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El Ejecutivo se estrena elevando las pensiones un 0,9%

Sánchez justifica la petición de mayor margen fiscal a la UE "por el cambio de coyuntura económica"

Juande Portillo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareció este martes, ofreciendo su primera rueda de prensa con preguntas en semanas, tras celebrar el Consejo de Ministros inaugural de su nuevo Gabinete. Celebrado solo 24 horas después de la constitución del flamante Ejecutivo de coalición entre PSOE y Unidas Podemos, el encuentro se saldó con un primer anuncio estrella: la revalorización de las pensiones para 2020.

En concreto, el Gobierno aprobó un incremento del 0,9% para 11,1 millones de pensiones públicas, que se aplicará con efectos retroactivos desde el 1 de enero con una compensación en la nómina de febrero. La medida ya fue comunicada en el plan presupuestario remitido a Bruselas el pasado otoño por el Ejecutivo, que si no la aprobó en diciembre fue porque seguía en funciones.

“Este Gobierno cumple así su compromiso de garantizar que los pensionistas no pierdan poder adquisitivo. Hemos aprobado un decreto ley de revalorización de las pensiones”, anunció Sánchez, aclarando que el incremento se basa en la previsión media de inflación para el año, pero que se verá compensada con una nueva paga, antes de abril de 2021, en el caso de que el IPC termine creciendo por encima de esa estimación.

La medida, defendió, “corrige el techo del 0,25% adoptado en el pasado” por el Gobierno del PP –aunque no lo deroga– “y que supuso la pérdida de poder adquisitivo durante cinco años” a los jubilados. A partir de ahí, el presidente renovó su compromiso de “garantizar la sostenibilidad del futuro de nuestro sistema de pensiones” y el mantenimiento del poder adquisitivo de los jubilados.

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La subida aprobada beneficia a cerca de 10 millones de pensionistas, aunque previsiblemente no sea la última medida que el Gobierno tome en la materia pues ya estudia impulsar un alza adicional para las pensiones mínimas como se hizo en 2019. Entonces, las pensiones contributivas se incrementaron un 1,6% y las mínimas y asistenciales lo hicieron un 3%.

La factura de la medida aprobada este martes asciende a 1.406 millones de euros anuales, de los que 1.229 millones corresponden a pensiones contributivas, 144 a clases pasivas, 23 a pensiones no contributivas y 10 millones a prestaciones familiares por hijos a cargo.

Así, tras la revalorización, “la más común de las pensiones mínimas, la pensión de jubilación para mayores de 65 años, con cónyuge a cargo, alcanza los 843,4 euros al mes, distribuido en 14 pagas (11.807,6 anuales)”, ilustró en un comunicado el Ejecutivo. Por su parte, la pensión máxima pasa a situarse en 2.683,3 euros al mes (37.566,8 anuales).

“En muy pocos días, apenas una semana, el Gobierno también va a anunciar otras decisiones”, avanzó Sánchez, sin desvelar si será entonces cuando impulse el alza del 2% de los sueldos públicos que hay pactada con los sindicatos del ramo.

“Tras diez meses de campaña electoral, de negociaciones y de debates de investidura, ha llegado el momento de que las palabras dejen paso a los hechos”, expuso, revelando algunas de las novedades que prevé impulsar.

Para empezar, anunció que el Consejo de Ministros de este martes no fue extraordinario, porque a partir de ahora esa reunión se celebrará semanalmente los martes, en lugar de los viernes como venía siendo habitual. El objetivo, explicó, es “anticipar y programar”, “como hacen también las empresas”, para prevenir los problemas en lugar de reaccionar a posteriori. “Las comisiones de subsecretarios, en consecuencia, se van a celebrar los jueves, para preparar así con antelación las deliberaciones” del Consejo, agregó.

El próximo viernes, eso sí, habrá un Consejo extraordinario a fin de culminar los nombramientos pendientes del nuevo Gobierno, entre otros asuntos, aclaró. “No va a haber ni un momento de descanso” para el nuevo Ejecutivo, sostuvo.

Este, además, rendirá cuentas de sus avances cada 100 días y se propone agotar los cuatro años de legislatura en el poder buscando el apoyo de la mayoría parlamentaria, avanzó Sánchez.

Para ello, será clave que el nuevo Gobierno logre aprobar unos nuevos Presupuestos Generales de 2020 que sustituyan las cuentas de 2018, nuevamente prorrogadas. Sánchez, sin embargo, evitó desvelar cuándo tiene pensado presentar su proyecto al Parlamento. Antes de eso, confirmó, el Ejecutivo prevé renegociar con Bruselas la senda de déficit prevista a fin de lograr algo más de margen de gasto, lo que justificó alegando que “la coyuntura económica ha cambiado” y también el Ejecutivo comunitario lo ha hecho.

Tampoco quiso comprometerse con una fecha para aprobar un nuevo incremento del salario mínimo interprofesional, alegando que este deberá ser negociado primero con empresarios y sindicatos, aunque mantuvo su promesa de elevarlo al 60% del salario medio (de 900 al entorno de 1.200 euros) al final de la legislatura.

“Tenemos 1.400 días, 200 meses” por delante, para cumplir los compromisos anunciados, defendió Sánchez, dejando entrever que su acelerada carrera hacia la formación de Gobierno, con sesión de investidura y anuncio de ministros ocupando los dos primeros fines de semana del año, dará espacio ahora a una gestión más sosegada.

Ni siquiera parece probable ya que se cumpla el compromiso, alcanzado en el pacto de investidura con ERC a cambio de su necesaria abstención, de crear en 15 días una mesa de negociación con el Govern sobre la crisis secesionista catalana. Sánchez achacó el previsible retraso a que el president de la Generalitat, Quim Torra (sobre el que pesa una orden de inhabilitación que aún tardará en hacerse efectiva), le ha pedido celebrar antes un encuentro bilateral que se está ultimando para los próximos días.

Carta a los ministros

Como ya hiciera tras acceder al poder tras la moción de censura, en junio de 2018, el presidente del Gobierno dirigió este martes una carta a todos los ministros de su nuevo Gabinete, reunidos por primera vez en el Palacio de La Moncloa, agradeciéndoles de antemano su “lealtad”, y pidiéndoles un ejercicio de “unidad” y “diálogo”. “España necesita un Gobierno de acción, un Gobierno que actúe, que se ponga manos a la obra sin perder tiempo”, les dijo, instándoles a “responder a los problemas con premura y eficacia”.

Más allá, Sánchez pidió a los ministros compromiso con “los objetivos europeos de equilibrio presupuestario y control del déficit que derivan de nuestra pertenencia a la Unión Europea”, lo que además se ha convertido en una obligación legal en España desde este año.

De otra parte, el presidente remachó a sus 22 compañeros de Gobierno que sus objetivos para la legislatura son “robustecer nuestra economía”, “generando empleo de calidad”; “propiciar la cohesión territorial”; “promover la justicia social”; “encarar la emergencia climática”; y “alcanzar la plena igualdad real de la mujer”.

Finalmente, Sánchez instó a su Gabinete a “ampliar el espíritu de entendimiento y acuerdo; no sólo entre las fuerzas políticas que integramos la coalición, sino también con los restantes partidos y entre la política y la sociedad” para dejar atrás el ambiente de crispación y desidia política.

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