Acuerdo de mínimos del Eurogrupo sobre el fondo de rescate europeo
Quedan por acordarse los aspectos técnicos que más critica Italia
Los ministros de Finanzas de la eurozona han llegado a un principio de acuerdo para la reforma del fondo de rescate o MEDE, tras reunirse en Bruselas, ha asegurado el presidente del Eurogrupo, el portugués Mario Centeno. "Hemos alcanzado un principio de acuerdo en elementos relacionados conn la reforma del MEDE, y hemos fijado las bases para próximas decisiones para completar la Unión Bancaria, incluyendo el fondo de garantía de depósitos común".
Centeno ha precisado sin embargo que algunos “cabos sueltos de naturaleza jurídica” todavía deben ser clarificados. Tal concreción debería producirse en la próxima reunión de ministros de finanzas de la zona euro de enero, de modo que la reforma del fondo de rescate podría firmarse en el primer trimestre del próximo año, según ha explicado el presidente del Eurogrupo.
Los aspectos técnicos por concretar son sin embargo los más espinosos y los que han hecho temer por la ruptura del acuerdo sobre el MEDE. Tienen que ver con las cláusulas de acción colectiva en las reestructuraciones de deuda y que Italia teme que puedan elevar los rendimientos de sus bonos.En caso de reestructuración, estas cláusulas evitan que un pequeño acreedor pueda bloquear el proceso en contra de la mayoría, lo que en la práctica facilita la reestructuración de la deuda, una cuestión altamente sensible para la economía italiana, con un elevado endeudamiento público que supera el 130% del PIB.
Las declaraciones de Mario Centeno apuntan por tanto a un acuerdo de mínimos con el que salvar la situación y evitar el bloqueo en al negociación de la reforma del MEDE, después de que la reunión de ayer del Eurogrupo se prolongara durante horas. En principio parecía haber concluido sin ningún acuerdo sobre el fondo de rescate, un asunto sobre el que ya se había logrado un principio de pacto en junio pero sobre el que Italia ha mostrado en los últimos días unas duras críticas. Centeno también ha lanzado un mensaje alentador sobre el fondo de garantía de depósitos común, aunque la reunión terminó sin concreción sobre este aspecto.
En diciembre de 2018, la Unión Europea acordó trabajar en una serie de iniciativas para mejorar la capacidad de respuesta del área de la moneda única ante futuras crisis, de modo que cuando la próxima azote no sea necesario legislar a marchas forzadas como ocurrió con la crisis financiera.
El paquete debía contar con tres pilares: un embrionario presupuesto de la eurozona para mejorar la convergencia y competitividad, una hoja de ruta para negociar a nivel político el Sistema Europeo de Garantía de Depósitos y una reforma del fondo de rescate europeo que le dé más competencias y mejore sus herramientas de financiación preventiva cuando los países atraviesen dificultades.
La reforma del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) se pactó en junio y desde entonces se han ido haciendo las modificaciones necesarias en el tratado que regula este fondo de rescate, de modo que solo quedan algunos flecos por cerrar.
Sin embargo, la polémica surgida en los últimos días en Italia a cuenta del MEDE ha impedido finalizar la que, a priori, era la medida menos problemática.
Tanto La Liga como el Movimiento Cinco Estrellas, partidos que conformaban el Gobierno italiano cuando se aprobó la reforma, han pasado a criticarla por considerar que perjudicará a Italia, mientras que el ahora gobernante Partido Democrático la defiende.
Detrás de la polémica está la introducción en las reglas del MEDE de las cláusulas de acción colectiva (CAC, en jerga financiera) de agregación simple, que en la práctica facilitan aún más que los acreedores tengan que asumir quitas si hay una reestructuración de la deuda soberana. El temor es que esto pueda elevar los costes de la deuda italiana.
Según fuentes europeas, Italia habría solicitado reabrir el acuerdo pactado en junio por al no poder aceptar ahora estas cláusulas, a lo que se habrían negado otros países. Centeno ya había dicho a su llegada al Eurogrupo que no veía necesidad de reabrir el acuerdo, mientras que el nuevo comisario de Economía, Paolo Gentiloni, aseguró que la reforma "no daña" a Italia.
Por otro lado, los ministros no han logrado pactar una hoja de ruta sobre los pasos que serían necesarios para crear el fondo europeo de garantía de depósitos, una medida que lleva sobre la mesa desde 2015 sin salir adelante.
Los países difieren sobre las condiciones que deben darse para ponerlo en marcha. Algunos reclaman que se adopten medidas dirigidas a mitigar los riesgos de la banca, como controlar su exposición a la deuda soberana de su propio país o exigirles colchones de capital por ella, a las que otros se oponen.Alemania había mostrado recientemente, en una prometedora señal de avance, su disposición a progresar en la unión bancaria pero el titular alemán de finanzas, Olaf Scholz, ha quedado debilitado dentro del Gobierno después de no haber logrado el pasado fin de semana el liderazgo del SPD al que aspiraba.
En cuanto al presupuesto de la eurozona, el Eurogrupo ha logrado acordar en estos meses sus bases y no se esperaban cambios en esta reunión.
De cara al año que viene, queda por decidir su financiación, que tendrá que pactarse durante las negociaciones del presupuesto 2021-2027, y si podrá complementarse con contribuciones adicionales de los países del euro.
La propuesta presentada esta semana por la presidencia de la UE plantea dotarlo con 12.903 millones de euros, una cantidad inferior a los 17.000 millones que se habían barajado hasta ahora en la negociación.
Según lo pactado hasta el momento, los países podrían usar estos fondos para financiar reformas estructurales o inversiones.