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En colaboración conLa Ley
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Sanz Fernández-Lomana: “La jubilación a los 65 no tiene ningún sentido en la abogacía”

“Una de las preocupaciones que nos trasladan los letrados es la disminución drástica del trabajo”

Enrique Sanz Fernández-Lomana, presidente de la Mutualidad de la Abogacía.
Enrique Sanz Fernández-Lomana, presidente de la Mutualidad de la Abogacía. Juán Lázaro

La Mutualidad de la Abogacía gestiona los ahorros de más de 200.000 abogados y otros profesionales vinculados al derecho. En total, más de 7.500 millones de euros que, según su presidente, Enrique Sanz Fernández-Lomana, administran con prudencia, pero, visto lo visto, también con acierto: la rentabilidad que reciben sus mutualistas es de las más altas del mercado.

R. ¿En qué situación está la abogacía? ¿Hay la precariedad que denuncian algunos?
R. La profesión tiene diversos estamentos, pero es cierto que en la gran masa de abogados hay una cierta precarización. Es evidente que el número de letrados es desproporcionado y la feroz competencia provoca una reducción de los precios y una situación más precaria para muchos.
R. ¿Qué preocupaciones les trasladan?
R. Principalmente, la disminución drástica del trabajo. En la abogacía, cuando llegó la crisis de hace más de diez años, se generó un incremento de trabajo muy de derribo, en muchas ocasiones como consecuencia de los procedimientos que se generan en el ámbito laboral, de la empresa y personal. Cuando todo se ha sedimentado, lo cierto es que no ha habido recuperación del mundo empresarial, y lo que ocurre en muchas ciudades de España, fuera de Madrid y Barcelona, es que la actividad está muy paralizada.
R. ¿Está poco protegida la profesión?
R. Las autoridades de la competencia están generando una cierta desregulación del mundo de la abogacía y de su ejercicio. Se está permitiendo que intervengan otro tipo de agentes que no están controlados deontológicamente, y eso es malo para la ciudadanía y para la sociedad, porque no existe un control deontológico de todos estos agentes.
R. ¿Cómo les afecta el envejecimiento de la población y, por ende, el de los abogados?
R. Nos afecta porque si queremos que los abogados tengan una vida digna en la jubilación, ello nos obliga a incentivarles para que tengan una previsión social de más contenido y hagan un esfuerzo previsor más intenso que el actual. La edad de jubilación a los 65 años no tiene ningún sentido en el sector de la abogacía. Debemos tratar de mentalizar y crear una cultura de ahorro en los abogados, que es en lo que estamos en este momento.
R. Llama la atención la rentabilidad de la Mutualidad. ¿Cuál es la clave del éxito?
R. No hacemos ningún milagro. Pero hay un dato que yo creo que hay que ponerlo en valor: el ratio de gastos de la Mutualidad es del 0,21%, cuando las empresas del sector están en torno del 1,5%. Eso nos permite ofrecer una rentabilidad a los mutualistas por encima de la media. En esencia, el gran secreto es tener una única cartera con inversiones actuales, pero también anteriores, cuando en la crisis económica la rentabilidad estaba incluso por encima del 6%. Por otro lado, el bajo ratio de gasto es fundamental, la posibilidad de hacer inversiones a largo plazo que no pueden hacer otras entidades y, fundamentalmente, nuestro modelo de negocio.
R. ¿Puede avanzar cómo acabará 2019?
R. En el último trimestre de 2019, vamos a abonar a los mutualistas el 3,5% de rentabilidad y esperamos que la rentabilidad real esté en el torno del 3,75%. En general, quedará por encima del 4% a final de año. Es un logro importante teniendo en cuenta la media del sector y los tipos de interés.
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R. ¿Qué productos ofrece, a día de hoy, la Mutualidad?
R. Ofrecemos el Plan Alternativo, tenemos fondos de pensiones y otro tercer producto que es el ahorro flexible, en el que se puede invertir sin un compromiso de permanencia. También, nuestra actividad la canalizamos a través de seguros de vida, de accidentes; tenemos el Plus Salud, o el Ahorro 5, que permite también obtener una rentabilidad sin coste fiscal si se cumplen una serie de requisitos. No obstante, estamos siempre analizando posibilidades de poner en el mercado algún producto nuevo que puede ser satisfactorio para nuestros mutualistas.
R. ¿En qué situación está la reclamación por las inversiones perdidas en el Popular?
R. Introdujimos una serie de acciones en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, impugnamos el acuerdo de resolución, hemos interpuesto otra acción en paralelo, y estamos esperando a que salgan resoluciones. También, estamos personados en un procedimiento penal y analizamos, con los abogados que nos defienden, otras posibilidades de reclamación, como la interposición de acciones de naturaleza civil para recuperar nuestra inversión.
R. Se acercan las cuartas elecciones en cuatro años. El panorama internacional también es complejo. ¿Cómo les afecta?
R. Nos está afectando muy negativamente. Que la crisis económica y la desaceleración se estén resolviendo, en gran parte, con políticas monetarias y con una reducción tan drástica de los tipos de interés ataca a la médula de nuestro negocio. En España hay un problema muy importante: la sostenibilidad del sistema de pensiones. La paralización política ha incidido en que este año haya problemas para adecuar las pensiones al IPC porque no tenemos Presupuestos. Es necesario que de las elecciones salga un Gobierno lo más fuerte posible, que el Parlamento se ponga a funcionar, que la Comisión del Pacto de Toledo rea­nude sus reuniones y que se obtengan conclusiones cuanto antes. Las mutualidades, como entidades sin ánimo de lucro, podemos participar en las soluciones. Una de las decisiones que se había consensuado era el de potenciar la previsión social de empresa y hemos demostrado lo que somos capaces de hacer en ese aspecto. También, creemos que el ahorro de nuestros mutualistas está tratado fiscalmente de forma muy injusta, porque tanto las aportaciones que se hacen a lo largo de los años como la rentabilidad que se obtiene de este ahorro se someten a la renta del trabajo. Las peticiones al futuro Gobierno serían la reforma de las pensiones y mejorar la fiscalidad en la previsión social.
R. ¿En qué medida son importantes los jóvenes para la Mutualidad, o al revés?
R. Los jóvenes son importantes porque son la savia nueva que entra. Tenemos que concienciarles y crear una cultura de ahorro para que se inicien desde el principio de su vida profesional, porque será la forma de obtener una mejor jubilación. Somos conscientes de que un joven que empieza tiene muchos problemas y no es prioritario para él tener una previsión social, que la ve a muy largo plazo. Ahí está nuestro reto, que dentro del catálogo de problemas e inquietudes que un joven tiene cuando se incorpora a la vida profesional, debemos ser capaces de hacerle ver que su previsión social, aunque sea lejana en el tiempo, hay que acometerla y hay que estructurarla desde el día uno.

Si quiere saber más sobre la Escuela de Pensamiento de la Mutualidad, pinche aquí.

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