Señales de alerta en Europa: el ciclo se deteriora
Todos los indicadores y las ordenes de exportaciones indican que el comercio seguirá a la baja en los próximos meses
Los indicadores de actividad manufacturera en la eurozona están reflejando que la actividad se está deteriorando con rapidez. De acuerdo con el último dato de Markit, la actividad se deterioró en junio a un ritmo más rápido que en mayo. Y es que a lo que ya se venía observando de Alemania se suman ahora España e Italia. Solo Francia se salva, si bien los últimos datos de actividad han sido revisados a la baja. En conclusión, tres de los cuatro mayores países de la eurozona están dando señales de una rápida contracción en su actividad manufacturera. ¿Será necesario revisar a la baja sus previsiones de crecimiento?
Tenemos más malas noticias en este sentido, porque las dinámicas de comercio exterior reflejan una tendencia muy similar a la de los indicadores sintéticos de actividad manufacturera. Por sí sola, Alemania ya está empujando hacia abajo la actividad comercial de la eurozona, pero ahora resulta que España e Italia también están haciendo una contribución significativa a la contracción generalizada de los pedidos comerciales.
Y el hecho es que la situación de Alemania continuará deteriorándose. Las dinámicas del comercio internacional no son fáciles de revertir con rapidez, lo que continuará penalizando a la industria manufacturera. Y, lo que es más, el deterioro del ciclo económico alemán, tal y como lo refleja el índice IFO, provocará un empeoramiento en el mercado laboral. Conviene advertir que no solo las dinámicas laborales empeorarán, sino que además el daño que provocará esta situación será cada vez mayor a medida que la debilidad del ciclo económico se prolongue.
El resultado final será que la demanda interna se debilitará en Alemania y esto podría animar al Gobierno de Berlín a impulsar unas políticas más flexibles que las vistas hasta ahora, con el objetivo de compensar los efectos negativos que está provocando todo este entorno internacional negativo. Si esto llegara a suceder, no hay duda de que todos los países de la eurozona se beneficiarían de esta flexibilización germana. El riesgo aquí es que es necesario que las cosas se pongan realmente mal para que los alemanes reaccionen. Lo que es más, incluso aunque el BCE fuera más activo, tal y como Draghi ha sugerido recientemente, esto no será suficiente para revertir la tendencia.
Y es que no podemos olvidar que las medidas comerciales que está llevando a cabo la Administración Trump están ya teniendo efectos negativos en el comercio mundial. Por ejemplo, la actividad manufacturera se está contrayendo a una gran velocidad en cuatro de las mayores economías de Asia: China, Japón, Corea del Sur y Taiwán.
Los países que son más dependientes de China para el ensamblaje de productos, como es el caso de Taiwán y Corea del Sur, están viendo cómo este deterioro se acelera aún más. Claro que es positivo que las sanciones que iba a imponer China a las importaciones estadounidenses se retrasen, es una buena noticia. Pero incluso aunque el diálogo chino-estadounidense se haya reactivado aparentemente, nada parece haberse resuelto todavía y la incertidumbre permanece.
Estos ajustes a la baja también se están extendiendo a otras áreas económicas. En EE UU el índice ISM de actividad manufacturera lleva tres meses consecutivos de caída, debido principalmente a un menor volumen de órdenes y una menor presión de entregas. Y hay margen para profundizar en este ajuste, habida cuenta del deterioro del entorno internacional y la ausencia en ambos lados del Atlántico de medidas políticas que pudieran impulsar con rapidez el crecimiento.
En definitiva, todos los indicadores de actividad económica y de nuevas órdenes de exportaciones indican que el comercio mundial continuará yendo a la baja en los próximos meses.
Philippe Waetcher es Economista jefe de Ostrum (Natixis )