_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Desconectar para volver a conectar

Es útil que quien se vaya de vacaciones deje un informe de situación de sus tareas

CINCO DÍAS

Desde que empiezan a calentar los primeros rayos de sol a finales de mayo, la imagen de las vacaciones empieza a dibujarse irremediablemente en nuestra cabeza. Suele ser el momento perfecto para liberarnos del estrés laboral del año y poder coger fuerzas para la vuelta.

¿Somos realmente conscientes de la importancia de desconectar del trabajo para nuestra salud mental?

Desde hace unos días leo informes en los que se alerta sobre el aumento del número de trabajadores que no consiguen desconectar durante su periodo vacacional. Es debido a la hiperconexión a la que estamos acostumbrados, es decir, la posibilidad de estar conectados en todo momento y desde cualquier dispositivo. Por ejemplo, tenemos sincronizado el email de trabajo en el móvil y cuando tenemos que cortar la conexión se convierte en una misión casi imposible y más frecuentemente en las nuevas generaciones.

Es fundamental poder usar las facilidades que nos brinda la tecnología en aras de conseguir una vida laboral que se adapte más a nuestras necesidades personales permitiéndonos compaginar vida laboral y personal. Tener la tecnología de nuestra parte, que nos haga la vida más sencilla y podamos disfrutarla más. Saber usarla para que sea una ayuda y no nos someta al trabajo 24/7. Ese es el objetivo.

Por ello, con el objeto de garantizar la desconexión de los empleados, se aprobó en diciembre de 2018 la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantías de los Derechos Digitales en la que se incluía el respeto al tiempo de vacaciones de los trabajadores, sin olvidar los descansos esporádicos y la conciliación.

No se trata solo de que el que se va de vacaciones sepa desconectar, sino de que le dejen hacerlo. Aquí cobra importancia que la empresa tenga una política clara al respecto y que la aplique en su plantilla, para respetar ese descanso desde la oficina. ¿Quién no ha recibido un mensaje de WhatsApp preguntando dónde está un documento? Una pregunta tan banal como esa ya obliga a volver a pensar en el trabajo.

Por eso, la organización y el reparto de tareas del equipo durante todo el año unidas a una buena comunicación son dos de las claves para evitar que este tipo de cosas pasen. De esta forma, todo el equipo está al tanto de las tareas pendientes y de quién tiene que encargarse. Es muy útil que quien que se va de vacaciones deje un informe de situación de sus tareas y dónde encontrar toda la información al respecto.

La clave es poner la tecnología a nuestro favor y poder desconectar para volver a conectar con las pilas totalmente cargadas al regresar de nuestras, seguro merecidas, vacaciones de verano.

Guillermo San Román es director de clientes para el sur de Europa de Cornerstone OnDemand

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_