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Energía

Arabia Saudí recuperará la producción a finales de mes y el Brent corrige un 6%

Fuentes consultadas por Reuters prevén que la normalidad vuelva en tres semanas

Volatilidad e incertidumbre son dos de las palabras que mejor definen el comportamiento del petróleo desde el ataque el fin de semana a las instalaciones de la petrolera saudí Aramco. Si el lunes los inversores reaccionaron a la reducción del 50% de la producción de Riad con una subida en el precio del crudo cercana al 15%, hoy la corrección se abrió paso.

El Brent, que mantuvo pérdidas del 1% durante buena parte de la sesión, profundizó sus caídas al 6,33% después de que el ministro del petróleo saudí señalara que a finales de septiembre recuperarán la capacidad de bombeo. Horas antes Reuters recogía que la actividad volvería a la normalidad en dos o tres semanas, unas previsiones más optimistas de lo anunciado un día antes por Aramco y que contribuyeron a apaciguar los ánimos. No obstante, en las últimas horas Aramco ha comunicado retrasos en las entregas. La petrolera saudó informó a PetroChina el martes que sus cargas de crudo ligero para octubre se retrasarán unos 10 días, dijo a Reuters una fuente de la petrolera estatal china. Aramco mantiene de momento el calendario para las entregas de octubre.

El Brent

El comportamiento de hoy del crudo vendría a confirmar las declaraciones efectuadas la pasada sesión por el presidente de Repsol, Antonio Brufau, que preguntado por la escalada del crudo, el directivo le quitó importancia y afirmó que lo acontecido no viene bien a nadie. “El ataque no beneficia a nadie. Los precios subirán y después bajarán”, remarcó.

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Los analistas y firmas de inversión se apresuran a actualizar sus estimaciones ante el nuevo escenario. Pese a la sobrerreacciones que ha experimentado estos dos días el mercado, los expertos señalan que existen reservas suficientes para compensar el déficit. Michel Salden, de Vontobel AM, señala que las reservas actuales permiten una cobertura de 53 días en un escenario de contracción de la oferta. El problema según el experto es que en los últimos tiempos las reservas de Arabia Saudí estaban muy ajustadas con una capacidad de 140 millones de barriles frente a los 330 que registraba en 2015. Como pilar para garantizar el suministro están EE UU (sus reservas alcanzan los 650 millones de barriles) y China (500 millones). La nueva crisis desatada por el oro negro se produce en un contexto en el que los último informes de la OPEP apuntan a una caída de la demanda, lo que contribuiría a controlar la escalada de los precios del crudo.

El problema está ahora en que el conflicto en Oriente Medio suba de nivel. En este escenario, desde S&P apuntan a la posibilidad de que el crudo escale a los 100 dólares por barril frente a los 70-80 dólares que establece el departamento de análisis de ING si el corte de la producción se prolonga.

“El aumento sostenido de los precios del petróleo puede ser negativo para el crecimiento real y contribuir a deprimir las tasas en los mercados desarrollados ahora que los temores de desaceleración cobran fuerza”, apuntan los expertos de la entidad. Por si esto no fuera suficientemente complicado, las presiones inflacionistas empezarían a cobrar fuerza. Los bancos centrales, que día a día dan nuevos pasos en el proceso de flexibilización, se verían obligados a revisar sus políticas monetarias, eligiendo entre impulsar el crecimiento o mantener bajo control los precios.

“De persistir la amenaza de los precios de la energía, los bancos centrales mantendrán su actual sesgo expansivo o incluso lo reforzarían para neutralizar en parte el impacto económico adverso del petróleo”, afirman desde Macroyield. Los expertos señalan que con los anómalamente bajos niveles de tipos actuales y la baja inflación, los bancos centrales son mucho más sensibles al riesgo de una recesión que al del repunte de la inflación.

Reservas de EE UU

Por su parte, Estados Unidos manda mensajes de tranquilidad. El secretario estadounidense de Energía, Rick Perry, confió este martes en Viena que el mercado petrolero mundial siga bien abastecido pese a la caída de la producción en Arabia Saudí y reiteró que es pronto para recurrir a la Reserva Estratégica de Petróleo (SPR).

Imagen de satélite de la planta de Aramco en Abqaiq, en Arabia Saudí
Imagen de satélite de la planta de Aramco en Abqaiq, en Arabia SaudíUSGovernment/Handout (USGovernment/Handout via REUTERS)

"El presidente (Donald Trump) me ha dicho que, si es necesario, libere petróleo de la SPR para compensar posibles interrupciones (de suministro). Pero viendo los datos de abastecimiento tenemos confianza en que el mercado permanezca bien abastecido", declaró Perry en un encuentro con periodistas. 

"Este mercado es considerablemente más elástico, flexible y resistente, lo que lo hace menos dependiente a las acciones de milicias o países ricos en petróleo, como Irán o Venezuela", afirmó. 

Acusaciones sobre Irán

El presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró ayer que no quiere ir a la guerra con Irán, aunque advirtió de que Estados Unidos está "mejor preparado" en caso de que surja un conflicto entre ambos países, tras los ataques del pasado fin de semana contra refinerías en Arabia Saudí.

"No quiero guerra con nadie (...) Ciertamente nos gustaría evitarlo", dijo Trump en declaraciones a los periodistas en la Casa Blanca durante una reunión con el príncipe heredero de Baréin, Salman bin Hamad al Jalifa. 

"Tenemos un nivel muy alto de munición. Estábamos a un nivel muy bajo cuando llegué", presumió.

Mientras, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, ha advertido este lunes al Gobierno de Estados Unidos de que su política de "máxima presión" contra la República Islámica "fracasará", según ha informado la cadena de televisión estatal iraní.

"Las autoridades iraníes nunca dialogarán con Estados Unidos. Esto forma parte de su política de poner presión sobre Irán y esa política de máxima presión fracasará", ha afirmado el líder supremo iraní.

 Por su parte, el ministro ruso de  Energía dijo este martes que "el mercado reaccionará ante la situación en función de la información que saldrá de Arabia Saudita". Preguntado sobre si Rusia reaccionará ante la bajada de producción de Arabia, y si cambiará su enfoque sobre la producción, Novak contestó con una pregunta: "¿Qué tipo de enfoques se pueden desarrollar si no tenemos información? "

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