Telefónica refuerza el perfil financiero del consejo de la filial británica de torres
La operadora incorpora a la directora financiera de O2 La teleco y su socio Vodafone tienen planes para monetizar CTIL
Telefónica ha nombrado en los últimos días dos nuevos consejeros en Cornerstone Telecommunications Infrastructure Limited (CTIL), la filial de torres de telefonía móvil en Reino Unido, participada al 50% con Vodafone. Y en ambos casos, la teleco ha escogido dos directivos de claro perfil financiero.
De hecho, al consejo de administración de CTIL se ha incorporado Patricia Cobián, directora financiera de O2, la filial británica de Telefónica. Cobián, que anteriormente formó parte de la dirección de Telefónica Europa cuando estaba presidida por José María Álvarez-Pallete, fue nombrada para el cargo a finales del verano de 2016, cuando el grupo planeaba sacar a Bolsa su división en Reino Unido, poco después de que la Comisión Europea bloquease la venta a Hutchison. Además, sustituyó a Mark Evans, que semanas antes había sido nombrado consejero delegado de O2.
Igualmente, Telefónica ha nombrado consejero de CTIL a James Robert Gill, otro de los responsables financieros de O2. En este caso, la llegada de Gill se equipara con la salida del consejo de CTIL de Laura Fernández, que también formaba parte del equipo financiero de O2.
Los otros dos representantes de Telefónica en el consejo de administración de CTIL son Derek McManus, director de Operaciones de O2, y Brendan O’Really, responsable tecnológico (CTO) de O2.
Por parte de Vodafone, figuran como consejeros de CTIL, Emanuele Toumon, director financiero de Vodafone UK; Scott Petty, CTO de la filial británica de la teleco; David Wormald, integrante también del departamento financiero la operadora; y Andrea Dona, responsable de redes de Vodafone UK.
Futuro
Esta renovación llega en un momento de cambios para CTIL, creada por Telefónica y Vodafone en 2012, para agrupar sus activos de torres en Reino Unido. A principios de 2019, ambos socios establecieron un nuevo acuerdo para extender la compartición de redes al 5G, y así acelerar los despliegues. Además, indicaron que explorarían formas de optimizar la infraestructura pasiva de torres y “monetizar” CTIL, sin descartar ninguna opción.
En otoño pasado, Vodafone contrató a UBS para analizar la posible venta, según indicó Financial Times, mientras que Telefónica hizo lo propio con Goldman Sachs, aunque en este caso para analizar toda la estrategia del grupo en el ámbito de las torres, que se va a centrar en la constitución de la nueva división Infra. Entre las opciones que se manejaban figuraba la venta de un 40% del capital de CTIL a un nuevo inversor.
Al cierre del anterior ejercicio fiscal, en marzo de 2019, CTIL otorgaba un valor neto en libros a sus activos de propiedad, planta y equipos de 1.140 millones de libras (unos 1.340 millones de euros). No obstante, distintos analistas han valorado la compañía por encima de los 2.600 millones de euros.
CTIL registró unos ingresos de 340 millones de libras en el último ejercicio fiscal, un 3,9% menos, con unas pérdidas de 103 millones. De todas formas, el negocio de CTIL, que en los últimos años ha sido un centro de costes como consecuencia de los costes de despliegue, dependerá en el futuro de las vías de explotación que decidan Telefónica y Vodafone.
Relevancia de Reino Unido
Estrategia. Con el nuevo impulso estratégico de Telefónica, aprobado a final de noviembre, Reino Unido se consolidó como uno de los cuatro mercados principales de la operadora, junto a España, Brasil y Alemania. De esta forma, parecen quedar atrás los tiempos en los que el grupo planeó la venta de esta división. De hecho, llegó a haber un acuerdo para la venta con Hutchison, operación que fue bloqueada por la Comisión Europea.
Evolución. Lo cierto es que O2 ha mantenido una tendencia de fuerte crecimiento en los últimos tiempos. Por ejemplo, en los nueve primeros meses de 2019, los ingresos de la división británica aumentaron un 4,7% en términos orgánicos (un 4,8%, reportado), hasta 5.184 millones de euros.