El Corte Inglés aumentó su liquidez disponible en 2018 hasta los 1.400 millones
Incrementó un 8% la caja procedente de sus actividades ordinarias
La refinanciación acordada con los bancos acreedores en 2018 y la mejora paulatina del negocio han dado a El Corte Inglés cierto respiro financiero. Además de haber podido reducir su endeudamiento en un 12% durante el ejercicio 2018, hasta los 3.367 millones, el grupo vuelve a mejorar su caja de forma sostenida, lo que, junto a los fondos a los que tiene acceso en virtud de dicha refinanciación, le permite disfrutar de una situación de liquidez estable y con margen de actuación.
Así lo muestran los datos que el grupo de distribución difundió en su presentación de resultados ante los analistas, el pasado viernes. Según los mismos, El Corte Inglés tenía a 28 de febrero de 2019 una liquidez disponible de 1.388 millones de euros, un 13,55% más que un año antes.
Esta mejora tiene dos vertientes. Por un lado, la refinanciación de 3.650 millones de deuda firmada en enero de 2018 incluía un tramo de 1.000 millones en créditos de libre disposición o revolving, a los que El Corte Inglés puede acceder durante cinco años a partir de la firma del acuerdo. Esa cantidad fue después ampliada a 1.148 millones de euros, que es la que figura en los datos que proporcionó a los analistas e inversores, aunque no especificó la cantidad que había dispuesto durante el año. Según consta en el folleto de la emisión de 600 millones en bonos, a cierre del primer semestre del ejercicio 2018 la empresa había utilizado 247 millones. El acceso a otras formas de financiación, como la propia emisión de bonos u otra de pagarés entre sus empleados por 325 millones, le permiten no depender tanto de esta línea de crédito, además de la mejora en su posición de caja.
“La mejora de los flujos de caja en 2018 fue producida por una mayor capacidad de generación de liquidez en nuestras operaciones, tanto de retail como de no retail, y también gracias a la mejora de la rentabilidad del negocio, derivada de la implementación de nuestra estrategia”, explicó el director financiero del grupo, Óscar Fernández de Llano, en la conferencia con inversores el pasado viernes.
Según los datos proporcionados ese día, El Corte Inglés cerró el pasado ejercicio con una posición de caja de 240 millones de euros, 21 más que en 2017, una vez descontadas las cifras de Óptica 2000.
Es el segundo ejercicio consecutivo de crecimiento de esta variable, después de que en 2016 bajase de 171 millones a 154. Además, esos 240 millones reportados por el grupo suponen un incremento del 166% en las cantidades de efectivo que tenía en el banco respecto a 2013, cuando cayó a 90 millones, la cifra más baja de la última década. Precisamente, la cantidad con la que cerró su ejercicio fiscal 2018 es la más alta en ese periodo.
A ello contribuyeron de forma decisiva los 318 millones que se anotó como cobros por desinversiones, que compensaron los mayores pagos por la amortización de deuda. Las inversiones de capital cayeron ligeramente, de 431 millones a 398, aunque se mantienen estables en el entorno de 400 millones.
Un punto clave para el grado de inversión
Rating. La continua búsqueda del grado de inversión por parte de El Corte Inglés, que le permitiría acceder a fuentes de financiación en condiciones más ventajosas, se ha centrado, sobre todo, en la reducción de la deuda, el punto primordial para poder mejorar su calificación crediticia. De ahí que el grupo se haya puesto como objetivo reducir un tercio de la misma a cierre de este año, sobre todo con la venta de sus activos inmobiliarios. Pero otro de los puntos principales que más valoran las agencias de calificación es la posición de caja. “Esperamos una mejora material en las métricas crediticias de la compañía como resultado del firme compromiso de su equipo gestor de desapalancar el negocio gracias a un sólido ebitda y a la generación de caja”, decía Moody’s en uno de sus informes. “Para una escenario de mejora de la calificación, se incluye una mejora sostenible de la rentabilidad y al generación de caja”, decía, por su parte, S&P.