El BCE cree que algunos bancos conspiran para aprobar los test de solvencia
El presidente de su Consejo de Supervisión, Andrea Enria, asegura que "lo que hemos visto, no nos gusta y no lo toleraremos" y reclama modificar las pruebas de solvencia
Discurso muy crítico con las pruebas de estrés del presidente del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE), Andrea Enria. El responsable de supervisión de la banca europea, dijo hoy que "es hora de reconsiderar el diseño de las pruebas de solvencia". "Vemos bancos que conspiran para burlar los test de estrés, a menudo con la ayuda de asesores externos. Los datos se recopilan de los bancos antes de su envío a los supervisores, y cada entidad es informada de su posición frente a sus rivales. Esto les ayuda a alinearse antes y durante el ejercicio para ajustar colectivamente los resultados y minimizar el impacto del escenario de estrés. Vemos esto, no nos gusta y no lo toleraremos", subrayó.
Al intervenir en la cuarta conferencia anual de la Junta Europea de Riesgo Sistémico, aunque es su primera conferencia anual, Enria consideró que las pruebas de solvencia han mostrado ser "muy útiles" independientemente de los objetivos para los que hayan servido.
El objetivo general de una prueba de esfuerzo es bastante simple: evaluar cómo el barco capearía una tormenta y en qué forma estaría después. En términos de bancos: ¿cómo le iría al banco si la economía empeorara? ¿Sobreviviría? ¿Y todavía podría otorgar préstamos para ayudar a la economía a recuperarse?
Responder a estas preguntas ha sido la intención principal de las pruebas de estrés desde que se introdujeron por primera vez en Europa. Pero con el tiempo, también han servido para otros propósitos de actualidad. Las pruebas de tensión se utilizaron durante la última crisis financiera para medir el tamaño de los agujeros de capital en los balances bancarios, y fueron elementos clave para determinar cuánto capital adicional se necesitaba proporcionar. Esto ayudó a reducir la incertidumbre y a calmar los mercados, sobre todo porque algunos bancos tomaron las próximas pruebas de estrés como una señal para acumular capital de manera preventiva, ha declarado el presidente de supervisión del BCE.
Pero ha añadido: "tenemos que reconocer una cosa: el intento de alinear objetivos diferentes, algunas veces conflictivos ha llevado a un ejercicio bastante complejo e intenso de recursos". Esto ha creado el descontento entre los supervisores y los bancos que son supervisados.
Diez años después de la crisis y cinco años después del inicio de la supervisión bancaria europea, añadió, "es hora de reconsiderar el diseño de las pruebas de solvencia".
Enria cree que es necesaria una prueba de solvencia que "pinte una imagen realista de los bancos individuales", que sea relevante para supervisores, bancos y mercados y que logre el equilibrio entre costes y beneficios.
Ahora en las pruebas de solvencia los bancos usan sus modelos internos para calcular cómo cambiarían sus posiciones de capital en el escenario de tensión y el BCE pone algunas limitaciones a esos modelos como los balances estáticos porque se asume que la gestión no intentaría mitigar el impacto de la tensión.
A efectos de la prueba, se asume que los activos y pasivos que vencen en el período considerado son sustituidos por instrumentos financieros similares en lo que se refiere a su plazo de vencimiento inicial, calidad crediticia, exposición geográfica, etc.
Por tanto, la composición y el modelo de negocio no cambian y cualquier medida que las entidades pudieran adoptar frente a la tensión durante el período de tres años no es tenida en cuenta.
Por este motivo, podrían estar mejor en la realidad que en el escenario adverso de la prueba.
Enria dijo que "si queremos hacer las pruebas de solvencia más realistas, las limitaciones deben ser una de las palancas de la que tirar". En este sentido cuestionó si es realista asumir balances estáticos. Precisamente, los bancos han criticado siempre el hecho de que estas pruebas no tengan en cuenta los cambios que se han podido hacer a lo largo del año en curso a las pruebas, mientras que estas solo recogen los balances del ejercicio anterior.
Relajar de forma selectiva los límites "nos permitiría contabilizar mejor factores específicos de los bancos y gestionar acciones y esto haría los resultados más realistas", en opinión de Enria. "Mi mensaje final es que debemos tener una mente abierta en la conversación sobre el futuro de las pruebas de estrés. Y la conclusión es esta: deben seguir siendo ejercicios serios, desafiantes y creíbles; deberían ayudar a los supervisores a garantizar la seguridad y solidez de los bancos", subrayó el responsable de la supervisión de los principales bancos de Europa.