Los fármacos para la hepatitis C disparan las ventas de Gilead en España
Los ingresos del laboratorio estadounidense pasaron de 386 a 978 millones en 2015 gracias a las nuevas terapias Sovaldi y Harvoni.
Se intuía que las cuentas en España de Gilead a partir de 2015 iban a ser excepcionalmente buenas, gracias a la aprobación de las muy caras terapias Sovaldi y Harvoni contra la hepatitis C, y por fin hay confirmación. La filial española Gilead Sciences SL ha presentado los resultados del ejercicio 2015 en el que muestra cómo casi triplicó los ingresos, alcanzando los 978,4 millones de euros, desde los 386 millones del año anterior, casi 600 millones explicados en exclusiva por los nuevos fármacos contra esta enfermedad infecciosa, con datos recogidos por Insight View.
A finales de 2014, los enfermos de hepatitis C llenaban los medios de comunicación con sus protestas para acceder a estas nuevas terapias, haciendo famoso al medicamento Sovaldi, el primero en llegar, y que tiene una alta tasa de efectividad contra una patología que hasta entonces no tenía cura. El problema para el acceso a la terapia fue la larga negociación entre Sanidad y el laboratorio estadounidense debido al elevado precio que Gilead reclamaba. Fuentes del sector cifraron entonces en 75.000 euros la primera petición del laboratorio por cada tratamiento, un coste que se redujo al final a una fórmula variable en función del número de personas tratadas. Con precio secreto, porque ni Sanidad ni la farmacéutica han hecho transparente el acuerdo, los expertos situaron en una media de 15.000 euros por paciente.
Al final, las comunidades autónomas tuvieron que afrontar un gasto adicional por estas terapias de alrededor de 1.095 millones en 2015, para poder tratar a esos enfermos crónicos. Entre el 1 de enero de 2015 y hasta el 31 de octubre de 2016 recibieron las nuevas terapias 63.075 pacientes, según Sanidad, con una muy alta eficacia. El grueso de los afectados recibieron estos medicamentos desde abril de 2015.
La autorización de financiación pública de Sovaldi llegó en noviembre de 2014 y en abril del año siguiente le llegaría el turno a Harvoni, una versión que combinaba varios fármacos y que fue desde entonces la opción favorita de los médicos, disparando las ventas del laboratorio estadounidense. En las propias cuentas de la empresa reconoce que esos dos nuevos fármacos orales “acortan la duración de los tratamientos y obtienen alta tasas de eficacia”. El beneficio del ejercicio se situó en 18,4 millones, frente a los 4,9 millones del año anterior, básicamente porque imputa como gasto el aprovisionamiento por 903 millones de esos fármacos.
A nivel global, el laboratorio también se benefició en 2015 de forma similar de sus terapias contra la hepatitis C, pasado de una facturación de 24.890 millones de dólares en 2014 hasta los 32.639 millones. Un resultado que fue relanzado fundamentalmente por Harvoni, que multiplicó por cinco sus ingresos, hasta los 10.090 millones.