EE UU se aleja de la Unión Europea y tiende la mano a Reino Unido
El Brexit continúa enquistado tras las reuniones del fin de semana
Las múltiples reuniones que celebraron los líderes de siete de las economías más avanzadas del mundo durante este fin de semana en la localidad francesa de Biarritz no han servido para resolver las grandes cuestiones políticas y económicas que pretendían atajarse. La ausencia de países claves en el equilibrio de poder global como son China y Rusia y, sobre todo, la patente división entre los miembros del G7, ha impedido que los líderes den pasos decididos en los contactos que mantuvieron el sábado y el domingo. La falta de acuerdo ha impedido incluso que los integrantes del selecto grupo emitan un comunicado final conjunto con sus principales conclusiones sobre el encuentro, que termina este lunes a las tres de la tarde hora española.
En la agenda de la cumbre el brexit, las tensiones comerciales, la preocupación por el clima y el conflicto con Irán ocupaban lugares destacados entre los asuntos a discutir.
Brexit
El primer ministro británico, Boris Johnson, se estrenó en su primera cumbre del G7 ejecutando toda una campaña para tratar de convencer a los líderes de la Unión Europea sobre la posibilidad de reabrir las condiciones del acuerdo de salida del club. Tras haberse reunido la semana anterior con la canciller alemana, Ángela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, Johnson afrontaba con optimismo la cita del domingo con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
Aunque los dirigentes europeos escucharon con amabilidad a Johnson, no dieron ningún indicio de que estén pensando en ceder en alguno de los puntos que reclama el primer ministro británico ni de pretender reabrir las negociaciones. A falta de poco más de dos meses para la fecha de ruptura, el 31 de octubre, las perspectivas de un divorcio a las bravas son cada vez mayores, pese a las afirmaciones del premier al respecto: “He dejado totalmente claro que no quiero un brexit duro”, afirmaba Johnson a su llegada a la cumbre.
Tensiones comerciales
En plena escalada de la guerra comercial con China, el presidente estadounidense, Donald Trump, no dio tregua a sus aliados de la Unión Europea. Mientras se dirigía a Biarritz amenazó a Francia con unos aranceles “como nunca se han visto” sobre su vino en represalia a la tasa GAFA (Google, Apple, Facebook, Amazon) que ha creado Macron. El presidente francés trató de desvincular el impuesto de una eventual guerra comercial con EE UU en la reunión que mantuvo con su homólogo estadounidense, con el argumento de que también afecta a empresas de otros países.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, lanzó una contundente advertencia en dirección a Washington: Europa no reuhirá la confrontación si Trump utiliza los aranceles como arma política y está preparada para una guerra comercial.
Pero mientras que las tensiones crecían entre Estados Unidos y los países miembros de la Unión, Trump se mostraba más amable con Reino Unido y Japón. El presidente de EE UU ofreció a Johnson un acuerdo bilateral de comercio “bastante rápido” una vez que Reino Unido abandone la Unión Europea. Respecto al país asiático, Washington cerró la negociación de un nuevo acuerdo comercial que cancelaría la entrada en vigor de la subida de tarifas sobre los vehículos fabricados en Japón. Una amenaza de subida de aranceles que a última hora del domingo, todavía seguía pendiendo sobre la Unión Europea.
Preocupación por el clima
Con el tratado entre la Unión Europea y Mercosur en el aire por el tratamiento que Brasil da al Amazonas y con el pulmón del mundo siendo afectado por múltiples incendios, los líderes se pusieron de acuerdo. Macron detalló el domingo que había una convergencia real sobre el tema y que estaban preparando el envío de ayuda “técnica y económica” a los países de la región que la soliciten.
Un alto cargo de la Unión Europea, que optó por mantenerse en el anonimato, aseguró que se trató de la “parte más sencilla de las conversaciones”.
Conflicto con Irán
El ministro de exteriores iraní, Mahamad Yavad Zarif, realizó el domingo una visita sorpresa para entablar nuevos contactos con los países europeos. Mantuvo una reunión con Macron y Merkel se pronunció sobre el conflicto entre Teherán y Washington para decir que deben de explorarse todas las opciones para rebajar la tensión. Los líderes trataron de convencer sin éxito a Trump para que levantara las sanciones sobre Irán.