Lasquetty cifra en 5.900 millones el coste de la armonización fiscal para los madrileños
El consejero de Hacienda de Madrid asevera que el plan del PSOE costaría 1.000 euros a cada contribuyente
La Comunidad de Madrid ha querido contraatacar hoy en la batalla abierta con el PSOE, por su propuesta de armonizar los tributos autonómicos para evitar la competencia fiscal, cifrando el impacto que la medida tendría para los madrileños en 5.900 millones de euros.
Así lo ha aseverado hoy el consejero de Hacienda y Función Pública, Javier Fernández-Lasquetty, en el pleno de la Asamblea, en respuesta a una pregunta parlamentaria presentada por su propio grupo, el PP.
“La política fiscal del Gobierno de Pedro Sánchez supone una subida masiva de impuestos a todos los españoles que supondría un incremento de 1.000 euros por contribuyente”, ha detallado Lasquetty.
Actualmente, Madrid mantiene el IRPF autonómico más bajo del país (que mantiene el tipo máximo en el 43,5% una vez sumado el nacional, frente al 47,5% de Cataluña, por ejemplo), bonifica ampliamente el impuesto de Sucesiones y Donaciones a la vez que mantiene anulado el cobro del de Patrimonio.
La estimación de un incremento de impuestos de 5.900 millones como consecuencia de la armonización fiscal, detallan fuentes de la Comunidad de Madrid, sale de calcular el impacto anual que tendría un alza en los impuestos de Sucesiones, Patrimonio, AJD (Actos Jurídicos Documentados) e IRPF a los niveles de regiones que gestiona el PSOE.
En concreto, la Consejería estima que los madrileños pagarían 780 millones más de IVA; 1.100 más de Patrimonio; 3.332 de Sucesiones y Donaciones; y 692 de AJD en caso de armonizar la fiscalidad de Madrid con la de otras comunidades de signo socialista.
El propio presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, viene defendiendo la necesidad de fijar unos topes mínimos de recaudación de los impuestos cedidos a las autonomías para evitar la competencia tributaria desleal, o dumping fiscal, por el que algunas regiones tratan de robar contribuyentes a otras. Madrid ha sido puesto como ejemplo más destacado de este tipo de prácticas lo que ha abierto un debate con la región y el PP, que defienden la aplicación de impuestos bajos como dinamizador de la economía, en plena campaña electoral de los comicios del 10N.
El Gobierno regional del PP sostiene que esta política tributaria ha ahorrado unos 15.000 euros a cada madrileño, de media, desde 2004. Al Ejecutivo central, dice Lasquetty, “le molesta que Madrid sea la región con los impuestos más bajos, pero sea la región que más recauda en IRPF, IVA e impuestos especiales, siendo, además, la segunda que más ingresa en Sucesiones y Donaciones”.
Una oferta fiscal que, asevera el consejero, no impide que “nuestra Comunidad goce de los mejores servicios públicos y que sea la región más solidaria con el resto”, aportando el 70% de los ingresos netos del Fondo de Garantías de los Servicios Públicos Fundamentales, más de 32.000 millones desde 2009.
Lasquetty asevera, además, que esta rebaja fiscal no “beneficia a los ricos” únicamente como deja entender el PSOE, ya que en los últimos 15 años se habría bajado, de media, un 25% el IRPF a las rentas más bajas.
El marco tributario de la región, sostiene el Ejecutivo autonómico, ha permitido que Madrid sea la región que más ha crecido en 2018, cuando avanzó un 3,7%, la que más inversión ha atraído en 2019, un 64%, la que crea una de cada cuatro empresas, y la que más empleo general, más de 100.000 nuevos puestos de trabajo en el último año.