Guterres: “Estamos cerca del punto de no retorno” en el clima
El secretario general de la ONU se muestra esperanzado en la apertura de actividades de la Cumbre del Clima
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, aseguró hoy en Madrid que "el punto de no retorno contra la crisis climática se nos echa encima", en una rueda de prensa previa a la cumbre mundial o COP25 que arrancará mañana, lunes, en esta ciudad.
Guterres, que ha abierto las actividades de esta cumbre mundial, ha añadido que su mensaje no es de desesperación sino de esperanza, pero nuestra agresión contra la naturaleza tiene que parar y "es posible hacerlo".
Delegaciones de unos 200 países firmantes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, organizaciones no gubernamentales, comunidad científica y representantes del mundo empresarial y otros colectivos se reunirán desde mañana en la capital de España para mejorar la lucha contra el cambio climático.
"Hay que aumentar la ambición y la responsabilidad", agregó Guterres, quien dijo que los países deben "presentar sus compromisos" en este encuentro en la capital española que se cerrará el próximo 13 de diciembre.
"Los cambios climáticos están ocurriendo más rápido de lo que teníamos previsto" por lo que hay que alcanzar compromisos más ambiciosos, dijo, en aspectos importantes como poner un precio al carbono y acabar con las centrales térmicas de combustibles fósiles.
La COP25 comenzará este lunes y se prolongará hasta el próximo 13 de diciembre en Madrid con las misiones fundamentales de cerrar el libro de reglas del Acuerdo de París, un pacto mundial de lucha contra el cambio climático adoptado en la capital francesa por 195 países y la UE en 2015, y acelerar la ambición climática antes de que este tratado se ponga en marcha el próximo año con la revisión al alza de los compromisos nacionales de reducción de gases de efecto invernadero.
La conferencia está organizada por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Cmnucc) y presidida por Chile, país donde estaba previsto celebrarse pero a lo que renunció por los disturbios sociales. España aceptó su traslado a Madrid y los preparativos se han realizado en un tiempo récord.
Está previsto que hasta Madrid acudan unas 30.000 personas de casi 200 países, entre delegados nacionales y representantes de ONG, empresas, científicos y periodistas, entre otros sectores.
La cumbre se producirá después de que esta semana se hayan conocido dos importantes informes de agencias de Naciones Unidas. Por un lado, la concentración media mundial de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera llegó en 2018 a 407,8 partes por millón (ppm), lo que supone el nivel más alto desde hace al menos tres millones de años, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Y por otro, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) subraya que las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero deben reducirse un 7,6% cada año entre 2020 y 2030 para cumplir el objetivo del Acuerdo de París de que el calentamiento global se sitúe en 1,5ºC con respecto a la era preindustrial, lo que significa quintuplicar los esfuerzos recogidos en los actuales planes climáticos nacionales, ya que los actuales compromisos de los países implican un incremento de 3,2ºC, con sus consiguientes impactos destructivos.
La COP25 será inaugurada este lunes por el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el propio Guterres. La primera semana tendrá un contenido eminentemente técnico y en la segunda, político, y cerrará con una declaración.
El Gobierno español ha confirmado la asistencia de 41 jefes de Estado o de Gobierno, más cuatro altos representantes de la UE y otros cinco de organizaciones internacionales, como la ONU, el Banco Interamericano de Desarrollo, la OCDE y la Secretaría General Iberoamericana.
En esa relación no aparecen los jefes de Estado o de Gobierno de los países más contaminantes del mundo: China (que aglutina un 29,3% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero), Estados Unidos (13,8%), India (6,6%), Rusia (4,8%) y Japón (3,6%).
La ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, ha declarado que sería "una buena noticia cerrar este asunto y contar con un mecanismo que garantice mercados globales de carbono" con precios de intercambio de emisiones en todo el planeta, de manera que se evite el riesgo de que haya una doble contabilidad y en todos los lugares haya las mismas reglas, lo que se conoce en la jerga climática como 'integridad ambiental'.
Otro de los frentes abiertos en la COP25 es reforzar la ambición climática global en un año en que Estados Unidos ha iniciado su proceso de salida del Acuerdo de París, lo que no se materializará hasta el 4 de noviembre de 2020, justo un día después de las elecciones presidenciales.
En este sentido, la Cumbre del Clima de Madrid podría sentar las bases de un nuevo ciclo que comenzará el próximo año, cuando entre en vigor el Acuerdo de París y los países deban presentar nuevos compromisos climáticos al alza, es decir, con más ambición. Los dos últimos informes de la ONU verifican, como otros informes científicos, que los planes nacionales son insuficientes.
En ese nuevo ciclo entrará en juego una nueva gobernanza mejorando los mecanismos de interacción entre los gobiernos y otros actores implicados en la lucha contra el cambio climático, como las empresas, la sociedad civil o los científicos.
Con el eslógan "tiempo para la acción", en un año en el que ha emergido un potente movimiento juvenil capaz de convocar movilizaciones masivas en varios países del mundo, estará presente la activista sueca Greta Thunberg como cabeza visible.