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Cuentos de Navidad por Bohemia del Este

Pequeñas ciudades con mucho encanto a una hora de Praga

El impresionante castillo renacentista de la ciudad medieval de Litomysl.
El impresionante castillo renacentista de la ciudad medieval de Litomysl.Inma Moscardó

Las primeras nieves van cayendo; la niebla envuelve los bosques para que no pueda descubrir dónde se esconden duendes y hadas, el viento se cuela en su cogote para susurrarle historias al oído, mientras el aroma de jengibre y de vino caliente le invita a ponerse a buen cobijo en un café. Estamos a poco más de un centenar de kilómetros al este de Praga, la capital de cuento de la República Checa, un país lleno de fantásticas historias y de ciudades mágicas como las que encontrará en Bohemia del Este, una región por descubrir.

Es cierto que los suntuosos castillos encaramados en montículos casi imposibles, los pomposos palacios que asoman entre cuidados jardines, las gestas de otros tiempos y los vestigios de épocas pasadas contribuyen a dar rienda suelta a la imaginación y crear su propio cuento de Navidad, pero argumentos no le faltarán.

Los checos viven la Navidad como una de las épocas más bonitas del año. Las calles de todo el país se llenan de música, de coloridos mercadillos y de ricos olores que invitan a celebrar el final del año comiendo exquisitos dulces como las típicas galletas de jengibre o pastas con nombres como nidos de avispas (vosí hnízda), zarpas de oso (medvědí pracky) o medialunas de vainilla (vanilkové rohlíčky). Si prefiere lo salado no se pierda las salchichas con pan y mostaza o de jamón de Praga acompañadas de una cerveza o de ponche checo (grog), que se elabora con ron local, agua y azúcar

La región tiene la ventaja de estar muy cerca –y bien comunicada– de Praga: apenas un centenar de kilómetros separan la capital checa de la capital de Bohemia del Este, Pardubice. Por tren, la compañía Regiojet enlaza ambas ciudades –y otras localidades– con trenes de alta velocidad cada 20 minutos. El viaje dura 55 minutos y cuesta, por trayecto, entre 2,8 euros y 10,80 en business y cuenta con wifi gratis.

Vista del bosque que rodea el castillo de Svojanov, situado en lo alto de una colina cerca de Litomysl.
Vista del bosque que rodea el castillo de Svojanov, situado en lo alto de una colina cerca de Litomysl.I.M.

Caballos con pedigrí

Nuestra ruta comienza en Pardubice que exhibe su esplendor renacentista, con pinceladas góticas y barrocas. La pequeña y encantadora capital regional presume de tener una de las yeguadas más antiguas del mundo con más de cuatro siglos de historia. De hecho, en Kladruby nad Labem está una de las cuadras reales con más pedigrí de Europa, que dio origen al famoso caballo kladruber, una de las razas más viejas y raras, de origen español.

Plaza central de Chrudim, con la fuente de la peste, la plaga que asoló Europa en la Edad Media.
Plaza central de Chrudim, con la fuente de la peste, la plaga que asoló Europa en la Edad Media.

Más que marionetas

A solo 10 km al sur de Pardubice, cobijada por las montañas y la llanura del Elba, está la Atenas checa, como popularmente denominan a la ciudad de Chrudim, con una población de apenas 23.000 personas. Su casco histórico está formado por calles amplias –o estrechas, sinuosas y empedradas– donde se levantan casas señoriales de colores pastel y de vez en cuando irrumpe un rojo vino.

En su plaza central, rodeada de coloridas mansiones, están dos de los iconos de la ciudad: el templo de la Ascensión de la Virgen María, gótico y con elementos románicos, con su fachada ennegrecida por el tiempo y donde sobresalen las verdes agujas de sus dos torres; frente a ella encontrará la fuente de la peste, el monumento dedicado a las víctimas de la plaga que asoló Europa en el siglo XIV.

Sin dejar el centro de la ciudad y a un costado, a la derecha, de la catedral llegará a la antigua Casa de Jabonero. Un edificio renacentista que acoge, en varias plantas, el precioso museo de marionetas, tan típicas de este país. No podrá evitar pasar por la tienda y llevarse alguna.

Como curiosidad, la pieza más antigua de la colección data del siglo XVII y es de Venecia, y el títere más caro costó 10.000 euros.

Música, maestro

En dirección noroeste, a 150 km de Praga y 85 km de Brno, la segunda ciudad más importante de Chequia, llegaremos a Litomysl, que nos descubrirá un apabullante castillo renacentista de estilo italiano y rodeado de enormes y cuidados jardines.

Una parte de su interior, con una impresionante acústica, se ha adecuado para ofrecer óperas y conciertos. Esta ciudad es también la patria chica del compositor Bedrich Smetana, cuya casa natal se conserva como museo.

En el sótano del palacio se conservan las famosas estatuas del escultor checo Olbram Zoubek, represaliado por el régimen comunista. Callejee y descubra la antigua muralla y fortaleza que rodeaba una ciudad inconquistable, según cuenta la historia. Chequia es un país de leyendas.

Vino caliente contra el frío

Svařák . Así se llama el tradicional vino caliente checo. Para prepararlo necesitará un litro de vino tinto –o blanco–, entre una y cuatro ramas de canela –al gusto–, de cinco a diez clavos, también puede usar anís estrellado, seis cucharadas soperas de azúcar, corteza de limón y naranja. En una cacerola ponga el azúcar hasta lograr un caramelo muy clarito. Añada 1 dl de agua, mezcle bien y añada todas las especias y el limón y la naranja. Déjelo cocer un poco para que las especias suelten el aroma, añada el vino hasta que se caliente sin que hierva –para que no pierda el alcohol–, debe formar una espuma blanca. Retire y sirva.

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