La Bolsa británica, lista para despegar fuera de la UE
Los expertos aprecian su descuento por valoración, que la hace más barata que otras plazas europeas, pero muestran cautela sobre cómo resolverá la pérdida de sus grandes socios comerciales.
Tras aquel viernes negro de junio de 2016 al conocerse el resultado electoral en el que ganaban los partidarios de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, las Bolsas han vivido inquietas. Para el recuerdo, esa caída histórica del Ibex 35 que se dejó el 12,3% en una sola sesión o el castigo más modesto del 5% que soportó el mercado londinense y que rebajó su índice FTSE 100 a los 5.982 puntos, frente a los 7.432 actuales. Pero desde ayer, el Brexit es una realidad sin vuelta atrás. Ahora a las incertidumbres globales de los mercados como el coronavirus chino, las luchas comerciales o las dudas sobre el crecimiento, se añade en la Bolsa de Londres la deuda de cómo resuelve la pérdida de socios económicos tan importantes.
Como indican desde el banco británico Barclays, “la UE compra la mitad de todas las exportaciones del Reino Unido. Por el contrario, su papel como socio comercial del resto del mundo ha estado en declive durante décadas. El Reino Unido ahora representa menos del 3% del comercio mundial, la mitad del nivel de hace 20 años. Reemplazar el comercio perdido de la UE con el comercio a otros países será una tarea clave al salir de la UE”.
Desde el banco de inversión suizo Julius Baer consideran, incluso que si Reino Unido llega a un acuerdo comercial con la UE –el periodo de transición dura hasta finales de 2020- significaría “un Brexit bastante duro, ya que comprendería solo el libre comercio de bienes y causaría interrupciones en los servicios”. Y añaden que incluso en el escenario menos complicado posible, causará “consecuencias económicas y posiblemente provocará que el Banco de Inglaterra reduzca los tipos de interés”.
Su economía, al igual que el resto de Europa, está marcada por datos contradictorios con un crecimiento lento y una inflación por debajo de sus objetivos. Pero la subida del índice manufacturero (PMI) de enero por encima de los 50 puntos, los buenos datos de la encuesta de fabricación CBI así como que el Brexit haya dejado de ser una de las principales preocupaciones de las empresas según la encuesta Deloitte CFO invitan al optimismo.
La Bolsa británica es una de las apuestas favoritas para 2020 de Morgan Stanley y Goldman Sachs
Desde el banco estadounidense Goldman Sachs apuntan a que el Brexit no será tan grave para su economía y, por tanto, para su Bolsa, a la que tienen entre sus apuestas predilectas para 2020. Encuentran dos razones para una recuperación en el crecimiento del Reino Unido este año. Primero, “esperamos que el descenso de la incertidumbre proporcionará un impulso significativo a la demanda interna. En segundo lugar, auguramos un impulso fiscal significativo en los próximos años, concentrado en inversión pública. Esperamos que se produzca una expansión fiscal de aproximadamente el 1% del PIB en 2020-21 anunciado en el Presupuesto el 11 de marzo”.
Una Bolsa más barata
El panorama económico, en el que se descarta cualquier tipo de recesión provocada por el Brexit, tendrá efectos en sus empresas y en la Bolsa londinense. La analista Maya Bhandari de Columbia Threadneedle indica que la subida del mercado londinense en 2019 ha sido moderada en comparación con la de otros mercados por lo que la diferencia entre los PER (veces que el precio contiene el beneficio) a un año se amplió en casi dos puntos frente a Europa y en tres puntos y medio en comparación con la renta variable mundial. Las posiciones infraponderadas de los inversores también parecen extremas, a pesar del leve aumento en los flujos de los ETF (fondos cotizados) después de las últimas elecciones. Y concluye: “En conjunto, el mercado británico ofrece una atractiva prima de riesgo, en su propio contexto y, especialmente, en comparación con otros mercados”.
En un informe de final del pasado año, los analistas de Morgan Stanley apuntaban al mercado londinense como “la oportunidad más destacada en renta variable para 2020, especialmente en los valores de pequeña capitalización”.
El FTSE 100 obtiene más del 75% de sus ingresos de fuera del Reino Unido y su evolución está en gran medida correlacionada con el crecimiento mundial. Región por región, el índice tiene exposición de ingresos del 24% al Reino Unido, 16% al resto de Europa, 26% a Norteamérica, 23% a Asia-Pacífico y 10% a otros mercados emergentes.
Por su parte, el FTSE 250 es un índice con la mitad de las ventas nacionales y la otra mitad internacionales. Tiene una exposición de ingresos del 48% al Reino Unido, 18% al resto de Europa, 16% a Norteamérica, 8% a Asia-Pacífico y 10% a otros emergentes. En ambos índices el peso de Europa no es tan importante, aunque se puede hacer una apuesta más clara por la economía mundial (FTSE100) o por la del propio Reino Unido (FTSE250).
Una Bolsa defensiva
Una de las cualidades del mercado londinense es su elevada rentabilidad por dividendo. Según un reciente estudio de la gestora Allianz Global Investors, la Bolsa londinense figura como la más rentable de Europa por pago de dividendo con un 4,6%, seguido por Noruega y el mercado español con el 4,5%. Y eso se produce en un contexto de tipos bajísimos que no pueden competir con estas cifras. Únicamente y con tipos mucho más elevados, sólo el mercado ruso supera al londinense a nivel mundial, apuntándose una ganancia por el pago del cupón del 6,7%.