Qué piden las pymes a la nueva década
Más ayudas, menos burocracia e impuestos, ¿qué preocupa más a las pymes?
“Que la administración pública piense en grande y nos ayude a las empresas en lugar de ponernos las cosas tan difíciles”. Esto es lo que Javier Heitz, CEO de S4G pide a la nueva década para las pequeñas y medianas empresas. Más del 99% del tejido empresarial en España son pymes, por lo que son fundamentales en el sustento de la economía y el empleo de nuestro país. Sin embargo, “podríamos llevar a cabo una lista interminable de dificultades a la hora de crear una empresa”, destaca Guillermo Morales López, Socio Fundador de Drapers Spain. Y es que, además del esfuerzo y trabajo personal, las ganas o la ilusión, a la hora de crear un negocio son necesarios una serie de trámites que no se pueden descuidar. ¿Qué pasos burocráticos debe dar una pyme? ¿Cómo acceden a la financiación? ¿Qué opinan de los impuestos que debe pagar? ¿Qué es lo que más les preocupa? A continuación, vamos a ver qué piden las pymes a la nueva década, y qué aspectos consideran sus dirigentes que deben modificarse para poder desarrollarse y crecer.
Financiación y burocracia: principales impedimentos
“Deberían existir herramientas que permitan a las empresas centrarse en la generación de negocio y que este tipo de necesidades quitaran el menor tiempo posible”, considera Juan Quintanilla, CEO de Syntonize, sobre el acceso a la financiación de la pyme. Sin duda, uno de los problemas a los que se enfrenta la pyme. La falta de confianza de las entidades financieras, y las condiciones que ofrecen, obstaculizan el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas. A pesar de que Fernando Ruiz Beato, socio de RB Ruiz Beato Abogados, no ha tenido que recurrir nunca a ninguna entidad a solicitar financiación, asegura que tienen “muchísimos clientes que de la noche a la mañana les han cerrado la financiación, algunos con intereses de apropiarse la empresa para posteriormente venderla”. Los bancos, además, se protegen mucho más que hace diez años, tal y como señala Ángel Sopeña, CEO de Bluecell. Eso supone que si la empresa cuenta con una patrimonio que avale la financiación no hay problema pero sino “el acceso es limitado”.
Además, para acceder a cualquier tipo de financiación, así como a la creación de la propia empresa, etc., es necesario pasar por una serie de gestiones que, para la mayoría de las empresas, resultan un obstáculo, según afirma Morales de Drapers. “No son fáciles los medios que la Administración pone a disposición de las empresas para su desarrollo, y son altos los conocimientos que se deben de tener para la obtención de ayudas y financiación, como para cumplir con las normativas legales”, añade.
“La burocracia, papeleos, licencias y tasas son la norma”. Así de tajante resume Ramón Calderón Nájera, socio fundador de Clínica FEMM, los obstáculos y la complejidad de los trámites para poder desarrollar un negocio en España. Y es que hay una excesiva burocracia. Una pyme, antes de comenzar a operar, debe obtener un certificado de denominación, social, abrir una cuenta bancaria, registrar la sociedad, ir a la notaría, etc., cuando, a juicio del CEO de Syntonize, “un emprendedor debería tener la capacidad de crear una nueva empresa y operar con ella en una mañana”.
Ayudas e impuestos: unos más que otras
Una solución para que las pequeñas y medianas empresas puedan crecer y expandirse sería la de aplicar medidas que les ayuden, fomentando las contrataciones, disminuyendo los tributos o bonificando parte de la carga fiscal. Sin embargo, “hemos dejado de solicitarlas, porque los requisitos a medio plazo, muchas veces son inalcanzables”, confiesa Álvaro Corrales, CEO de AGM. Por su parte, en Bluecell no han encontrado ningún tipo de ayuda para la internacionalización, ni para contratar nuevo personal, “a pesar de haber crecido en plantilla un 25% este año”.
Los apoyos, tanto para crear una empresa como para fomentar su crecimiento, son aún insuficientes en nuestro país. “Llega un momento en que ni piensas en que una administración se plantee ayudarte”, subraya Calderón Nájera.
En cuanto a los impuestos, los empresarios son conscientes de que deben existir. Los tributos son necesarios para mantener el sistema. No obstante, son “abusivos y confiscatorios”, tal y como los definen desde RB Ruiz Beato. “Una cosa es contribuir a sostener un estado de bienestar (…)… y otra muy distinta el sistema fiscal actual que tenemos que el futuro gobierno pretende además aumentar”. Se echa en falta que el sistema no tenga en cuenta “el desarrollo y la facturación de cada empresa de manera individual”, como reclama Guillermo, de Drapers. Una medida que sería justa para todos y que favorecería a las empresas más pequeñas, para poder aumentar su personal y ampliar su mercado.
Los clientes, lo primero
Las pequeñas y medianas empresas encuentran dificultades para progresar. Los impuestos, la falta de apoyos por parte de la Administración, o la excesiva burocracia minan su crecimiento. Pese a todo, hay un aspecto en el que todas las empresas coinciden: los clientes. Todas las pymes, entre sus peticiones o deseos para la nueva década está la de satisfacer las necesidades de sus clientes.