Las profesiones sin paro y mejor pagadas de 2020
Los arquitectos de computación en nube y los desarrolladores Java serán los perfiles que más se demanden Los ejecutivos de preventa de ciberseguridad y los directores de sistemas de información serán los más cotizados del mercado
Los primeros datos de paro de 2020 no eran demasiado alentadores. La Seguridad Social perdió 244.044 cotizantes en enero, la mayor pérdida de empleo en este mes desde 2013. Se suman la incertidumbre de los mercados, las primeras consecuencias del Brexit y las medidas económicas que el nuevo Gobierno pueda adoptar. Pero ante un primer semestre del año incierto en materia de empleo, hay perfiles que no tendrán paro y que estarán en el centro de los planes de atracción y retención del talento del mercado de selección.
En el caso del sector de la Tecnología de la Información (IT) y las telecomunicaciones, los arquitectos de computación en la nube (Cloud Architects) y los desarrolladores Java son los perfiles más demandados, mientras que los ejecutivos de preventa de ciberseguridad (Cybersecurity Presales) y los directores de sistemas de información (CIO) serán los más cotizados en el mercado. Así lo demuestran los datos de la consultora Spring Professional, del Grupo Adecco. La retribución de un Cloud Architect es de 40.000 euros brutos en adelante, igual que la de los desarrolladores Java. Los Cybersecurity Presales reciben entre 70.000 y 100.000 euros brutos anuales, y el salario de los CIO puede oscilar entre los 60.000 y los 250.000.
Este año se cumple la decimoquinta edición de su informe Los + buscados, y echando la vista atrás hay trabajos que nunca se han dejado de necesitar: médicos generalistas, cotroladores de gestión, responsables comerciales, programadores informáticos o ingenieros. Sin embargo, hay áreas concretas en las que se aprecia una clara evolución de los perfiles que ha ido demandando el mercado, ahora mucho más digitales.
Los perfiles tecnológicos que se buscaban hace 15 años, por ejemplo, estaban enfocados a tecnologías SAP o programación web, ya que era el momento en el que todas las empresas estaban incorporando las nuevas tecnologías a su estructura, lanzando sus webs corporativas más dinámicas pensando en conquistar la red y aprovechar sus amplias posibilidades, primando el llegar a cuanta más gente mejor. Con los años, estos perfiles han dado paso a nuevas figuras especializadas en Business Intelligence, Big Data y, últimamente en mucha mayor medida, Inteligencia Artificial y Blockchain. Es decir, herramientas centradas en el análisis de grandes cantidades de información porque no solo se trata de llegar, sino también de aprovechar toda la información que las nuevas tecnologías ponen al alcance de la empresa.
Algo similar ha ocurrido con los perfiles vinculados al área de ventas y marketing. Una quincena atrás, los profesionales que se demandaban en esta área eran especialistas en ventas, perfiles eminentemente comerciales que se encargaban de gestionar el marketing en el punto de venta, las mejores relaciones con los canales de distribución y buscaban persuadir al cliente final en el momento de decidir la compra. En los últimos años, se han especializado en nuevas técnicas que se centran también en el mundo online: primero fueron especialistas SEO/SEM, responsables de marketing digital, community managers y customer experience managers. Y en el último lustro se ha dado un paso más buscando perfiles completamente digitales especializados solo en la estrategia comercial digital.
Otro ejemplo es el sector bancario, que ha vivido una profunda transformación. Con la expansión bancaria que se produjo en los años 2004-2005, aumentaron notablemente las sucursales de este tipo de entidades demandándose perfiles tradicionales de banca como podían ser directores de oficina, gestores y comerciales de banca, analistas, auxiliares de caja o agentes financieros. Sin embargo, la posterior crisis económica, la concentración empresarial del sector y las nuevas formas de consumo (bancos 100% digitales, uso de apps, atención al cliente online, nuevos canales digitales…) han ido transformando estos perfiles tradicionales en otros en los que primasen las competencias digitales y tecnológicas de cara a mejorar la competitividad en el sector.
Al margen de estas especificidades, un rasgo común a todos los perfiles ha sido la evolución de las competencias profesionales que se les requiere a los demandantes de empleo. Cada vez más se buscan perfiles transversales, capaces de adaptarse a las nuevas situaciones con versatilidad y dinamismo. Adquiere importancia el llamado perfil soft de los candidatos, vinculado a las aptitudes de la persona, pero, sobre todo, a sus actitudes. Y cada vez más, se buscan perfiles que sepan trabajar por objetivos y con una clara orientación a resultados, haciendo referencia a ese cambio cultural donde la presencia en el puesto de trabajo no es tan importante como la consecución de las metas y los objetivos marcados, permitiendo una mayor flexibilidad en la distribución del tiempo de los trabajadores.