El Metro de Quito a punto, movilidad española contra el atasco endémico
La capital más antigua de Latinoamérica está a punto de dar a luz una descomunal obra de ingeniería española
A 2.850 metros de altitud, en la Hoya de Guayllabamba y bajo el humeante volcán Pichincha, la capital más antigua de Latinoamérica está embarazada y a punto de dar a luz una descomunal obra de ingeniería española: el Metro de Quito que conectará la ciudad de norte a sur.
José María Creus Fernández, gerente de ingeniería de Acciona, asegura que ya han completado el 93% la obra civil y el 70% de infraestructuras electromecánicas en los 22,7 kilómetros de nuevo túnel subterráneo, así como de las 18 estaciones (con una longitud de 2,3 km) y las cocheras. Luis Giralt, director comercial de CAF para Latinoamérica, informa que el fabricante de los trenes ha puesto en Quito 15 de las 18 unidades contratadas. Otras dos están embarcadas rumbo a Ecuador.
Después de ocho años de obra en el subsuelo, que en algunos momentos han afectado a más de 50 puntos neurálgicos en superficie, los 2,7 millones de habitantes de Quito viven en estado de buena esperanza no exenta de impaciencia. El convencimiento de que el Metro será una solución efectiva para el “trancón (atasco) permanente que sufre la capital solo se ve enturbiado por el temor a que la inauguración se demore más allá de 2020.
Ciudad criolla
Quito es una ciudad ‘criolla’; mestiza entre española y americana. Su Metro será criollo también. Su construcción responde a una iniciativa que el Ayuntamiento de la ciudad tardó años en madurar con el asesoramiento de Metro de Madrid. Consciente de la falta de experiencia local en la gestión de algo tan exótico como un tren subterráneo, el Municipio creó la Empresa Pública Metropolitana Metro de Quito y contrató a la consultora española GMQ para que, en su nombre, ejerciera como responsable último del diseño y supervisión.
Tras la licitación del proyecto, desde 2013 Acciona ha asumido la ejecución de la obra civil y de la electrificación, enclavamientos de seguridad y comunicaciones, con un presupuesto de a 1.538 millones de dólares (1.370 millones de euros). Fuentes de la Empresa Pública Metropolitana explican que hay que sumar el suministro de trenes encargado a CAF y “gastos fiscales e imprevistos” que elevarán el coste final del Metro a 2.009 millones de dólares (1.790 millones de euros).
Acciona, Caf y GMQ, los tres primeros espadas españoles, no los únicos. Telefónica implementa parte de las comunicaciones en túnel. Terratest resuelve actuaciones con cimentaciones especiales. Ayesa y Ecuanor realizan tareas de ingeniería y consultoría.
La gerencia de la Empresa Pública Metropolitana Metro de Quito no quiere pillarse los dedos fijando una fecha para la inauguración del servicio porque se encuentra inmersa en un “discreto” proceso de contratación de un operador privado con el fin de que se haga cargo de la explotación del servicio con una concesión por ocho o 10 años. Entre los candidatos se menciona a Metro de Madrid.
Solución al ‘trancón’
Raúl Talavera de GMQ y director Técnico del Consocio Gestor del Metro de Quito, explica que el 70% de los habitantes carecen de coche. La población más modesta “vive en los barrios del sur y del norte en una urbe encajonada de 45 kilómetros de largo por cinco de ancho”. Dependen de un transporte público compuesto por veteranos trolebuses, ‘El Trole’, (con 24 kilómetros y 48 paradas), por un servicio de autobuses de carril preferente Ecovía (45 paradas) y, finalmente, por un enjambre informal de ‘busetas’, taxis colectivos, moto taxis, ciclo taxis. “Los atascos son un drama para la conciliación familiar y para la productividad del país”.
José María Creus de Acciona, aporta la perspectiva de una inminente solución. “En una cifra muy conservadora está previsto que a la fecha de su inauguración el Metro transporte 400.000 viajeros al día y acabará con los atascos endémicos al recorrer 22 km en 34 minutos. Cada ciudadano de Quito va a ganar dos horas de vida cada jornada”.
Trenes de alta capacidad y una maqueta para enseñar a usar el Metro
Inversión. El Metro de Quito destina 183 millones de dólares (741 millones de euros) a la compra de trenes. Son 18 composiciones de 6 coches capaces de circular a 100 km/h. Cada unidad mide 109 metros, tiene 100 plazas sentadas y amplios pasillos intercomunicados para facilitar el movimiento de los pasajeros. Sigue las especificaciones del Municipio quiteño “para lograr un transporte masivo de personas con máximos estándares de calidad y seguridad”.
Tecnología española. El Luis Giralt, director comercial para Latinoamérica de la empresa vasca resalta que la tecnología incorporada “es propia del Grupo CAF”. Los sistemas de tracción eléctrica los fabrica CAF Power & Automation, igual que los equipos de control y monitorización de la marcha. “Se trata de una solución robusta, modular y flexible, concebida para un control eficiente y fácil de integrar con otros sistemas del tren”. Los bogies (carretones) están fabricados en la planta de CAF en Beasain.
Maqueta escuela. CAF, junto al parque de trenes operativos, ha entregado una maqueta a tamaño real de un coche que se ha convertido en un aula por la que pasan los futuros viajeros del suburbano. Se les entrena en el uso de un transporte que en Ecuador es completamente extraño.
Huella social. Esther Imedio, Gerente de Responsabilidad Social Corporativa, detalla los esfuerzos realizados por Acciona para “lograr la compenetración entre Quito y el proceso de la construcción de su Metro”. “Es rentable hacer las cosas sostenibles”, afirma. De los 5.800 trabajadores que han pasado por la obra, el 95% son contrataciones locales.
Empleabilidad a futuro. El consorcio encabezado por Acciona ha firmado acuerdos de “empleabilidad a futuro” con organismos responsables de politica laboral del gobierno de Ecuador. Como resultado “se han emitido 200 títulos oficiales de diferentes oficios reconociendo a otros tantos trabajadores la capacitación lograda con us trabajos en la construcción del Metro de Quito”, indica Esher Imedio.
Túnel seco
El gerente de ingeniería de Acciona hace de guía en una visita al subsuelo de Quito. Explica que el trazado de la flamante infraestructura responde al deseo de “integración territorial y social de los diferentes estratos de la ciudad con estaciones en barrios muy populares del sur como son El Recreo o Magdalena; estaciones en las zonas de raigambre y valor patrimonial como San Francisco, 24 de Mayo o San Blas, o en zonas de negocio como Iñaquito”.
Sorprende que a lo largo de kilómetros el túnel, aún sin tráfico pero completamente terminado y equipado, no presente un sola humedad. Y eso que, indica Creus, buena parte del trazado discurre por zonas geológicas anegadas. “El túnel seco es consecuencia de la aplicación de una tecnología desarrollada por Acciona que fija e impermeabiliza las dovelas con ‘biocomponente’, un material avanzado”.
Creus detalla la compleja operación logística y de certeza en movimientos de tierras bajo la ciudad con la utilización simultánea de tres tuneladora que han horadado 21,1 kilómetros bajo el subsuelo de Quito. Los tres monstruos mecánicos se han convertido en iconos populares y han sido bautizados con nombres quiteños: “La Carolina”, en honor al parque más emblemático de la capital; “Luz de América”, piropo utilizado para definir a Quito, y “La Guaragua” en homenaje a una calle emblemática de la ciudad.
Ciudad Patrimonio
La Hoya de Guayllabamba, en cuyo subsuelo se construye el Metro de Quito, es el paraje en el que Huayna Capac fundó la primera capital del Inca en el año 1030; el mismo lugar donde en 1534 el conquistador español Sebastián de Belalcázar, rastreando el tesoro de sAtahualpa, erigió San Francisco de Quito. Es, en fin, la ubicación donde en 1978 la Unesco encontró la joya con atributos suficientes como para ser convertida en la primera de las 1.018 ciudades Patrimonio de la Humanidad.
Raúl Talavera, ei ejecutivo de GMQ explica que no es la primera gran actuación que se realiza en un entorno urbano de gran valor patrimonial. Asegura, no obstante, que en todas las actuaciones de este tipo son muy rigurosas las exigencias y el control que ejerce la Unesco. “Nadie en otras circunstancias se atrevería a tocar una zona de tan alto valor patrimonial pero, puestos en la tesitura, supone también una gran oportunidad para consolidar este incalculable legado” afirma Talavera.
El proyecto del Metro ha enfrentado innumerables exigencias patrimoniales pero la actuación en la plaza de San Francisco, corazón del Quito colonial, ha supuesto el mayor reto. “Se ha construido un túnel de grandes dimensiones para sacar los escombros en camión y evitar que se vea afectada la afluencia de visitantes y turistas. La boca del Metro de la plaza se va a hacer a través de la completa reforma de antiguo edificio del Banco Pichincha, con lo que el aspecto de la plaza se va a quedar exactamente igual que en su estado original”. explica José María Creus.
“La clase ejecutiva del vuelo a Quito lanzará una oferta de viaje en cama”
Quito se prepara para estrenar Metro. Pero ya en 2013 puso en servicio el nuevo y flamante aeropuerto Tababela- Mariscal Sucre. Una década de expansión de la economía ecuatoriana ha atraído más de 150 empresas españolas. Acciona, Caf. GMQ, Telefónica, Terratest, Ayesa, o Ecuanor son un botón de muestra. Con inversiones por casi 1.700 millones, han aterrizado Repsol, Isabel, Nueva Pescanova, Santillana, Iberia, Air Europa, OHL, Indra, Mango y Grupo Puentes. Globalia, ACS e Inditex. El crecimiento es excusa para incontables viajes de trabajo y fundamento del negocio de compañías aéreas. Diego García, director comercial para América de Air Europa detalla aumentos del 23,38 % ocupación en los cinco vuelos semanales con destino Quito y Guayaquil.
¿Como se convence a una empresa de que Air Europa es una buena opción para volar a la zona?
Quito es un punto importante para empresas españolas. Con la mayoría de tenemos acuerdos corporativos globales ,como es el caso de Telefónica. Hemos creado un equipo exclusivo para generar y mantener estos acuerdos globales, regionales o propios de Ecuador. También les encomendamos la tarea de tropicalizar las políticas de la empresa a fin de que se adecuen a las necesidades de nuestros clientes, tanto en Quito como en Guayaquil.
¿Qué reclama de un vuelo un viajero por trabajo?
A partir de abril 2020 incorporamos la configuración de ‘flat bed’ (cama) en la clase ejecutiva. Ante la fuerte demanda de entretenimiento, la cabina ejecutiva, pero también la de turista, tiene acceso a Wifi y pantallas led individuales. Todas las butacas cuentan con enchufes USB para carga de dispositivos portátiles.
Volar con el avión de última generación B-787 ¿es una ventaja competitiva?
Para julio está prevista la incorporación del B-787 800 con 274 asientos en turista y 22 butacas en clase ejecutiva. Es una aeronave construida con 50% de materiales más y ligeros, un 60% de menor impacto acústico; consume un 20% y genera menos emisiones. Su mejor presurización minimiza el ‘jet lag’.