Siemens, amonestada por su mayor accionista por un contrato con una mina de carbón
Blackrock, que tiene el 5,4% del capital, se une al coro de críticas por participar en la construcción de una mina en Australia
BlackRock ha amonestado a Siemens en la junta de accionistas de la multinacional alemana a causa de su participación en un proyecto de una mina de carbón en Australia. Es la primera y más notable intervención en este sentido de la gestora de fondos, la mayor del mundo, anunciara el mes pasado que colocaría la sostenibilidad medioambiental "en el centro de nuestra posición de inversión".
El proyecto australiano ha acaparado la atención en la junta de accionistas, con un buen número de inversores criticando a la empresa por vender sistemas de señalización ferroviaria para la construcción de una gigantesca mina de carbón en el Nordeste de Australia. Mientras la empresa argumenta que siguió los procesos internos correspondientes para calibrar el impacto del proyecto, Blackrock replicó que, la atención de medios de comunicación y activistas a su alrededor implica que la empresa necesita un "examen más exhaustivo de los posibles riesgos", según indicó en su boletín de votaciones, tal y como han publicado Bloomberg y Financial Times.
Greenpeace, de hecho, convocó una protesta en las oficinas de Blackrock para urgir a la gestora de fondos a seguir sus propias recomendaciones y presionar a Siemens. La firma es la primera accionista de Siemens, con el 5,4% del capital. Según los ecologistas, el proyecto de Adani supondrá la emisión adicional de 78 millones de toneladas de CO2 por año. "Nos tranquiliza el reconocimiento de la compañía de que tiene la intención de hacer esto", dijo la gestora en referencia a la reevaluación del proyecto.
Australia ha sido objeto de severas críticas por parte de organizaciones que luchan contra el cambio climático por haber autorizado la construcción de la mina, denominada Carmichael y ubicada en el Estado de Queensland. Greenpeace desplegó un cartel gigante con el lema "El fuego de los arbustos empieza aquí", en referencia a la devastadora oleada de incendios que ha asolado Australia, en la sede de Siemens.
El contrato es pequeño para el tamaño de Siemens, apenas 18 millones de euros, y el consejero delegado de Siemens, Joe Kaeser, ha argumentado que "no se debió firmar en primer lugar", si bien rechazó anularlo ante la presión de los activistas, a quienes enfureció al llamar a su movimiento "casi ...grotesco".
El mes pasado Blackrock anunció su compromiso con la sostenibilidad mediante una serie de medidas como la liquidación de las inversiones que presenten un riesgo elevado en materia de sostenibilidad, el lanzamiento de nuevos productos de inversión que descarten los combustibles fósiles y el refuerzo del compromiso con la sostenibilidad y la transparencia.
Además, Larry Fink, presidente ejecutivo, escribió en enero una carta a los consejeros delegados de las grandes compañías cotizadas donde invierte la firma (es decir, casi todas), para explicarles el cambio de planteamiento hacia una inversión más verde. "El grado de concienciación respecto al cambio climático está cambiando con celeridad y, en mi opinión, nos encontramos en los albores de un replanteamiento de las finanzas desde sus cimientos", apunta el directivo en su misiva.
Fink advierte a los consejeros de las empresas que deben tomar medidas para retrasar la emergencia climática o tendrán que lidiar con la ira de los inversores que están preocupados por prácticas poco sostenibles.