIB también plantea la posibilidad de que con el brote de coronavirus, la contracción se extienda al primer trimestre de 2020. La debilidad de la economía puede obligar al primer ministro Shinzo Abe a considerar otra inyección de gasto adicional para apoyar el crecimiento, poco más de dos meses después de su último paquete de estímulos.
Los analistas temen que en el primer trimestre de este 2020 el PIB nipón se resienta por el efecto del brote del COVID-19 en China sobre los grandes productores industriales nipones, así como sobre el gasto de los turistas extranjeros que visitan Japón en esas fechas.
"Anticipamos otra contracción en el primer trimestre en Japón. Sencillamente no hay factores positivos para basar un pronóstico de crecimiento positivo ", asegura a Bloomberg Mari Iwashita, economista jefe de Daiwa Securities.
"Hay muchas posibilidades de que la economía sufra otra contracción en enero-marzo. El virus afectará principalmente al turismo y las exportaciones, pero también podría pesar mucho sobre el consumo interno", dijo a Reuters Taro Saito, economista del NLI Research Institute. "Si el brote no se ha contenido para los Juegos Olímpicos de Tokio, el daño a la economía será enorme", añadió.
Gigantes de la talla de Toyota y Nissan, los dos mayores fabricantes de vehículos del país, se han visto obligados a detener temporalmente o a reducir las operaciones de sus plantas en China o incluso en Japón, debido a problemas en la cadena de suministro y otras dificultades logísticas derivadas del brote.
Otros sectores como el del transporte aéreo, los servicios y el comercio minorista se verán previsiblemente afectados por la caída del turismo procedente de China (el principal país de destino de los visitantes extranjeros en Japón), así como por el "efecto contagio" sobre los turistas de otros países y los propios nipones.
En vistas a esta situación, el Ejecutivo anunció la semana pasada que destinará 15.300 millones de yenes (unos 128 millones de euros) a medidas para reducir el impacto económico del COVID-19 y para contener su propagación, procedentes de un fondo de reserva para situaciones de emergencia incluido en el presupuesto estatal.