Louis Vuitton recorta los descuentos de los que gozaban sus empleados franceses
Llegaban al 90% en el caso de los productos no vendidos y de fuera de temporada
Louis Vuitton, una de las marcas insignia del grupo LVMH, está reduciendo los grandes descuentos de los que gozaban los empleados de la empresa y sus familiares, que llegaban al 90% en el caso de los productos no vendidos. La medida llega después de que el supervisor fiscal francés haya decidido que estas promociones en la alta costura deben considerarse como un beneficio imponible, según detallan a Bloomberg fuentes conocedoras del caso. La compañía ahora está limitando las reducciones en alrededor del 75%, lo que previsiblemente duplicará los precios para los empleados franceses.
Esta medida también podría complicar la política de Louis Vuitton de no vender nunca con descuento a los clientes, porque las transacciones internas han ayudado a la marca a liberar existencias adicionales cuando los productos no conseguían tener salida. En los últimos años, la firma francesa ha aumentado su gama de productos de temporada, agrandando el riesgo de exceso de existencias.
El límite en los descuentos para el personal se produce además en un momento complicado para el sector del lujo en cuanto a la gestión de los productos sobrantes. Desde hace dos años, las marcas de moda se enfrentan a protestas públicas y nuevas regulaciones que buscan legislar acerca de cómo se administran los productos no vendidos. Hasta ahora, estas empresas solían quemarlos o destruirlos, también con el objetivo de frenar el mercado de segunda mano y las consecuencias que estas compran acarrean en un mercado en el que se vende exclusividad. El Senado de Francia, por ejemplo, votó en septiembre a favor de prohibir estas prácticas.
Con todo, la medida de la autoridad fiscal francesa podría ser una bendición para los empleados de Louis Vuitton fuera de Francia, ya que la marca podría verse obligada a enviar productos no vendidos a otros lugares si se acumulan demasiados en Francia, explican las mismas fuentes.
El presidente de LVMH, Bernard Arnault, se ha enorgullecido siempre de no aplicar descuentos para los clientes en los productos sobrantes de todas sus marcas. Con un patrimonio superior a los 100.000 millones de dólares, Arnault es la tercera persona más rica del mundo. Recientemente, su grupo presentó una oferta para hacerse con Tiffany.