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Cumbre del Clima
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Los agricultores sufren un nivel de siniestralidad climática “sin precedentes”

En tres años los seguros agrarios han pagado más de 2.000 millones de euros en indemnizaciones

Getty Images

Los efectos del cambio climático ya se están dejando notar, con episodios medioambientales cada vez más violentos y extremos. Todo ello ha derivado en una “siniestralidad extraordinaria y sin precedentes” en el sector agrícola español, alertó este jueves la subsecretaria de Agricultura, María Dolores Ocaña, en un evento organizado en la COP25 junto la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (Enesa).

Por ello, resaltó la necesidad de que el modelo asegurador, implantado en 1978 y que cubre los daños causados por desastres naturales y condiciones adversas, se adapte a la realidad del cambio climático y cuente con un mayor “apoyo presupuestario” de las Administraciones autonómicas para que “las tarifas que pagan los asegurados puedan ser asumibles”.

El sector agrario y ganadero, que aporta cerca de un 2,6% del PIB y da empleo casi 800.000 personas en el país, es uno de los más “vulnerables” al cambio climático, ya que el agricultor lleva a cabo su actividad al aire libre y se enfrenta a adversidades que no puede controlar, detalló el director de Enesa, José María García de Francisco.

Un problema que ha conducido a que en los últimos tres años la entidad –formada por una alianza público-privada entre aseguradoras y los ministerios de Economía y Agricultura– haya desembolsado más de 2.000 millones de euros por alta siniestralidad. Solo en 2018, prosiguió García de Francisco, el coste de las indemnizaciones ascendió a los 757 millones de euros. Ese año, se suscribieron casi 420.000 pólizas, con un capital asegurado de 14.054 millones de euros, que cubre a 308 millones de animales y 36,5 millones de toneladas de cosechas.

Un dato preocupante que da cuenta de la crisis climática es que desde el año 2000, los cuatro eventos con mayor siniestralidad han sido 2005, 2017, 2018 y 2019, avisó el responsable de Enesa. “Los riesgos climáticos van a ganar protagonismo en cuanto a magnitud y recurrencia”, detalló, tras advertir de los “efectos devastadores para la agricultura” que ya está generando el pedrisco. Este granizo grueso y violento constituye el principal riesgo para el sector (40% de los daños entre 2016 y 2018), seguido por la sequía (18%), las heladas (14%) y las lluvias persistentes (9%).Se espera que estos fenómenos empeoren en la próxima década por lo que pide resiliencia a los agricultores.

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