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Aristocrazy apuesta por el mundo ‘piercing’

La segunda marca de Joyería Suárez cuenta con estudios para realizar perforaciones en Madrid, París y Barcelona

El estudio de Wonderland en Madrid.
El estudio de Wonderland en Madrid.

Renovarse o morir. La necesidad de adaptarse a las demandas de los nuevos consumidores lleva a las marcas a emprender caminos que nunca se habían planteado o que, incluso, podrían parecer antagónicos a su naturaleza inicial. Un impulso que ha llevado a Aristocrazy, la segunda marca de Suárez, a convertirse en la primera marca de joyería española en realizar piercings de primera puesta (medicinales).

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El director creativo de la marca, Juan Suárez, reconoce que la idea partió de los propios clientes. “Nosotros solo nos encargamos de desarrollar un producto joyero y artesano que, además, albergaba la funcionalidad de un piercing de primera puesta”, explica. La idea, apodada Wonderland, comenzó a tomar forma en 2018, pero al principio solo hacían las perforaciones de forma esporádica en eventos puntuales; ahora cuentan con tres estudios permanentes, en la Gran Vía de Madrid, en el barrio de Le Marais de París y en el Paseo de Gracia de Barcelona, aunque, por el momento, en esta última solo se realizan cada 15 días. Los otros dos reciben una media de 20 citas al día, que pueden realizarse a través de la página web de la firma [www.aristocrazy.com]. También llevan a cabo acciones ocasionales en otras ciudades españolas, como San Sebastián, Bilbao, Gijón y Santander.

Dos de los anilladores del equipo de Aristocrazy, David y Eric.
Dos de los anilladores del equipo de Aristocrazy, David y Eric.

La única manera de realizar este tipo de pendientes con total seguridad es con oro, titanio o acero. “Nosotros solo utilizamos el primero porque nuestro saber hacer son las joyas y el acero no es un metal noble”, justifica el responsable de la marca. Sus modelos, cuyo precio oscila entre los 125 euros y los 249 euros, están confeccionados en oro de 18 quilates y algunos incluyen diamantes. Conscientes de que estas características pueden ser una fuerte barrera de entrada para el público general, también han lanzado una serie de piezas en oro de nueve quilates (desde 40 euros) para quienes ya tienen las orejas perforada. Asimismo, Wonderland cuenta con tres anilladores profesionales que asesoran a los fans de la marca sobre cuál es la mejor ubicación para cada joya.

Se trata de un proyecto con mucho trabajo de fondo. “Al principio solo hacíamos pendientes, después investigamos para poder conseguir un cierre perfecto tipo piercing, lo que es vital para la correcta cicatrización”, explica Suárez. El directivo insiste en que este tipo de accesorios no están reñidos con el mundo del lujo, pues los clientes valoran toda la experiencia que ofrece la marca.

El estudio Wonderland en París.
El estudio Wonderland en París.

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