Gilead ve reducir su negocio por la entrada de genéricos para VIH y la reducción de pacientes de hepatitis C
El laboratorio facturó el pasado año 349,5 millones en España, un 34% menos
El laboratorio Gilead Sciences ha perdido más del 60% del negocio en España en tres años, tras su boom alcanzado en 2015 con los entonces rompedores tratamientos contra la hepatitis C. La farmacéutica estadounidense cerró el pasado año con 349,5 millones de euros de facturación, lo que supuso un 34,3% de reducción respecto a 2017, según se recoge en las cuentas de la filial española en el Registro Mercantil.
Los factores que explican esta reducción de los ingresos son varios. Por un lado, la entrada en el mercado de genéricos frente a VIH que compiten con los medicamentos innovadores previos del laboratorio, según explican fuentes del sector. Además, la facturación se vio afectada por la bajada de precios en los medicamentos de VIH y también de hepatitis C. Por último, debido a que en los últimos años la farmacéutica ha visto reducir el número de nuevos pacientes que se benefician de sus tratamientos contra la hepatitis C.
La rebaja del número de pacientes que se benefician de fármacos como Sovaldi y Harvoni de Gilead no es una cuestión únicamente que se produce en España, sino que se da también en EE UU y el resto de Europa. La elevada tasa de curación que tienen estos tratamientos hace que la bolsa de enfermos vaya reduciéndose cada año, lo que afecta de forma directa a las cuentas de la compañía, dependiente de otras innovaciones.
En España, el negocio máximo llegó en 2015 (un año después de la aprobación de Sovaldi), cuando facturó 975,4 millones. A nivel global, el máximo de ventas también se produjo en ese año, alcanzando los 32.639 millones de dólares. La previsión, recogida en Bloomberg, es que a finales de 2019 se quede en 22.321 millones.
La farmacéutica señala en su informe de gestión algunos de sus avances médicos. Destaca 2018 como “un año revolucionario” para algunos tratamientos oncológicos gracias a la aprobación de su medicamento Yescarta, de los denominados como CAR-T, las primeras terapias basadas en la modificación genética de los denominados linfocitos T.