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Coyuntura

Los economistas rebajan tres décimas la previsión de crecimiento para este año al 1,9%

Urgen a abordar reformas estructurales y advierten de que si el PIB crece menos del 0,5% en el tercer y cuatro trimestre, podría haber mayores recortes

En la imagen un trabajador del sector servicios en la Plaza Mayor de Valladolid.
En la imagen un trabajador del sector servicios en la Plaza Mayor de Valladolid. EFE

El Consejo General de Economistas ha revisado tres décimas a la baja la previsión de crecimiento de la economía española para este año, del 2,2% al 1,9%, tras las recientes actualizaciones de Contabilidad Nacional que rebajó el PIB al 0,5% y al 0,4% en el primer y segundo trimestre, respectivamente, frente a las estimaciones previas del 0,7% y 0,5%.

Las rebajas del CGE, anunciadas este martes durante la presentación del Observatorio Financiero “Informe septiembre 2019” vienen a sumarse a las del Banco de España, que la semana pasada recortó su previsión cuatro décimas para este año hasta el 2% y otras dos en 2020 hasta el 1,7%.

El CGE sostiene que mantendrá su previsión de crecimiento toda vez que el PIB avance al 0,5% en los dos últimos trimestres del año, ya que, en caso de que lo haga por debajo, “sería preocupante y haría revisar a la baja las proyecciones”, un escenario que además, hace imprescindibles, según el organismo, reformas estructurales de calado. De hecho, al menos que el consumo se anime a finales de año, "podría ser más probable cerrar en el 1,8% en vez del 1,9% pronosticado", ha puntualizado el presidente de la Comisión Financiera del CGE, Antonio Pedraza, si bien se ha mostrado cauteloso con este último dato a pesar de la "fuerte desaceleración" de la economía.  

“El debilitamiento de las inversiones y del consumo, la desaceleración de la industria así como la reducción del ritmo de creación de empleo, nos alertan sobre la urgente necesidad de abordar reformas estructurales paralizadas por la actual situación institucional que estamos viviendo”, ha advertido el presidente del CGE, Valentín Pich, en referencia a la falta de Gobierno.

Si bien, desde mayo, los cálculos del Observatorio del CGE ya venían confirmando la desaceleración con previsiones más bajas que otras entidades de análisis más optimistas como, por ejemplo, el Banco de España, la rebaja de este martes viene especialmente fundamentada por la corrección del primer y segundo trimestre del año, ha detallado Pedraza, quien además ha apuntado al deterioro de la afiliación, que en agosto registró su peor dato desde 2008 y el ritmo de crecimiento anual más bajo desde 2014.

“La caída del ritmo de crecimiento del empleo hace que bajen nuestras previsiones sobre el consumo, elemento clave por su elevado peso en nuestro PIB, con el desplome de ocho décimas del consumo privado durante el presente año”, ha proseguido Pedraza. Según las previsiones del CGE, el desempleo cerrará el ejercicio en el 13,7% y bajará hasta el 13,25% el que viene, mientras que el consumo avanzará al 1,4% este año y se desacelerará hasta el 1,3% el que viene.

A la mayor debilidad del consumo y de la creación de empleo se suma también el “descenso interno de la confianza empresarial y del exterior”, que ha conllevado una caída de las inversiones extranjeras productivas, un hecho que viene constatándose desde el primer trimestre, detalla el CGE. A ello viene a añadirse, además, el “preocupante” impacto que puede tener la reciente quiebra del gigante británico Thomas Cook sobre el turismo, junto a la recuperación de otros destinos alternativos del Mediterráneo que vuelven a hacer competencia a la costa española.

A la situación de desaceleración económica y parálisis política interna se adhieren los riesgos geopolíticos externos, entre ellos las tensiones comerciales y tecnológicas entre Estados Unidos y China y el proceso del Brexit, que lejos de ir a la baja, “se han incrementado en 2019” y no ayudan en el panorama económico mundial, ha remarcado el coordinador del Observatorio del CGE, Salustiano Velo. Unas tensiones que han “mantenido el alma en vilo de los inversores” y repercutido negativamente en los principales mercados de divisas y bursátiles, “llevándose la peor parte el Ibex” que en agosto tocó mínimos en los 8.400 puntos, ha añadido la también coordinadora Montserrat Casanovas.

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