Huelga en Iberia: los sindicatos amenazan con más paros en septiembre
Normalidad en el primer día de protestas en Barajas a pesar de que la aerolínea asegura haber cancelado 102 vuelos en Madrid y Barcelona
La primera jornada de huelga de los trabajadores de tierra de Iberia en el aeropuerto de Madrid y la tercera en el de Barcelona avanza con relativa normalidad, pero podría ser solo el inicio de una serie de protestas. El presidente del comité de empresa de Iberia Barcelona, José Antonio Ramírez, ha amenazado con más movilizaciones en septiembre si la compañía no ofrece una solución "inmediata" a la precariedad de la plantilla y ha cifrado el seguimiento de la huelga en El Prat en el 70%.
Ramírez, de UGT, ha asegurado a los medios que la crisis entre la compañía y el comité de Iberia Airport Services pasa por "una ruptura" y por su "peor momento" por lo que, de no alcanzar un acuerdo entre hoy y mañana, augura un mes de septiembre "complicado" con más movilizaciones. En el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, el sindicato había estimado una participación en los paros del 75% entre los trabajadores que tienen la posibilidad de hacerla.
La advertencia llega después de que Iberia situara en el 14,4% el seguimiento del primer día de la huelga convocada por sus trabajadores de tierra en los aeropuertos de Madrid y Barcelona, que se suma al paro indefinido que mantienen los vigilantes de seguridad de El Prat y al que CGT ha organizado hoy en Renfe en todo el país.
El líder sindical ha insistido en que no reclaman "subidas de sueldo", sino "medidas de productividad" porque "crecen los pasajeros" en el aeropuerto "pero no crece la plantilla para atenderlos", y ha alertado de que los trabajadores están llegando al "límite". "Lo inaudito es creer que nosotros tenemos que ser más responsables con los clientes que la propia empresa", ha criticado antes de agregar: "Todo el mundo tiene paciencia hasta que llega un límite y la nuestra se está acabando".
Ramírez también ha aseverado que el comité de huelga "no dio marcha atrás" en la desconvocatoria del paro, sino que fue la dirección la que "no se atrevió" a escribir los acuerdos que habían alcanzado durante la mediación, lo que ha calificado de "temeridad".
"La única condición era que todo aquello que se había hablado se pusiera sobre un documento", ha subrayado antes de añadir: "Si ahora el problema es que otros sindicatos tienen que entrar a participar en la solución -tal como sostuvo Iberia-, serán bienvenidos porque no queremos conflictividad".
Iberia destaca en un comunicado que la jornada transcurre con "normalidad y sin ninguna incidencia", ya que se están cumpliendo los servicios mínimos decretados. Por su parte, el sindicato ha criticado estos servicios mínimos, que oscilan entre el 70 y el 85%, y los ha calificado de "abusivos" y de ser la causa de que la situación en el aeropuerto sea la habitual.
En el aeródromo de Barcelona no se han producido largas colas en los mostradores ni tampoco en los controles de seguridad y, según la compañía, se han atendido 88 vuelos -53 salidas y 35 llegadas-.
Asimismo, se mantienen como servicios mínimos el 100% de los vuelos domésticos a territorios no peninsulares, el 53% de los vuelos internacionales y el 32% de los peninsulares que tengan una alternativa de transporte inferior a 5 horas.
"Un poco más de humildad"
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha pedido este viernes a Iberia que "visualice" la actuación que ha tenido en el conflicto con los trabajadores del personal de tierra y muestre "un poco más de humildad".
Álvarez, en declaraciones a la prensa en el aeropuerto de Barajas, donde ha acudido a mostrar su apoyo a los trabajadores en huelga, ha pedido a los viajeros afectados por las cancelaciones de vuelos que "miren a la empresa" y no al sindicato a la hora de culpar a alguien de la situación.
"Nosotros, como sindicato, tenemos que conseguir con todos los medios y todas las fuerzas que esta situación de precariedad se acabe, y hay precariedad en los servicios de aeropuertos y en las líneas áereas. Por eso no vamos a dejar de aprovechar las oportunidades que tengamos como sindicato para poner de manifiesto hasta qué punto este país tiene que cambiar", ha subrayado.