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Breakingviews
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Nestlé necesita apoyo de sus pares en su guerra contra el plástico

Espera recortar su uso de plástico nuevo en 560.000 toneladas anuales, un 7% del total del sector de consumo en Europa

Protesta de Greenpeace contra el uso de plástico nuevo por parte de Nestlé ante su sede, en Vevey (Suiza), en abril de 2019.
Protesta de Greenpeace contra el uso de plástico nuevo por parte de Nestlé ante su sede, en Vevey (Suiza), en abril de 2019.REUTERS

Las soluciones de mercado para los problemas ambientales suenan bien. El CEO de Nestlé, Mark Schneider, espera que una sea desembolsar 1.900 millones de euros en plástico reciclado para sus envases. Pero eso cubre solo una pequeña parte de sus productos, y necesitará la ayuda de sus pares para marcar una diferencia duradera.

La industria alimentaria usa vastas cantidades de envases, liberando carbono y dañando la vida salvaje. No obstante, dado que los envoltorios de alimentos deben cumplir normas más estrictas de lo habitual, suele resultar más barato comprar plástico nuevo que reciclar.

Los productos de Nestlé consumieron 1,7 millones de toneladas de plástico en 2018, el 98% nuevo. El dinero prometido por Schneider solo llegará hasta cierto punto: espera reducir el uso de plástico virgen en un tercio para 2025, unas 560.000 toneladas anuales (el 7% de los 8,2 millones que se usaron para envasar alimentos y bebidas en Europa en 2018, según ING).

Los 1.900 millones de euros permitirán comprar quizás 2 millones de toneladas de plástico reciclado en ese periodo, unas 300.000 toneladas al año de media. Así que tendrá que hacer otros recortes, como usar más papel o un diseño de embalaje más inteligente.

Aun así, se espera que el compromiso de Nestlé de comprar una cantidad fija de plástico reciclado ayude a persuadir a los proveedores de que hay demanda de envoltorios más caros. Eso puede acabar estimulando una subida del suministro y bajadas de precios, haciendo que el impulso ambiental sea más rentable y sostenible.

El camino es largo: Schneider necesita que otras empresas sigan su ejemplo y absorban precios altos entretanto. Unilever se ha comprometido a reducir a la mitad el uso de nuevos plásticos hasta 2025, y Mars quiere aumentar su uso de plástico reciclado hasta el 30%. La Fundación Ellen MacArthur estima que los compromisos de las empresas de consumo podrían crear una demanda anual de envoltorios reciclados de más de 5 millones de toneladas. Schneider necesitará que todos pasen del dicho al hecho.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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