Banco Santander ha definido este año los 10 objetivos que reflejan su compromiso para contribuir a los ODS de Naciones Unidas y garantizar que desarrolla su actividad de una manera responsable, afirman en la entidad. Entre estas metas se incluye apoyar a los clientes en la transición hacia una economía verde. De ahí que Banco Santander tenga como objetivo facilitar la movilización de 120.000 millones de euros, de 2019 a 2025, y 220.000 millones, entre 2019 y 2030, de financiación verde para ayudar a abordar el cambio climático. Cabe destacar que Santander es uno de los líderes mundiales en financiación de proyectos sostenibles, con cerca de 50.000 millones de euros en los últimos tres años. En 2019 ha sido reconocido, por primera vez, como el banco más sostenible del mundo por el Dow Jones Sustainability Index (DJSI) 2019, y líder en Europa por segundo año consecutivo.Acciona es neutral en emisiones de CO2 desde 2016 (30 años antes que las mejores expectativas para el mundo, que aspira a conseguirlo en torno a 2050). En 10 años, la compañía ha reducido sus emisiones en un 50% y compensa el 100% de las que no ha podido eliminar mediante la adquisición de certificados de reducción. Además, la energía renovable que produce ayuda a sus clientes a cumplir con sus metas de descarbonización. Durante 2018, su generación eléctrica ha evitado la emisión a la atmósfera de 14,7 millones de toneladas de CO2, equivalente a las emisiones anuales de tres millones de personas. Acciona ha bajado su consumo de agua en un 39% en lugares de estrés hídrico, así como sus propios residuos, y ha aumentado el porcentaje de circularidad de los recursos que utiliza hasta un 29%, más de tres veces superior a la media mundial, que es del 9%. También se ha comprometido a conseguir limitar el aumento de la temperatura 1,5 °C y alcanzar cero emisiones antes de 2050.EDP se ha unido al compromiso Business Ambition for 1.5 °C, que significa alcanzar una emisión neta cero en 2050. Desde 2006 ha destinado más de 20.000 millones de euros a renovables y se ha comprometido a invertir 12.000 millones de euros hasta 2022, el 75% en renovables. Además, EDP ha aprobado su plan Ambición 2030: “Crecer contribuyendo a la descarbonización de la economía” y se ha situado este año en primer lugar entre las utilities integradas en el índice Dow Jones de Sostenibilidad.“La transición energética es una cuestión estratégica para Cepsa. Hemos reducido las emisiones de CO2 un 40% desde 2006 y seguiremos haciéndolo. Para ello, contamos con una apuesta decidida por las energías renovables y un compromiso firme para suministrar energía baja en carbono. Un marco regulatorio competitivo, homogéneo y global es fundamental para llevar a cabo el esfuerzo inversor necesario que impulse la I+D para afrontar este reto sin precedentes”.Toyota lleva invirtiendo en tecnologías sostenibles 30 años. A día de hoy, es líder en la comercialización de vehículos electrificados, cuyas ventas acumuladas superan los 14 millones de unidades. Su apuesta actual son los vehículos híbridos. Además, desde 2014 comercializa el Toyota Mirai, el primer vehículo de hidrógeno a nivel mundial. La compañía ha emprendido el Desafío Medioambiental Toyota 2050, con el fin de contribuir a la sostenibilidad del planeta en línea con los ODS de la ONU.“Nuestra estrategia de descarbonización se basa en tres pilares: reducir las emisiones de las operaciones, mejorar la huella de carbono de los productos y crear nuevos modelos de negocio alrededor de las energías renovables, la movilidad sostenible y los usos alternativos del CO2. El objetivo es transformarnos en una compañía con emisiones netas cero a mediados de siglo. Invertimos 500 millones al año en startups para estar presentes en tecnologías para reducir las emisiones de carbono”.Para CaixaBank es esencial acelerar la transición hacia una economía baja en carbono que promueva el desarrollo sostenible y sea socialmente inclusiva. Por eso, el consejo de administración aprobó una declaración sobre cambio climático con un amplio abanico de medidas, entre las que destaca el impulso del negocio sostenible. La financiación e inversión en proyectos sostenibles se materializa mediante préstamos verdes, vinculados a índices ESG (environmental, social and governance), líneas de acción climática, fondos o bonos verdes. El año pasado participó en el mercado de préstamos verdes por importe de 1.448 millones de dólares, entre otros, con la financiación de proyectos de energías renovables (más de 645 millones de euros). “Nuestro compromiso ambiental nos obliga a minimizar el impacto de nuestras operaciones. Somos la única entidad del Ibex 35 que compensa el 100% de su huella de carbono”.Jordi Gual, presidente de CaixaBank.Somos conscientes de la transformación de nuestro sector y, por ello, hemos diseñado un plan industrial que impulsa un modelo energético más sostenible. Para liderar esta transformación tenemos identificadas las siguientes prioridades: la descarbonización de la compañía, que se alcanzará plenamente en 2050 con cero emisiones de CO2; el desarrollo de la movilidad eléctrica, con los 8.500 puntos de recarga pública y 100.000 puntos privados que prevemos instalar en los próximos cinco años; la digitalización de nuestros activos, clientes y personas, y la profundización en el programa de Creación de Valor Compartido (CSV) como herramienta de integración de la sostenibilidad en la estrategia y operativa de los negocios. Este año también hemos profundizado en nuestro compromiso, anunciado ya en 2016, con los ODS de Naciones Unidas”.En 2018, BBVA fue el primer gran banco en España en definir una estrategia contra el cambio climático y por un desarrollo sostenible. Según la entidad, su programa Compromiso 2025 se basa en tres pilares: movilizar 100.000 millones de euros hasta 2025 para luchar contra el cambio climático, facilitando la transición a una economía baja en carbono y fomentando las infraestructuras sostenibles, la inclusión financiera y el emprendimiento; gestionar los impactos asociados a su actividad con el objetivo de que el 70% de la energía contratada por BBVA sea renovable en 2025, hasta alcanzar el 100% en 2030, y reducir las emisiones de CO2 en un 68% en una década; e involucrar a sus grupos de interés en el desarrollo sostenible. Hasta junio de 2019, la entidad ha movilizado 22.000 millones de euros en finanzas sostenibles“Fuimos una de las primeras compañías en anunciar el cierre de las centrales de carbón en España y nos hemos convertido en uno de los principales inversores en tecnologías limpias. Es también importante destacar el papel clave del gas natural para permitir la rápida transición ecológica al ritmo que está marcando la agenda climática. De hecho, estoy personalmente muy orgulloso de poder afirmar que, en 2018, desde Naturgy contribuimos a evitar la emisión de más de 117 millones de toneladas de CO2 por el desplazamiento con gas natural de fósiles de altas emisiones. Aparte de los esfuerzos realizados en la generación energética, la compañía apuesta por la movilidad sostenible y estamos trabajando en el desarrollo del gas renovable como vector energético y de almacenamiento que facilite la transición a un modelo de economía circular y bajo en carbono”.“En 2010, Coca-Cola en España se comprometió a reducir un 50% la huella de carbono de sus operaciones directas para 2025. A día de hoy, ya hemos llegado al 44,8%. Pero el desafío continúa. Los envases son el elemento de nuestra cadena de valor que más contribuye a nuestra huella de carbono. Por este motivo, consideramos que aplicar una economía circular real en envases es clave para frenar la emergencia climática. En 2019 hemos invertido 180 millones de euros en el desarrollo de tecnología para conseguir envases más sostenibles. Estamos aumentando la cantidad de plástico reciclado para evitar el uso de 200.000 toneladas de plástico virgen en Europa Occidental. El objetivo es que los envases PET sean 100% reciclables. Estamos eliminando progresivamente el plástico innecesario o difícil de reciclar y nuestra finalidad principal es recoger el equivalente a todos los envases que ponemos en el mercado”.
