Los filtros de luz azul son más dañinos para dormir que la propia luz azul
Eso afirma un estudio reciente.
Si tenéis más de un hijo, seguro que habréis experimentado en vuestras carnes esa sensación de no saber qué hacer cuando volvéis del médico, ya que lo que servía para criar a uno, de repente ya no vale para el otro porque lo que era bueno ya es malo y viceversa. Pues bien, algo parecido ocurre con este problema de la luz azul que emiten nuestros dispositivos y que usamos para leer antes de echarnos a dormir.
Desde hace años, tanto Apple como Google y otras marcas han integrado en sus sistemas operativos opciones para activar filtros para eliminar la luz azul de nuestras pantallas y que, así, podamos utilizarlos por las noches justo antes de que nos vayamos a dormir de una manera más saludable. ¿Ahora ya no lo es?
Un estudio contradice esos beneficios
Así que años después de la adopción de esas medidas que a todos nos parecían más que razonables, llega un estudio de la Universidad de Manchester que viene a afirmar justo lo contrario. O peor aún, no es que digan que la luz azul que emiten nuestros móviles o tablets es mala, es que son peores los filtros que las evitan.
Así las cosas, pocos usuarios sabrán qué hacer a partir de ahora, si leer antes de dormir con ese torrente de luz azul entrando en sus ojos o hacerlo activando el filtro que tenemos en iOS o Android. Sea como fuere, los resultados del estudio lo que vienen a decir es que los conos (las células de nuestros ojos que captan el color) responden mejor a los estímulos de la luz amarilla que a los de azul, por lo que se envía al cerebro la idea (equivocada) de que no es el momento de echarse a dormir.
Recordad que, cuando se originaron los primeros debates sobre el uso de filtros de luz azul, se afirmaba que esa tonalidad reducía la producción de melatonina, que es la hormona encargada de ayudarnos a dormir. Con eso sobre la mesa, ¿qué hacemos? Pues toca confiar en las sensaciones que percibimos: si con una pantalla amarillenta estás más cómodo, adelante, activa el filtro. Si no es así, quítalo.
El estudio de la Universidad de Manchester se llevó a cabo con ratones, a los que se expuso a distintos tipos y tonos de iluminación a lo largo de cada jornada. Hay que tener en cuenta que esta investigación tiene asiento en una evidencia física que es que la luz azul abunda tanto en el amanecer como en el anochecer, mientras que la amarilla lo hace en las zonas centrales de la jornada, lo que nos ayudara a estar más activos y despiertos. ¿Solución? Pues mejor no usar el móvil. Así da igual el filtro que le pongamos... o no.